miércoles, 28 de julio de 2010

Mi Inesperado, imposible e inminente encuentro con Don Bosco


La primera vez que escuché su nombre imaginé una rana tipo ‘El Viento en los Sauces’, y no a un santo italiano. Era 1993, me faltaba un año para terminar la primaria y debido a mis buenas calificaciones (en realidad, guardaba el cuaderno debajo de la banca en los exámenes) a mis papás les dio por buscarme una secundaria particular. Hasta ese momento, mis nueve años de educación habían transcurrido en instituciones de gobierno, por lo que el cambio no me convencía del todo. Entre la baraja de posibles escuelas, una llamó mi atención: el Instituto Don Bosco.

El día que me llevaron a conocer el lugar quedé encantado con el tamaño y lo bonito de las instalaciones. Por todos lados estaba la imagen de un hombre joven, sonriente y poseedor de un carisma indescriptible. Aquel rostro me seguiría desde entonces. Así fue mi primer encuentro con Don Bosco. Lleno de desventajas con relación al resto de los aspirantes (en mi vida había llevado inglés) hice los exámenes. Nunca supe cómo fui capaz de quedar en la codiciada lista de aceptados. El resto, es historia. Cursé mi secundaria y preparatoria en el IDB, escuela perteneciente a la congregación salesiana, de 1994 hasta el año 2000.

A fuerza de ser honesto, sigo sin saber cómo calificar mi vida en el Don Bosco. Podría decir que aunque viví cosas muy buenas dentro de sus paredes, nunca pude integrarme de todo a su peculiar ambiente, que por momentos se tornaba pesado y raro para todo aquel que no fuera parte del grupo popular del colegio. Así como conocí gente excepcional, también me encontré con gente creída y petulante. A la distancia me pregunto si esta percepción tenía que ver con mi edad adolescente, o si realmente la historia fue tal y como la recuerdo. Algún día narraré en éste blog un poco más de lo que fueron aquellos años en los que por primera vez me enamoré realmente, esos en los que supe lo que era el rechazo de los demás y la amistad verdadera, épocas en las que pasé de ser un buen estudiante a ser el último lugar del salón, días de irme de pinta y volverme un malandro; no obstante, lo que realmente me marcó, fue el propio San Juan Bosco.

De Juan Melchor Bosco hay millones de hojas escrito. No me considero conocedor de su obra, ni lo pretendo ser. Sólo guardo datos inexactos pero claros. Don Bosco nació el 16 de agosto de 1815, en un pueblo cercano a Turín, en Italia. A los 9 años tuvo un curioso sueño con María Auxiliadora. Él mismo lo narra:

"(...) Cuando tenía nueve años, tuve un sueño... ¡Este sueño me acompañó a lo largo de toda mi vida! Me pareció estar en un lugar cerca de mi casa, era como un gran patio de juego de la escuela. Había muchos muchachos, algunos de ellos decían malas palabras, Yo me lancé hacia ellos golpeándoles con mis puños. Fue entonces cuando apareció un Personaje que me dijo: “No con puños, sino con amabilidad vencerás a estos muchachos” Yo tenía sólo nueve años. ¿Quién me estaba pidiendo a hacer algo imposible? Él me respondió: “Yo soy el Hijo de Aquella a quien tu madre te enseñó a saludar tres veces al día. Mi Nombre pregúntaselo a mi Madre.” De repente apareció una Mujer de majestuosa presencia. Yo estaba confundido. Ella me llevó hacia ella y me cogió de la mano. Me di cuenta que todos los niños habían desaparecido y en su lugar vi todo tipo de animales: perros, gatos, osos, lobos... Ella me dijo: “Hazte humilde, fuerte y robusto… y lo que tu ves que sucede a estos animales , tu lo tendrás que hacer con mis hijos.” Miré alrededor y vi que los animales salvajes se habían convertido en mansos corderos ... Yo no entendí nada… y pregunté a la Señora que me lo explicara... Ella me dijo: "A su tiempo lo comprenderás todo".

Desde entonces Don Bosco dedicó su vida a la educación de los jóvenes y al sacerdocio. Creador del Sistema Preventivo, fundador de la orden Salesiana e impulsor de la idea de que ‘Santidad es alegría’, e innovador por su jovialidad y formas de llevar su vida. Podría dar más y más datos, como aquel de que cuando Don Bosco se encontraba en peligro, un misterioso perro gris surgía de la nada para ayudarlo. Pero lo que realmente quiero transmitirles, lo que en verdad me interesa, es contarles mi relación con Don Bosco. Siempre recurro a él. Cada que me siento solo, que necesito un milagro, o que simplemente, necesito encausar mi vida, sé que cuento con su protección. Varias veces le he pedido imposibles. Le pedí que todo saliera bien cuando mi papá tuvo un transplante de riñón, y saben, me escuchó. Gracias a San Juan Bosco, sé que la religión también tiene su lado divertido, que no todo es seriedad y que es válido tener fe sin andar todo el tiempo con cara de velorio.

El próximo 4 de agosto, la reliquia insigne de Don Bosco, su corazón y brazo derecho dentro de una estatua de resina, llegará a México en el marco de la peregrinación mundial que comenzó en julio del 2009 en Turín, y finalizará en enero del 2014. Dicho evento conmemora los 150 años de la fundación de la Congregación Salesiana, y el bicentenario del nacimiento de Don Bosco, en 2015. En México recorrerá varios estados. En la Ciudad de México, estará en lugares emblemáticos como la Basílica de Guadalupe y la Catedral Metropolitana. Pero será el 16 de agosto, a las 21 horas, cuando las reliquias de Don Bosco visiten el IDB. Volveré a mi antiguo colegio sabiendo que el encuentro con un amigo de toda la vida será inminente. A días de que esto suceda, no quiero ni sospecho lo que pasará con mi mente y corazón. Pero me marcará, lo sé.



Me considero católico, pero poco apegado a mis creencias. Esté no pretende ser un post religioso ni quiere venderles culto alguno. Únicamente quería hablarles de un aspecto poco conocido de mi vida.

Toda la información de la visita de Don Bosco, aquí.

3 comentarios:

Ra. dijo...

hey... gracias por pasare por mi casa!!! me encantan tus mensajes, y no te quejes amigo, tu historia fue leida por muchos que aunqeu en silencio la disfrutamos....

nos gusta tu blog asi variadito.. muy tu !!

un abrazo !!!

Kiddo dijo...

Las experiencias que a muchos les averguenza contar, las estampas aquí sin ningún pudor.

Lo que creemos debemos llevarlo con orgullo, no con verguenza.
Felicidades por tu ecuanimidad.

Saludos y abrazo.

gabriel revelo dijo...

ross: no me agradezcas el pasar por tu blog, ¡si me encanta! y gracias por seguirme leyendo, es un honor... saludos y nos seguimos leyendo! =)

kiddo: gracias, esa es la idea, contarlo sin crear prejuicios. decir 'en esto creo' y ya. un sincero abrazo, de vuelta.