Pocos años han resultado tan míticos como 1968. En la mayoría de los ámbitos puede hablarse de un antes y un después de esos 365 días (bueno, 366 pues fue año bisiesto) que cambiaron el rumbo de la humanidad.
Las canciones de "Magical Mistery Tour" y “The White Album” de The Beatles maravillaron al mundo con su sonoridad perfecta y por semanas ocuparon los primeros lugares de popularidad; se filmó la legendaria película "El Bebé de Rosemary"; los movimientos estudiantiles inundaron Europa, México no fue la excepción y el 2 de octubre se efectuó la tristemente célebre matanza del 2 de octubre; "Mrs. Robinson de Simon and Garfunkel era la melodía de moda; Gabriel García Márquez escribió "Cien Años de Soledad"; el mundo se cimbraba por la discriminación a la raza negra; y claro, la Ciudad de México fue sede de los decimonovenos Juegos Olímpicos de la era moderna.
No, no se trata de olvidar los trágicos acontecimientos de la represión estudiantil que derivó en un final trágico. Pero sería una injusticia olvidar que hace justamente 40 años en México se celebraban una de las mejores Olimpiadas de las que se tenga memoria, y que revolucionaron para siempre la manera de organizar la magna justa deportiva. Más allá de lo deportivo, los juegos de México amalgamaron una nueva manera de vivir el olimpismo.
Eso y más nos confirma la exposición “Diseñando México 68: Una identidad Olímpica” que actualmente se presenta en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México hasta el próximo 26 de octubre. Para quienes afortunadamente vivieron ese inolvidable evento es una buena oportunidad de revivir aquella época; para quienes no habíamos nacido, pero hemos escuchado cientos de anécdotas y referencias de aquellos tiempos, que mejor oportunidad para conocer a fondo todo lo que conllevó la organización y posterior realización de los Juegos.
A veces siento que a nivel nacional no se le da la suficiente importancia a la trascendencia de México 68. La primera olimpiada celebrada en un país en vías de desarrollo trajo consigo competencias gloriosas y muchos récords mundiales; el diseño del logo, iconos y memorabilia del evento son considerados hasta hoy como una de las principales propuestas visuales del diseño gráfico moderno; además, por primera vez estos juegos también involucraron un gran número de actividades artísticas y culturales que le dieron a la justa una dimensión total de identidad.
Recorrer la exposición me reafirmo lo que muchas veces me habían comentado. Nuestro México 68 fue una fiesta entre naciones, la reafirmación de que nuestro país estaba listo para organizar con creces un evento de tal magnitud y encantar al mundo entero con la calidez y hospitalidad que sólo nuestro pueblo es capaz de transmitir. Pocos Mundiales o Juegos Olímpicos han llegado a ser tan emotivos como los realizados en este país pues en esta tierra las cosas se hacen con toda la entrega que el corazón nos permite.
Por aquellos años la Ciudad de México experimentaba una extraña apertura a la modernidad y a la psicodelia que afortunadamente embonó a la perfección con el enorme bagaje que de siglos atrás traía impregnada la cultura nacional. Fue así como desde el logo, los coloridos y la manera de estructurar cada detalle dentro de un todo compacto y bien definido le dio a México la identidad que tanto tiempo llevaba buscando. De alguna forma entramos en los primeros planos mundiales no presumiendo, sino compartiendo lo mucho que somos.
Carteles, videos, vestuarios, fotografías y mucha nostalgia es lo que integra esta exposición que esta tarde me enamoró aun más de mi país. Si viven en la Ciudad de México no pueden perderse la oportunidad de verla, ¡aun quedan unos días!
Horario
Martes a domingo
10:00 a 17:30 horas
Admisión
$20.00 MN
Entrada gratuita con credencial de profesor, estudiante e INAPAM
Domingo entrada libre general
Paseo de la Reforma y Gandhi s/n
Bosque de Chapultepec
Cuidad de México, C.P. 11560
¿Y esto?
2 comentarios:
Gracias
cada vez que aprendo algo nuevo,me siento bien.
No sabìa NADA de esas Olimpìadas,Mèxico 68,y tu post me llevò a investigar un poco.Coincido con el tema de lo que Mèxico mostrò al mundo,en ese año,uf,que año!!
De vez en cuando conviene postear alguito de nuestras patrias...así Argentina no se limita al bife de lomo y Mèxico al tequila y a las enchiladas
vale,manitooooooo!!!
mariel: gracias no sólo por éste, sino por todos los comentarios que has posteado en las últimas horas... latinoamerica es mucho más que comida ja.
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