sábado, 16 de enero de 2010

Me duele Haití


Como una tristeza inevitable y desprovista de consuelo. Así se siente mirar las noticias y ver las imágenes que desde hace 4 días nublan nuestras esperanzas. Un temblor de más de 7 grados sacudió Haití la tarde del martes l2 de enero, desde entonces nada es igual; ni para mi, ni para quienes diario abrimos el periódico y nos horrorizamos con la situación en Puerto Príncipe, mucho menos para los miles de haitianos que hoy sufren la crueldad de un destino que a veces juega a ser injusto. Cuesta entender el por qué esta tragedia tuvo que darse en el país más pobre del continente americano, ahí, dónde sus pobladores llevan acumuladas décadas de sufrimiento, es precisamente dónde hoy están puestos los ojos del mundo. El apocalipsis tiene una sucursal en el Caribe.

Me duele Haití por su gente, por su historia intranquila, por el olvido internacional sufrido por años. Me duele Haití por que su tragedia fue, y Dios no lo quiera, puede ser la misma que la de otras naciones. Me duele Haití por el oportunismo que genera su tragedia y por el morbo que las fotos de sus muertos genera. Me duele Haití porque no puedo estar ahí, sumando esfuerzos para levantar escombros y salvar vidas. Haití me duele porque en sus ruinas se refleja la vulnerabilidad del hombre.

Haití me duele, pero también me da esperanza. Ver los esfuerzos de la comunidad internacional por ayudar al país caribeño es encomiable. En México es conmovedor ver como la sociedad se ha volcado a cooperar de distintas forma con la causa haitiana. De alguna manera conocemos su dolor y ayudarlos es una forma de mantenernos alerta. Al ver el noticiero nocturno podemos sorprendernos, indignarnos o entristecernos. Lo que no podemos permitirnos es la pasividad o pensar en que nuestra ayuda será desaprovechada. Debemos actuar ya. Cómo sea. Falta mucho y se tienen que redoblar esfuerzos. Hace un año varias naciones le dieron la espalda a México con el problema de la influenza, demostremos que somos diferentes y que somos solidarios como ninguna otra nación en la tierra.

Cerca de 100,000 muertos, medio millón de damnificados, carencias alimenticias y de servicios. El paquete es grande y el mundo se moviliza por un objetivo. Tragedias así sirven para ubicarnos a todos. Me dueles Haití, intentaremos curarte dentro de nuestras posibilidades, quizá el dolor disminuya un poco. Hoy mis oraciones y mi ayuda van por ti.

5 comentarios:

Jessie dijo...

Ay ay, pues qué te digo. Pobresitos.

Pero qué le podemos hacer por acá, si la verdad a tu país decís que les dieron la espalda con lo de la influenza, y de todos modos tu país si ayuda? pues no debería.

Además, si he dicho que allá combran por todo, y de todos ayudan, entonces ustedes son los que se van a quedar pobres.

Pero bueno, si ustedes quieren, si vos querés, pues también puedo decir que sos muy buena leche.

Que más puedo deciros? que les deseo buena suerte.

SYD

Atte:
Jessie, la primera

Ricardo Calderón Inca dijo...

DESPUÉS DE TIEMPO QUE POSTEO PERO...ERA NECESARIO VER TODO ESTE SUFRIMIENTO... PARECE SER QUE DIOS SE ESTÁ LLEVANDO A LA "GENTE INNECESARIA"... PORQUE MIERDA NO SE LLEVA A LA GENTE ADINERADA QUE HACE DE SU VIDA UNA TOTAL ESTUPIDEZ... TIENE QUE ENSAÑARCE CON LOS MAS NECESITADOS...

UN ABRAZO BOREAL A LA DISTANCIA!!!

Jorge Atarama dijo...

A todos nos puede pasar el 2007 lo vivimos en Perú, y puede volver a pasar y pasará en cualquier parte el día menos pensado. Así que a ser solidarios al fin y al cabo el planeta es un solo organismo del cual formamos parte y lo que ocurra en un lado influye en todos. Saludos Gabriel.

Ulises dijo...

Cuando supe la noticia senti en la memoria esa sensacion que aparece al tropezarte. Recorde todo lo que sabemos acreca de 1985 en la Cd de Mexico y el impacto social que se sigue viviendo. Ojala pronto se deje un poco aparte el problema de la influenza... Saludos.

gabriel revelo dijo...

jessie: podemos hacer y mucho, hacer donaciones en especie o de dinero. y mi méxico es muy solidario y estoy orgulloso de ello. no importa que nos quedemos pobres cuando lo que está en juego es la vida de otros humanos. uno nunca sabe cuándo nos podría pasar a nosotros.

ricardo: eso mismo nos preguntamos miles de personas... a veces no entiendo al destino. un abrazo desde méxico.

jorge: exacto, todos estamos expuestos y más nos vale comprendernos y ayudarnos. esperemos que la vida se tarde mucho en darnos otra lección.

nery: esa 'psicosis' siempre nos acompañará... para bien o para mal hemos aprendido a convivir con ese miedo... ¡saludos!