jueves, 31 de diciembre de 2009

Adiós a mis viejos Converse... y al 2009 también


Hace unas horas usé por última vez mis viejos Converse negros. Descoloridos, sin forma y lleno de agujeros. Francamente me daba pena usarlos en tan deplorable estado. Por eso esta tarde me compré unos tenis nuevos. Aunque el modelo es el mismo la diferencia inmediatamente se nota. Algo tiene lo nuevo que revitaliza el alma y en cierta forma, nos expande un poco de olvido (siempre insuficiente) para dejar de lado el pasado.

En mi caso, no puedo dejar de ver con cierta melancolía mi antiguo calzado. Por más que mis nuevos Converse huelan a nuevo, su color negro sea intenso y estén inmaculadamente limpios, algo les falta. Resulta paradójico que cambie de tenis justo cuando el año también llega a su fin. Al igual que mis viejos tenis, el 2009 terminó algo maltratado. Varios de mis conocidos coinciden con algunos periodistas y analistas que dicen, lo mejor que podría pasar con éste año es que termine. No sé si comparto su punto de vista.

Mis viejos Converse están desgastados de tanto caminar, pero no me arrepiento de cada metro recorrido con ellos. Historias de mis andanzas que al fin y al cabo conforman mi presente. Lo mismo pasa con el 2009, por más desgracias o sinsabores tuvo sus cosas buenas, sus ratos inolvidables en los que el amor, la amistad y los buenos sentimientos estuvieron presentes.

Aprendimos a vivir preocupados. El 2009 estuvo marcado por una crisis económica que por desgracia desbalanceo a México. Una epidemia puso de jaque al país entero y el más grande de los artistas (mi favorito) murió y se transformó en leyenda. Fue, además, un año en el que la conciencia ecológica y la preocupación por el futuro se comenzó a tornar en un tópico de primera necesidad para la humanidad. Como ya va haciéndose costumbre, la realidad supera a la fantasía.

A nivel personal también hubo mucho que contar. Mi Atlante ganó la Liga de Campeones de la Concacaf y jugó el Mundial de Clubes en Emiratos Árabes Unidos; recordé que escribí el cuento más breve del mundo; confesé que un día me hice popo en una clase de natación; conocí a un brujo pintoresco; casi me llevan al 'Torito' a causa de mi alcoholismo; rememoré mis años de malandro en la prepa; le declaré la guerra al Osito Gominola; presumí mi vaso de colección; abrí mi Twitter y descubrí que esta red social se está convirtiendo en el principal enemigo de los blogs; comencé a subir videos de mi familia a internet; bailé Thriller en el Monumento a la Revolución; algo raro pasó en mi casa la noche del 16 de octubre; por primera vez en mi vida pensé en cerrar mi blog; viaje a Michoacán y otras peripecias más.

Fue un año movidito en el que los Converse fueron de allá para acá. Hoy se van y el 2009 también. Venga lo nuevo y bienvenidos los recuerdos. Nos leemos el próximo año.

3 comentarios:

Tulius Ciceron dijo...

jaja te deje un comment en tu entrada del torito y debo complementar que mi multa fue de 200 asi que a mi me salio mas barato que haberlos sobornado ja!.

Siempre la vida te da enseñanzas y afortunadamente gente como tu, aprende de ellas y las recuerda con gracia. Es una actitud muy agradable y positiva en como lo haces.

Por cierto, falto entre tus remembransas, el haber conocido a Hector Suarez Gomíz


Desandote un exitoso año, y mis mejores vibras, espero que este año tambien sea de mas enseñanzas positivas.

Aunque no comente siempre, aqui ando ;)

Victoria dijo...

ahora esperemos las nuevas aventuras de Gabriel y sus inseparables converse!!! yo tambien son conversemaniaca, los mios son cafes con corazones de puntitos rosas... raros, como yo

gabriel revelo dijo...

maverick: a pues no te salió tan caro el chiste jeje... cierto, debí haber puesto lo de Suárez Gomís. gracias por leerme a lo largo del 2009 y por tus comentarios hacia mi. igualmente deseo que tengas un gran año en todos los sentidos y... nos estámos leyendo.

victoria: los converse son la neta.... nunca he visto el modelo que tienes, ¿pues dónde los conseguiste?