sábado, 1 de agosto de 2009

Seducción electrónica


La música electrónica nunca me ha gustado. O eso creía.

Manejo sobre Churubusco, cerca del cruce con Tlalpan. La tarde está linda y soleada, brilla. Por eso aproveché para salir de casa y respirar vida. Generalmente vago sin rumbo fijo hasta que me aburro o quedo atrapado en un embotellamiento. Entonces me enojo y maldigo el haber salido de la tranquilidad de mi hogar para internarme en ésta selva de asfalto a la que es imposible odiar por mucho daño que nos haga.

Afortunadamente la tarde de hoy es diferente y misteriosamente apacible. Pongo el CD en el stereo del auto. La verdad no espero gran cosa del disco de Paul Van Dyk que por mero azar cayó en mis manos el pasado fin de semana. Cierto es que en unos días tengo que devolverlo a su legitima dueña, cierto también, es que la curiosidad de escucharlo me venció.

Track 1. No es lo máximo, pero tampoco me desagrada. Una voz en mi interior me dice que dentro de unos minutos lo quitaré y en su lugar pondré algo de Alejandro Sanz, Robbie Williams o Panda. Otra voz en mi interior me dice que espere un poco. Para cuando comienza el segundo track, la música ya manda en mi. Se apodera de mis pensamientos y sensaciones. Comienzo a creer que en realidad ese disco no es tan malo. A estas alturas creo que lo escucharé completo. Diez minutos después, todos esos sonidos y efectos sonoros se han transformado en adrenalina que corre y recorre mis venas. Conscientemente inconsciente acelero más. Apenas dimensiono la locura y el peligro de transitar por avenida Churubusco a 140 km/h. Mi locura, Van Dyk, la tarde azul y un recuerdo. Todo se conjuga y me hace sentir ¿fuerte? No. ¿Más vivo? Sí, debe ser eso.

El disco de electrónica termino gustándome. Supongo que lo mismo pasa con el amor. Así como nunca planeé escuchar algo así por propio gusto, uno tampoco espera caer enamorado cuando menos lo espera. No me pregunten por qué, pues seguramente no podría explicarlo, pero de repente comprendí por qué estos ritmos le gustan tanto a su legitima dueña. Dentro de cada bit hay alegría, misticismo, belleza y un universo de sensaciones.

Terminé de oír los once tracks. En unos días el disco regresará a su propietaria. Dejo mi auto en una calle sobre la lateral de Churubusco y subo a un puente peatonal que atraviesa la avenida. Veo mi sombra proyectada en el asfalto, admiro la ciudad y un solo pensamiento invade mi mente ‘sé que estas bien, porque la tarde esta linda y soleada’. Así murió mi aburrimiento esta tarde. Ahora sé que la música también sirve para explorar otros mundos y ser feliz.
-escrito en noviembre de 2006

9 comentarios:

dKsh dijo...

Jeje lo mismo me paso a mi con esa música hace ya casi año y medio n.n
Por cierto se me hace esta una manera bastante emocional de "recomendar" un disco (aunq al parecer no haya sido esa tu intención)

Saludos

P.D. Este si no lo había leído (hasta ahora jeje)

dKsh dijo...

Jeje lo mismo me paso a mi con esa música hace ya casi año y medio n.n
Por cierto se me hace esta una manera bastante emocional de "recomendar" un disco (aunq al parecer no haya sido esa tu intención)

Saludos

P.D. Este si no lo había leído (hasta ahora jeje)

dKsh dijo...

Y no entiendo porq mi comentario se publicó 2 veces =S (wtf o.Ô)

En fin...

Gonzalo Del Rosario dijo...

Pero si quieres escuchar música electrónica de la buena

consíguete

THE CHEMICAL BROTHERS, DAFT PUNK, FATBOY SLIM, MOBY, GROOVE ARMADA, FAITHLESS, MASSIVE ATTACK, UNDERWORLD . . .

música que acompañó más de una de mis proyectadas

Jessie dijo...

Ah, viste? por eso a mí también me gusta la música electrónica, para mí es muy prendida y se adapta a caulquier bailable. Por eso tocan mucha de esa en la roller disco, acá en Céfiro.

Y qué estabas haciendo en Churubusco, eh? yo creo que más bien, te fuiste de pinta... ah, no, verdad, pues hoy es Sábado, uy me equivoqué, ja! que boluda, por eso a mi papá también le gusta ese high way.

Churubusco es la que pasa por abajo de Tlalpan, y la que pasa a la entrada de Coyoacán, no? ó ando muy perdida?

Te saludo y me despido.

Atentamente:
Jessie

Eduardo Reséndiz dijo...

A dónde Ibas ReVelo?? CoyoaCán?? Mejor Pasa a Las onCe De La Noche EscuchAndo All Nigthmare long... =D: http://www.youtube.com/watch?v=lwcAkFfVLsM

gabriel revelo dijo...

keisha: en efecto, no era mi intención recomendar ningún disco, pero de que le puse toda la emoción del mundo, eso que ni qué. sería interesante saber la historia de tu encuentro con la música electrónica.

gonzalo: ¡gonzalo, que gusto leerte por acá!, gracias por la visita. anotadas tus recomendaciones. un abrazo hasta perú.

jessie: exacto, esa es avenida churubusco. debo reconocer que esa tarde me sali a vagar sin rumbo fijo.

lalo: no traía un rumbo fijo, aunque contunuamente voy a coyoacán. un saludote.

Victoria dijo...

pues a mi la musica electronica ME ENCANTA!
precisamente porque son puras emociones, pura vida!
desde que escuche hace años a JEAN MICHELLE JARRE, luego las arpas de ANDREAS WOLLENVEIDER, KITARO todo eso que catalogaron como NEW AGE, luego los Chemical Brothers, Moby etc..
ahora
la maravilla
Armin Van Büren
Tiesto
Roger Sanches (mi favorito)

a mi me parece que lo que te haga sentir bien es BUENA MUSICA...

disfrutala

gabriel revelo dijo...

víctoria: te confesaré que antes odiaba ese estilo de música. ahora la tolero. lo cierto es que mis gustos no han cambiado demasiado. ¡saludos!