lunes, 31 de agosto de 2009

El día que México bailó en honor a Michael Jackson


Aunque a final de cuentas no fue uno, sino dos… y había que estar ahí.

Monumento de la Revolución, 29 de agosto de 2009…

Por más de un mes miles de mexicanos esperábamos esa fecha que cristalizaría lo que empezó con una simple iniciativa en Facebook: bailar Thriller en la Ciudad de México, en honor de Michael Jackson. En un principio el lugar sería el Zócalo Capitalino, después la sede se cambió al Monumento a la Revolución. La propuesta fue tomando tanta fuerza que las decenas de inscritos vía electrónica pasaron de cientos a miles con una rapidez impresionante.

La disparatada idea me sedujo desde un principio. Lo más pronto que pude me inscribí por medio de mi cuenta de Facebook y comencé a participar en varios de los muchos ensayos programados en diversos horarios y zonas de la ciudad. Quienes me conocen saben que tengo dos pies izquierdos, y que a mí, el baile no se me da ni tantito. Supongo que por eso muchos se mostraron sorprendidos al enterarse que mi plan era aprenderme la coreografía de Thriller para llevarla a cabo en un evento masivo, comentarios como ‘pero es que no te imaginó haciéndolo’ ó ‘de verdad vas a bailar, pero a ti eso no te gusta’ fueron constantes durante las últimas semanas. Y aunque en efecto, no sé ni me gusta bailar, el agradecimiento y amor que desde mi niñez le he tenido a Michael me hacía derrumbar mis propias barreras. No sólo me aprendería una coreografía complicada, sino que asistiría a cuanto ensayo me fuera posible con el fin de perfeccionar mis pasos y rendir un tributo como se debe.

Así eran mis días. Ensayos en la Alameda Sur, en el Monumento a la Revolución y en un Cinemex de Iztapalapa. Practicar por mi cuenta cuando nadie me veía. Dejar de lado mi amado blog, la novela con mi abuelo y demás compromisos. Llegar cansado, asoleado, deshidratado. Imaginar cómo sería ese momento. Cuando me di cuenta, todo a mi alrededor era ‘Thriller’. Después se dijo que se intentaría romper el Récord Guinnes de personas bailando la terrorífica canción de Jackson, pero para ser sincero, eso nunca tuvo tanta relevancia como el mostrar que a pesar de su muerte hace dos meses, Michael sigue vivo en el corazón de sus fieles seguidores. Había que hacer, eso sí, algo grande para que el mundo entero se diera cuenta de que en México la Jacksonmanía está más fuerte que nunca.

El día finalmente llegó. Sábado de hacer guardia en el trabajo y salir antes de la una de la tarde. Llegué a casa, comí lo que pude y después de cambiarme salí rapidísimo junto con mi hermana y mi primo Luis. Llegar hasta el lugar fue todo un show debido a la fuerte lluvia que provocó que el Metro avanzará muy lento. Finalmente ahí, la explanada del Monumento a la Revolución ofrecía un paisaje único y probablemente irrepetible: Miles de personas abarrotando la zona, ataviados como el Rey del Pop, disfrazados de zombis; con posters, imágenes, pancartas, playeras con la imagen de Jacko… Entonces comenzó la aventura por ingresar a la zona de baile. Nos registramos (yo fui el 7776) e inició el calvario. Supongo que la organización se les fue de las manos a las autoridades que no esperaban tal afluencia de personas. Llegó un momento en el que la plancha del Monumento no cabían. Gente con niños, carriolas y una idea nula de la coreografía ocupaban el espacio de quienes sí se la sabían y apretujaban el espacio, impidiendo la correcta ejecución de los pasos de baile. La hora del récord estaba fijada a las 7 de la noche, pero la multitud y la amenaza de lluvia hizo que todo se adelantara para las 6.






Bailé como pude. Decían que el récord se había roto con más de 13,000 personas bailando, aunque el lugar había unas 50,000. Después cantamos ‘Heal the World’ y las mañanitas para el gran Michael que ese día cumpliría 51 años. Prosiguió una de las fiestas más bellas a las que he ido. Música, bailes, todos los asistentes conviviendo y haciendo el mejor de los esfuerzos por hacer aquel momento inolvidable. Fue mágico… no hay palabras.




Ángel de la Independencia, 30 de agosto de 2009.

Paralelo al evento de ‘Yo sí bailo Thriller’, se organizó ‘México baila Beat It’, cuya dínamica consistía en bailar ‘Beat It’ en el Ángel de la Independencia. No asistí a ningún ensayo pero como no quería perderme está celebración decidí ir como espectador. No pude resistirme. Antes de las 12 (hora pactada para el baile final) me integré a los ensayos y muy pronto dominé los pasos del nuevo baile. De nuevo bailé… De nuevo fue una experiencia única. Otra vez la multitud se entregó con todo su amor a la memoria del mejor artista de todos los tiempos. Niños disfrazados, gente llorando, portando orgullosos cualquier distintivo de la leyenda.



Así pasó mi fin de semana inolvidable. Bailé a pesar de ser yo. Comprobé que el autor de 'Billie Jean' sigue ejerciendo una maravillosa fuerza sobre la humanidad que ayer se desbordó en celebrarlo. La India, China, Perú, España, Francia, Inglaterra, México. Feliz Cumpleaños Michael, se que dónde éstas seguramente estás sonriendo. Te quiero.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Ellas


Mayra está sentada en la barra de un antro de moda. Copa en mano. Éste sábado en la noche ha venido sola. Ocasionalmente se le acercan varios hombres de todo tipo: le invitan a bailar, a sentarse con ellos; buscan su compañía. Ella los rechaza sutil pero decididamente. Lo que ella busca desde hace dos horas es a otra como ella.

- Me han dicho que suelen reunirse en este lugar de moda. Sólo que hasta el momento llevó más de dos horas recorriendo este recinto y nada. Sé que una vez que se identifican entre ellas comienzan a platicar, a intercambiarse consejos y mentiras que quieren creer para convencerse de que somos el mundo, y no ellas, quienes estamos mal.

Viridiana sale por quinta vez del baño de aquel afamado tugurio de Polanco. Se da cuenta que aquel extraño hombre de traje negro, y que inútilmente pretende pasar desapercibido, sigue dando vueltas por todos lados. De la barra a la pista de baile. De los baños a la zona VIP. La busca a ella y a sus semejantes. Y mientras ninguna se anime a desafiarlo la noche permanecerá así, aburrida, sin esos encuentros que tanto la nutren de falsa comprensión.

La copa de Mayra no contiene vodka, ni alguna especie de coktail exótico o bebida elegante. Vamos, ni siquiera tiene alcohol. Sólo agua. Liquido que desde hace meses, es el único que su organismo tolera. Aun así, esta noche se siente mareada.

- No sé qué persigo. Ni siquiera hay un delito para lo que ellas hacen. Entonces, ¿qué diablos hago aquí? Si las encuentro ¿qué les diré? ‘Son culpables de hacerse daño a ustedes mismas’ suena, además de dramático, estúpido. No soy ni policía, ni detective, ni nada que confiera poder sobre nadie. Quizá únicamente el pasado me de licencia de entrometerme. En la barra hay una chica con mala pinta... ¿será?

Harta de ocultarse de aquel hombre que desde hace algunas noches les sigue la pista, Viridiana decide salir del anonimato. Arremanga su blusa y ahí está: Una pulsera roja de caucho, con las palabra ANA pende de la muñeca de su brazo izquierdo. Más animosa que desafiante se dirige a la pista de baile, se confunde entre la gente y alza los brazos al ritmo de un pegajoso reggeaton.

Lo primero que le llamo la atención a Mayra fue la forma de bailar de aquella chica en la pista de baile. Le pareció atractiva. Delgada, como debe ser. Y después vio su brazalete rojo. Idéntico al que ella porta y que en éste momento la impulsa a ponerse de pie y llegar hasta ella.

- Brazaletes rojos con la leyenda ANA. Brazaletes morados con la leyenda MIA. Con ellos se identifican. Para tener acceso a ellos deben aceptar a la tal ANA y a la tal MIA como sus amigas para toda la vida. Aceptarlas como un estilo de vida. Desde aquí veo que la chica de la barra aborda a otra chica. Ya no lo disimulan, ambas tienen las pulseritas rojas.

Viridiana señala su brazalete rojo. La chica con aspecto desgastado que hace unos instantes estaba en la barra hace lo mismo. Se sonríen. Se dan un abrazo fraterno y se retiran a uno de los asientos cercanos a la zona VIP. A causa de la emoción, Viridiana se ha olvidado del sujeto que sospechosamente la hostigaba...

Una vez sentadas en aquel Lovesit, Mayra y su recién conocida compañera intercambian datos. Mayra dice que un vaso de agua con sal al día es buenísimo como purga. Su acompañante, en cambio, asegura que una tenue capa de maquillaje color beige, suavemente difuminado debajo de los ojos ayuda a quitar la expresión de desgaste que sufre el rostro de la mayoría de las amigas de ANA. Ambas están tan absortas en su plática psicópata, que no se dan cuenta que aquel extraño hombre de traje obscuro ha llegado a esconderse sigilosamente detrás de ellas.

- Ahora escucho lo que dicen. No me equivoqué. Justo enfrente, a medio metro de mi escondite están dos jovencitas de no menos de veinte años. Delgadísimas, desgastadas y con el rostro mal tratado y la piel seca. Al igual que Aída padecen una enfermedad que no aceptan y negarán que necesitan ayuda. Dirán que todo está bajo control, que la gente exagera, que a ellas no les pasará. Al igual que Aída, mi prometida, ellas morirán. Anoréxicas: ella lo fue, ellas lo son. Estoy a punto de interrumpirlas. Decirles que crean en Dios, en si mismas, en lo que quieran, pero que crean. Entonces el espectáculo es más aterrador. Cuatro chicas más (todas con pulseras) van juntas al baño, seguramente no se maquillarán. A lo lejos, tres chicas un poco robustas con brazalete morado abordan a otra. Parece mentira. Brazaletes por aquí, por allá. Consejos para vomitar, para controlar el hambre, para perder peso corporal en cuestión de días. El mareado ahora soy yo. De repente me descubro rodeado de cuerpos delgados, huesudos y el pasado llega a mí. Si no pude salvar a mi Aída, menos podré hacer algo por éstas jovencitas.

* * * * *

Inés hoy cumplió 18 años y visita por primera vez un antro. Fascinada se aleja de la mesa que compartía con sus primos y amigos, y se dirige al baño. Una vez ahí, mientras se lava las manos, se da cuenta de los dichosos brazaletes. Dos muchachas un poco mayores que ella y que se presentan como Mayra y Viridiana notan su curiosidad, se acercan a ella y de manera casual le dicen:

- Sí amiga. Las usamos para distinguirnos. Lar rojas son para las amigas de la ANA. AN...orexi...A ¿captas? Las moradas para MIA... buli...MIA. No dejes que te metan ideas en la cabeza. Cuidar la figura es lo de hoy. Si nadie te comprende aquí encontraras la manera de tener el cuerpo que siempre has deseado, ¿qué dices, te unes? Ahora mismo venimos de vomitar.

domingo, 23 de agosto de 2009

Hoy gran estreno: The Fucking Family


Hoy es un día especial, ‘El Incomprensible Mundo de Gabriel Revelo’, su blog de confianza, lanza una nueva sección que espero sea de su agrado. Desde hace casi un año tenía ganas de comenzar con ella pero el pudor y la poca decencia que aún queda dentro de mí me lo impedían. Sin embargo, en vista de que las profesias dicen que el mundo llegará a su fin a menos que hagamos algo, no quise quedarme con las ganas. Aquí vamos…

La sección se llama ‘The fucking family’. Su temática es muy sencilla. De vez en cuando (trataré que sea una vez al mes) subiré a éste blog un pequeño video casero sobre mi familia, serán entregas pequeñas de eventos familiares y días comunes y corrientes, cuyo objetivo es burlarle de mi hermana, mamá, tíos, primos, abuelos y de más personajes que conforman mi vida familiar. Ya sé que todos dicen que su familia está loca y pintoresca, pero en mi caso lo probaré con hechos. Ah, y para que no haya recelos, habrá videos tanto de los Revelo (familia paterna) como de los González (familia materna).

Convendría aclarar que el nombre para esta sección viene de una original idea de mi hermana, que imaginó tener un reallity show (tipo MTV) en el que la atracción fuera mi familia. Como no somos famosos (todavía) y ni Bandamax se interesa todavía en nosotros, usaremos este humilde blog a modo de programa piloto. ¡¡¡Ojo productores de televisión, es su oportunidad!!!

¿Qué lo hago porque me da flojera escribir? sí; ¿Es feo burlarme de mi familia? sí; ¿Explotar nuestros momentos familiares íntimos de la intimidad en pos de popularidad del blog es una bajeza? sí y qué… es mi blog y se aguantan. Además, es con mucho cariño (ñaca ñaca) y de vez en cuando también apareceré yo. Y comenzamos.

Capitulo 1 – La Abuela Mamá Eva bailando a media calle…

Resulta que en mayo del 2006 mi prima Caro cumplió quince años y como sucede en las familias mexicanas mitoteras, tuvo su fiesta con todo y vals con los primos, discursos y niños corriendo en medio de baile del salón de fiestas. Casi al final de la fiesta mi abuela la Mamá Eva (así le dicen) se le subieron las copas. Ella dijo ‘que estaba muy contenta’. En un momento dado salió del salón de fiestas y ante la petición popular, ella bailó, así:


Mi prima Adriana medio le hizo segunda. Cabe resaltar que la única enfiestada era mi abuela, pues alrededor ni mis tíos, primos o colados que ni conocía, hacían tales desfiguros. Y ya, como les dije, son videos cortos, pero especiales y medio nacos…

Próximamente… “El llanto del ‘Mimi’ en su grupo de kínder”

miércoles, 19 de agosto de 2009

¿Twitter mata blog?


Ojalá y no, pero parce que sí.

Más que su propia acción destructiva, dicen los que saben, que lo mortal y peligroso de muchas hiervas y enredaderas es que parecen inofensivas. En un principio, apenas y son perceptibles en el jardín, incluso se les llega a considerar como bonitas y curiosas. Así, de manera invisible pero constante, va asfixiando y matando sin que nadie se percate, hasta que ya es demasiado tarde. Algo así está pasando en la red. En este caso, el sitio Twitter es la hierba que inocentemente ha empezado a colarse dejando en el olvido a los demás. La blogosfera no es la excepción.

Lo confieso, yo mismo caí redondito en el engaño. Tendrá menos de medio año cuando descubrí Twitter. Con un montón de dudas abrí mi cuenta y comencé a participar en este sitio de microblogging cuyo encanto radica en postear lo que se está haciendo con un máximo de 140 caracteres. Cuando me di cuenta ‘tuiteaba’ (del verbo yo tuiteo, tu tuiteas, ustedes tuitean) en el trabajo, en mi casa y en la calle. Cualquier acontecimiento importante que me estuviera pasando debía estar reportado en mi Twitter. Lógicamente, este blog no tardó en encelarse.

Por más que dije y prometí y juré que no descuidaría ‘El Incomprensible Mundo de Gabriel Revelo’, al final fue imposible. Cuando pensaba que era el único irresponsable, fui dándome cuenta que el fenómeno de expansión de Twitter estaba provocando que muchos blogs fueran paulatinamente abandonados. Cada vez era más común que, mientras visitaba algunos de mis blogs favoritos, me topará con la desoladora noticia de que aquel sitio no había sido actualizado en largo tiempo. Lo curioso es que la mayoría de estos autores se encontraban más activos que nunca en sus cuentas de Twitter. Lo malo es que no sólo los autores caímos presas del encanto, también los lectores de blogs. No tengo el dato exacto, pero somos demasiados quienes hemos visto que el número de visitas y comentarios en nuestros blogs han ido disminuyendo. También aquí enfrentamos una crisis.

Siempre será más fácil mantener actualizado o leer un Twitter que un blog. Ninguna de las dos requiere tanto esfuerzo. No es lo mismo darle vida a un texto más o menos elaborado que soltar ideas más sencillas, pero más fugaces. Y en esa batalla nos encontramos varios blogueros. Tratando de devolverle su lugar a los blogs de calidad, evitando así que palidezcan ante el vértigo de frasecillas que es Twitter.

Twitter además es ingrato. Falla cada que se le pega la gana, se vuelve lento y suele desesperarme demasiado. El colmo, aun así, es que el autor de éste blog sea el primero en recomendar y mantener actualizado su Twitter, pero reconociendo que puedo vivir sin Twitter, más no sin mi amado blog. Prefiero usar uno como aliado del otro, como complemento perfecto y medio de difusión. En mi caso, Twitter no mata, sino que sirve al blog.

lunes, 17 de agosto de 2009

¡Y que aparece Xavier Velasco!

Hace unos días escribí un post preguntando sobre el paradero del blog de Xavier Velasco, el cual desapareció de repente. Una de las lectoras de su blog me contactó vía Messenger y me dio la buena nueva: Xavier Velasco acaba de abrir un nuevo blog…

Se llama La Leonina Faena... Se acabó el receso, el maestro Velasco está de vuelta
.


sábado, 15 de agosto de 2009

Un viejo terror que regresa


Tengo miedo y no creo poder dormir. Pensé que aquel viejo temor se había quedado en el pasado. Al igual que los niños de la película ‘Eso’ creyeron, erróneamente, haberse deshecho de aquel maldito payaso que los atormentaba, yo pensé que el terror había terminado años… por desgracia también me equivoqué.

En la historia de Stephen King, el payaso regresa para cobrar venganza de aquellos niños, ya convertidos en hombres. En unas horas su vida vuelve un infierno, aun más fuerte e intenso que la primera vez. Por un lado está el pánico de lo que fue. Por otro, la incertidumbre de las nuevas desgracias que vendrán. Así me siento a estas horas. El miedo se apodera de mí. No precisamente por culpa de un payaso diabólico sino de algo quizá peor: Los Pitufos.

De la caricatura de estas criaturas azuladas surgieron unos muñequitos que en la década de los ochenta hacían la delicia de chicos y grandes. De repente comenzaron a circular rumores acerca de que esas figuritas eran malignas y cobraban vida en la noche. Incluso, se llegó a mencionar que un par de niños murieron presa de estos ataques. Lo tétrico fue que de repente dejaron de transmitir la caricatura de los Pitufos salió del aire y sus juguetes dejaron de circular. Verdad o mentira, el mito sobrevivió por años. Yo tenía varias de estas figuritas y las tiré a causa de los rumores que escuchaba en la primaria. A pesar de mis pocos años sabía que algo malo estaba pasando con esa caricatura.

Hace unas horas casi me desmayo cuando recorría la sección de juguetes de un supermercado y me encontré con esto:


Regresaron del infierno para vengarse de aquellos niños que en ese entonces nos deshicimos de ellos. Quienes tuvieron su infancia hace más o menos veinte años saben que el regreso de los muñecos de Los Pitufos no es poca cosa. La nostalgia regresa, pero acompañada del miedo a que el cuento finalmente resulte verídico. Yo por si las dudas duermo con el seguro puesto en la puerta de mi cuarto y por nada del mundo me compraré una de estas figuras. Lo malo es que les tomé una foto, y quizá ya me estén siguiendo la pista. Los Pitufos han regresado. Por favor, despiértenme de esta pesadilla.

lunes, 10 de agosto de 2009

Cuando el karma no nos quiere

Lo confieso, no creo en el karma. Nunca de los nunca me ha convencido la idea de que todo lo que se hace en la vida se nos regresa; hace dos años escribí sobre el tema en este blog y ahora lo reafirmo: eso de que todo lo malo que nos sucede tiene su origen en nuestras malas acciones nomás no me cuadra.

Sin embargo, a últimas fechas el dichoso karma se ha valentonado conmigo hasta el grado de obligarme de a poquito a creer en él. Yo no quería, pero los hechos me obligan a considerar que todo ese cuento a lo mejor no lo es tanto.

Sucede que a principios de año, con motivo del inicio del Hexagonal Final de la Concacaf, dentro de las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010, el periódico mexicano Récord sacó una peculiar promoción cuya finalidad era apoyar a la Selección Mexicana de futbol: nada más ni nada menos que unos muñequitos vudús de los rivales. Tras juntar los cuponcitos, uno podía cambiarlos por un paquete que incluía un muñeco de trapo, instructivo de uso, las playeras de los equipos rivales y por supuesto, unos alfileres. Dependiendo del rival en turno, uno vestía a su vudú y se preparaba para infringirle toda clase de castigos y maltratos. Tanta negatividad y mala onda llegaría al equipo rival, haciendo más fácil la victoria del conjunto mexicano.

Lo malo fue que en el primer partido el
vudú contra los gringos no funcionó; ni tampoco contra los hondureños; ni contra los salvadoreños; y aunque jugando en casa se venció a Costa Rica y a Trinidad y Tobago, la forma en la que se perdieron los tres juegos de visitante me hicieron pensar que los malos deseos y odio (deportivo, pero odio al fin y al cabo) vertidos sobre los muñecos regresaba a nosotros. Después de esos cinco partidos México está ubicado en la cuarta posición, razón por la cual el boleto al Mundial está en riesgo.

Un día antes de cada uno de los primeros partidos tenía la costumbre de lacerar hasta el cansancio al muñeco vudú en turno. Con las derrotas comenzaron mis dudas y ahora no sé si debo seguir usándolos. El miércoles México juega un partido de vida o muerte contra Estados Unidos, su rival más odiado. La rivalidad entre ambas selecciones ha elevado este juego a la categoría de clásico. Hace tres semanas les ganamos 5-0 en Nueva York en la final de la Copa de Oro. Los gringos buscan venganza. Por eso mi duda es ¿debo mandarle malas vibras a los gringos, aun con el riesgo de que el karma nos las cobré esa misma tarde… o dejo de implorar a fuerzas extrañas y confío en que la garra y talento de nuestros jugadores nos sacarán adelante?

Miércoles 12 de agosto, 3 de la tarde… no hay aficionado al futbol que desde hace tiempo no tenga esa fecha grabada en la mente. Tengo mis boletos para asistir al Estadio Azteca y dejar la garganta y el alma misma, por apoyar a mi país. 110 mil almas haremos lo posible por dejarle claro a los estadounidenses que aquí mandamos nosotros. Con nuestra entrega, más el coraje y orgullo de nuestros jugadores debe bastar. Aunque una ayudadita extra nunca está de más.

Querido Karma, si sacó los vudús ¿por esta vez podrías hacer como que no viste nada?
******* Actualización Sábado 15 de agosto de 2009 ******
Al final no usé el muñequito Vudú. Fuí al estadio y después de un juego intenso, México ganó 2-1 a Estados Unidos...

domingo, 9 de agosto de 2009

Noche de tributo al Rey


Pensabas que no sería para tanto pero al final resulta que hasta nervioso estás. Aunque la cita es a las 10 de la noche, llegas casi una hora antes y te topas con la primera sorpresa de la noche: no estás solo. Como tú, otros cientos de fanáticos han arribado al Hard Rock Live con la firme y por lo tanto irrevocable convicción de rendirle homenaje al recién desaparecido Rey del Pop.

La cola para entrar al recinto se incrementa cada minuto, los vendedores ambulantes ofrecen desde playeras hasta discos de vinil originales, el tráfico en aumento; todos esos detalles suceden sin que repares demasiado en ellos pues tu atención y mirada están fijas en esa estrella negra del piso que en su interior tiene grabado con letras doradas un nombre: Michael Jackson.

Al ingresar notas que el lugar está repleto. Y eso que pensabas que no vendría nadie. Como puedes avanzas entre las poco más de mil personas ahí presentes. Es entonces cuando percibes que la atmosfera se volvió diferente. Rostros emocionados; personas portando un guante blanco, o un sombrero, o las dos cosas; desde adolescentes hasta personas de la tercera edad, todos con una ansiedad triste pero festiva, buscando un pedacito de irrealidad que les diga que lo acontecido el pasado 25 de junio no fue más que un mal sueño. Vas a la barra y pides una Coca Cola sin hielo (sientes que estás por enfermarte) que te cuesta 30 pesos y además te sabe a gloria. Finalmente encuentras un espacio en dónde decides esperar a que inicie el tributo para el cual compraste los boletos con muchos días de anticipación.

El sonido del lugar reproduce canciones clásicas del rock y eso hace que la espera sea más soportable. Los minutos pasan y cada intervalo entre melodía y melodía invitan a la esperanza de que ahora sí ya dará inicio el tributo. Sin embargo ya va media hora de retraso, no dejan de llegar personas y te preguntas dónde cabrán tantos. En el murmullo medio escuchas que el show se retrasó hasta las 11 de la noche… y tú que mañana tienes guardia y entras a trabajar a las 6 de la mañana. Aun así sonríes para tus adentros. Basta con que sientas toda la energía contenida en ese pequeño foro para que confirmes que algo especial, una de esas noches mágicas, está por ocurrir.

11 de la noche. Las luces se apagan. Una gran pantalla blanca desciende. En ella comienza a proyectarse el mismo video de apertura que viste en 1993 en el Estadio Azteca, cuando fuiste al mejor concierto de tu vida.




Se te eriza la piel. Una mezcla de nostalgia, adrenalina y emoción hacen jirones tus emociones. Desde ese momento te pierdes en la locura colectiva. Cada uno de los presentes de seguro experimenta lo mismo. Después la pantalla se levanta y miras a un par de coristas, unos cuantos músicos y en el centro, está él. Sabes que se trata de Estefan Jackson, el mejor imitador de Michael Jackson en Latinoamérica, y aun así te quedas frío ante su imagen. Y comienza el show, lleno de juegos de luces, explosiones y cambios de vestuario de Estefan y sus bailarines. Durante la próxima hora y cuarto caes preso del hechizo. Cada canción te vuelve a llenar de recuerdos inolvidables. Miras a tu alrededor. Todos están igual de cautivos que tú. Los gritos de ‘¡Qué viva el Rey!’ o ‘Michael, Michael’ no cesan. Y quieres creértela. No quieres acercarte demasiado al escenario pues deseas que tu corazón esa noche sea felizmente engañado.

Entre canciones Estefan habla sobre el sentimiento de haber imitado a Michael por 16 años y se le quiebra la voz. A ti se te hace un nudo en la garganta y una lágrima recorre tu mejilla. El resto de las mil personas reunidas están como tú, con el corazón roto pero feliz. Más allá de que el parecido es asombroso y el show de calidad, lo verdaderamente invaluable es cuando te das cuenta que no eres el único que lloró la muerte de Michael. Por semanas te sentiste extraño cuando los demás cuestionaban tu tristeza por su muerte, incluso has aguantado burlas. Pero ahora, al verte rodeado de gente que como tú siente en el alma esta perdida, te sientes reconfortado, acompañado. No eres tú sino millones en México en el mundo quienes quieren homenajear al más grande. Por eso noches como esta. Por eso, junto con muchísimos mexicanos más has comenzado a ensayar sólo o en casa para hacer un inmenso baile colectivo de Thriller, a fin de mes, en el Zócalo.

Concluyó el emotivo espectáculo. La inmensa pantalla vuelve a descender y proyecta videos de Michael. No te vas, de hecho nadie lo hace. Trabajadores del Hard Rock Live suben al escenario la estatua del Rey que desde hace meses adorna Reforma mientras que una especie de fiesta muy privada da inicio. Casi una hora después decides irte.

Hoy las ojeras nadie te las quita… ni la sonrisa tampoco. ¡Larga vida al Rey!

viernes, 7 de agosto de 2009

¿Y dónde está Xavier Velasco?


Se solicita su colaboración para localizar un blog que se nos extravió. Su autor es uno de los escritores mexicanos más representativos de los últimos tiempos, un personaje fuera de éste mundo y además, autor de mi novela favorita y responde al nombre de Xavier Velasco.

Paralelo a su nueva novela y a sus colaboraciones en Milenio, durante casi dos años dedicó buena parte de sus escasos tiempos libres a darle vida a uno de los mejores blogs que he leído. Alojado dentro de
'El Boomeran(g)', sitio que hospeda los blogs de varios escritores latinoamericanos de renombre, la bitácora en línea de Xavier Velasco era tan versátil que uno podía encontrar en ella un sinfín de maravillas. Crónicas, comentarios de actualidad, reseñas, sus viajes, narraciones. Todo con su ya personalísimo estilo.

Descubrí la existencia de su blog en agosto de 2007, cuando apenas tenía unos días de haber sido creado. Desde entonces era obligado visitarlo diario para buscar nuevas actualizaciones. Si bien uno nunca termina de conocer a Xavier Velasco, el leer sus entradas nos acercamos un poco más a su personalidad y al origen de algunos elementos de su escritura. Conforme pasó el tiempo la relación de Velasco y sus lectores derivó en una agradable camarería que incluso nos llevó a compartir una con él una
velada inolvidable en febrero del año pasado.

A principios de año Xavier dejó de postear con la regularidad con la que lo hacía. Situación más que comprensible cuando uno sabe que el afamado escritor está dándole los toques finales a ‘Puedo explicarlo todo’, su próxima novela. Aun así, siempre se las ingeniaba para sorprendernos con textos que de repente nos recordaban que Xavier no había olvidado del todo a los lectores de su blog.

Hace unas semanas la dirección que anteriormente me remitía a su blog ahora me remite a la página principal de ‘El Boomeran(g)', en dónde por cierto, no hay ni una aclaración de qué pasó con el espacio del ganador del Premio Alfaguara de Novela 2003. Entonces visité su
página personal y corrí con el mismo éxito. De momento sólo está su columna ‘Pronostico del Clímax’ en Milenio. A la pregunta de ¿y dónde está Xavier Velasco?, no obstante, se asoma una respuesta lógica: el silencio seguramente obedece a que el monstruo (como él le llama generosamente a su novela en construcción) está a punto de ver la luz. Si abandonó por un momento la bloggosfera es porque éste peculiar escritor está a nada de regalarnos una nueva joya en el universo en el que mejor se desempeña, el literario.

No niego que siempre es triste cuando un blog tan bueno llega a su fin. Más si se trata del de mi escritor favorito y no hubo ni una despedida oficial. Ahora mismo ignoró si volverás a bloguear. Lo cierto es que de ti se puede esperar cualquier cosa… por lo pronto, gracias por los casi dos años en los que no escatimaste en regalarnos tus letras.

Te estamos leyendo, eso es seguro.

martes, 4 de agosto de 2009

La edad de las tinieblas


Varios años tuvieron que pasar para que nuestros sentidos volvieran a deleitarse con un nuevo poemario de José Emilio Pacheco. Justo en el marco de la celebración por su 70 aniversario, el emblemático escritor lanzó dos libros inéditos, con los que continúa su obra poética: ‘La edad de las tinieblas’ (poemas en prosa) y ‘Como la lluvia’ (poemas en verso).

Quienes hemos leído sus poemas sabemos que la aparición de estos libros es todo un suceso. No sólo por tratarse del poeta mexicano vivo más importante, sino porque su obra ya es parte de la cultura mexicana. Cuando un pueblo hace suyo a un poeta éste se vuelve eterno y permanece vigente en el imaginativo colectivo. Por eso adquirí con premura ‘La edad de las tinieblas’ y lo leí despacito. Con una calma casi inmaculada. Atesorando cada enunciado en mi recuerdo.

Según el mismo Pacheco, con esta nueva entrega pretende reducir a su máxima inferioridad al poder, la arrogancia, la tendencia materialista, la envidia y demás deseos inhumanos; exaltando en cambio, aquellas virtudes que hacen del mundo un lugar digno de ser vivido. La vida de los insectos, la función del jabón, los rayos del sol, los famosos ‘Jumping Beans’ (frijoles saltarines) o hasta la cotidiana costumbre de rasurarse cobra un significado diferente a través de la óptica de un hombre tocado por el don de volver poesía cuanto escribe.

‘La edad de las tinieblas’ continúa el eje central de la obra de Pacheco: la nostalgia, esa eterna lucha/complicidad con el olvido y el recuerdo de una ciudad que hace mucho dejó de ser habitable. Todos desde un punto de vista siempre nuevo, que muestran a un poeta en plenitud, dueño absoluto de todos los recursos narrativos posibles y que poseen la facultad de tocar las fibras más sensibles de sus lectores, sin importar su edad o extracto social.

Fueron 50 poemas inolvidables. Cada uno de ellos entrañable, dueño de una voz propia y singular. Tras leerlos caigo en la cuenta de que la vida es un lugar de claroscuros. Que es justo en la edad de las tinieblas en dónde la belleza de la vida cobra mayor relevancia y se vuelve más fuerte y significativa. José Emilio Pacheco sigue más vigente que nunca. Su obra está llena de la maestría que sólo alcanzan los poetas que encuentran un estilo propio y son capaces de perfeccionarlo cada vez más.

No veo la hora de empezar a leer ‘Como la lluvia’.

sábado, 1 de agosto de 2009

Seducción electrónica


La música electrónica nunca me ha gustado. O eso creía.

Manejo sobre Churubusco, cerca del cruce con Tlalpan. La tarde está linda y soleada, brilla. Por eso aproveché para salir de casa y respirar vida. Generalmente vago sin rumbo fijo hasta que me aburro o quedo atrapado en un embotellamiento. Entonces me enojo y maldigo el haber salido de la tranquilidad de mi hogar para internarme en ésta selva de asfalto a la que es imposible odiar por mucho daño que nos haga.

Afortunadamente la tarde de hoy es diferente y misteriosamente apacible. Pongo el CD en el stereo del auto. La verdad no espero gran cosa del disco de Paul Van Dyk que por mero azar cayó en mis manos el pasado fin de semana. Cierto es que en unos días tengo que devolverlo a su legitima dueña, cierto también, es que la curiosidad de escucharlo me venció.

Track 1. No es lo máximo, pero tampoco me desagrada. Una voz en mi interior me dice que dentro de unos minutos lo quitaré y en su lugar pondré algo de Alejandro Sanz, Robbie Williams o Panda. Otra voz en mi interior me dice que espere un poco. Para cuando comienza el segundo track, la música ya manda en mi. Se apodera de mis pensamientos y sensaciones. Comienzo a creer que en realidad ese disco no es tan malo. A estas alturas creo que lo escucharé completo. Diez minutos después, todos esos sonidos y efectos sonoros se han transformado en adrenalina que corre y recorre mis venas. Conscientemente inconsciente acelero más. Apenas dimensiono la locura y el peligro de transitar por avenida Churubusco a 140 km/h. Mi locura, Van Dyk, la tarde azul y un recuerdo. Todo se conjuga y me hace sentir ¿fuerte? No. ¿Más vivo? Sí, debe ser eso.

El disco de electrónica termino gustándome. Supongo que lo mismo pasa con el amor. Así como nunca planeé escuchar algo así por propio gusto, uno tampoco espera caer enamorado cuando menos lo espera. No me pregunten por qué, pues seguramente no podría explicarlo, pero de repente comprendí por qué estos ritmos le gustan tanto a su legitima dueña. Dentro de cada bit hay alegría, misticismo, belleza y un universo de sensaciones.

Terminé de oír los once tracks. En unos días el disco regresará a su propietaria. Dejo mi auto en una calle sobre la lateral de Churubusco y subo a un puente peatonal que atraviesa la avenida. Veo mi sombra proyectada en el asfalto, admiro la ciudad y un solo pensamiento invade mi mente ‘sé que estas bien, porque la tarde esta linda y soleada’. Así murió mi aburrimiento esta tarde. Ahora sé que la música también sirve para explorar otros mundos y ser feliz.
-escrito en noviembre de 2006