Lo confieso, no creo en el karma. Nunca de los nunca me ha convencido la idea de que todo lo que se hace en la vida se nos regresa; hace dos años escribí sobre el tema en este blog y ahora lo reafirmo: eso de que todo lo malo que nos sucede tiene su origen en nuestras malas acciones nomás no me cuadra.
Sin embargo, a últimas fechas el dichoso karma se ha valentonado conmigo hasta el grado de obligarme de a poquito a creer en él. Yo no quería, pero los hechos me obligan a considerar que todo ese cuento a lo mejor no lo es tanto.
Sucede que a principios de año, con motivo del inicio del Hexagonal Final de la Concacaf, dentro de las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010, el periódico mexicano Récord sacó una peculiar promoción cuya finalidad era apoyar a la Selección Mexicana de futbol: nada más ni nada menos que unos muñequitos vudús de los rivales. Tras juntar los cuponcitos, uno podía cambiarlos por un paquete que incluía un muñeco de trapo, instructivo de uso, las playeras de los equipos rivales y por supuesto, unos alfileres. Dependiendo del rival en turno, uno vestía a su vudú y se preparaba para infringirle toda clase de castigos y maltratos. Tanta negatividad y mala onda llegaría al equipo rival, haciendo más fácil la victoria del conjunto mexicano.
Lo malo fue que en el primer partido el vudú contra los gringos no funcionó; ni tampoco contra los hondureños; ni contra los salvadoreños; y aunque jugando en casa se venció a Costa Rica y a Trinidad y Tobago, la forma en la que se perdieron los tres juegos de visitante me hicieron pensar que los malos deseos y odio (deportivo, pero odio al fin y al cabo) vertidos sobre los muñecos regresaba a nosotros. Después de esos cinco partidos México está ubicado en la cuarta posición, razón por la cual el boleto al Mundial está en riesgo.
Un día antes de cada uno de los primeros partidos tenía la costumbre de lacerar hasta el cansancio al muñeco vudú en turno. Con las derrotas comenzaron mis dudas y ahora no sé si debo seguir usándolos. El miércoles México juega un partido de vida o muerte contra Estados Unidos, su rival más odiado. La rivalidad entre ambas selecciones ha elevado este juego a la categoría de clásico. Hace tres semanas les ganamos 5-0 en Nueva York en la final de la Copa de Oro. Los gringos buscan venganza. Por eso mi duda es ¿debo mandarle malas vibras a los gringos, aun con el riesgo de que el karma nos las cobré esa misma tarde… o dejo de implorar a fuerzas extrañas y confío en que la garra y talento de nuestros jugadores nos sacarán adelante?
Miércoles 12 de agosto, 3 de la tarde… no hay aficionado al futbol que desde hace tiempo no tenga esa fecha grabada en la mente. Tengo mis boletos para asistir al Estadio Azteca y dejar la garganta y el alma misma, por apoyar a mi país. 110 mil almas haremos lo posible por dejarle claro a los estadounidenses que aquí mandamos nosotros. Con nuestra entrega, más el coraje y orgullo de nuestros jugadores debe bastar. Aunque una ayudadita extra nunca está de más.
Querido Karma, si sacó los vudús ¿por esta vez podrías hacer como que no viste nada?
Sin embargo, a últimas fechas el dichoso karma se ha valentonado conmigo hasta el grado de obligarme de a poquito a creer en él. Yo no quería, pero los hechos me obligan a considerar que todo ese cuento a lo mejor no lo es tanto.
Sucede que a principios de año, con motivo del inicio del Hexagonal Final de la Concacaf, dentro de las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010, el periódico mexicano Récord sacó una peculiar promoción cuya finalidad era apoyar a la Selección Mexicana de futbol: nada más ni nada menos que unos muñequitos vudús de los rivales. Tras juntar los cuponcitos, uno podía cambiarlos por un paquete que incluía un muñeco de trapo, instructivo de uso, las playeras de los equipos rivales y por supuesto, unos alfileres. Dependiendo del rival en turno, uno vestía a su vudú y se preparaba para infringirle toda clase de castigos y maltratos. Tanta negatividad y mala onda llegaría al equipo rival, haciendo más fácil la victoria del conjunto mexicano.
Lo malo fue que en el primer partido el vudú contra los gringos no funcionó; ni tampoco contra los hondureños; ni contra los salvadoreños; y aunque jugando en casa se venció a Costa Rica y a Trinidad y Tobago, la forma en la que se perdieron los tres juegos de visitante me hicieron pensar que los malos deseos y odio (deportivo, pero odio al fin y al cabo) vertidos sobre los muñecos regresaba a nosotros. Después de esos cinco partidos México está ubicado en la cuarta posición, razón por la cual el boleto al Mundial está en riesgo.
Un día antes de cada uno de los primeros partidos tenía la costumbre de lacerar hasta el cansancio al muñeco vudú en turno. Con las derrotas comenzaron mis dudas y ahora no sé si debo seguir usándolos. El miércoles México juega un partido de vida o muerte contra Estados Unidos, su rival más odiado. La rivalidad entre ambas selecciones ha elevado este juego a la categoría de clásico. Hace tres semanas les ganamos 5-0 en Nueva York en la final de la Copa de Oro. Los gringos buscan venganza. Por eso mi duda es ¿debo mandarle malas vibras a los gringos, aun con el riesgo de que el karma nos las cobré esa misma tarde… o dejo de implorar a fuerzas extrañas y confío en que la garra y talento de nuestros jugadores nos sacarán adelante?
Miércoles 12 de agosto, 3 de la tarde… no hay aficionado al futbol que desde hace tiempo no tenga esa fecha grabada en la mente. Tengo mis boletos para asistir al Estadio Azteca y dejar la garganta y el alma misma, por apoyar a mi país. 110 mil almas haremos lo posible por dejarle claro a los estadounidenses que aquí mandamos nosotros. Con nuestra entrega, más el coraje y orgullo de nuestros jugadores debe bastar. Aunque una ayudadita extra nunca está de más.
Querido Karma, si sacó los vudús ¿por esta vez podrías hacer como que no viste nada?
******* Actualización Sábado 15 de agosto de 2009 ******
Al final no usé el muñequito Vudú. Fuí al estadio y después de un juego intenso, México ganó 2-1 a Estados Unidos...
2 comentarios:
Sí, recuerdo que en uno de tus posts anteriores habías escrito acerca de hacer hechizos con muñequitos vudú.
Te digo, eso no sirve, querés hacer hechizos de a deveras? tenés que tener fuego a la mano, y hacerlo en plena Luna llena.
Bueno, y lo del karma, es cierto, amenos que quieras escaparte por la salida fácil (no es bueno!) para no pagar, Ja! pero siempre hay forma de burlar eso de que todo en ésta vida se paga, y sin salir por la salida fácil.
Te saludo y me despido.
Atentamente:
Jessie (felicitame por el cumple de mi padre y porque soy la primera).
jessie: ¿y por qué te voy a felicitar si el cumple no es tuyo? felicidades a tu papá...
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