sábado, 7 de marzo de 2009

La cruda realidad


Esta extraña sensación de estar sin estar. De estar desconectado del resto de mi cuerpo y a la vez estorbarme en cualquier posición en la que intente acomodarme. Así me siento, como si estuviera en un universo paralelo del que espero salir en cualquier momento. Éste sábado que parece no tener ni pies ni cabeza se explica fácilmente: estoy crudo.

Maldita resaca, llegó puntual. Desperté cerca del mediodía (no es mucho si consideramos que casi me dormí a las 6 de la mañana). Los síntomas son los clásicos: mucha sed, dolor de cabeza, pesadez estomacal, somnolencia y un desagradable aroma etílico que emana de los poros de mi piel. Por si fuera poco, el clima no ha estado de mi lado y lo que en otras circunstancias sería un disfrutable día soleado, en mi situación no hace más que acentuar mis malestares.

Sé que hay brebajes o remedios cuyo propósito es atenuar el sufrimiento de la cruda, pero algo de masoquismo hace que uno soporte estoicamente y en cierta forma, pague por los abusos de unas horas antes.

Es raro que tome cuando salgo, más extraño es que se me pasen las copas y termine, literalmente “hasta las chanclas”. Ayer fue una de esas noches en las que, con puras cervezas, todo se alineó para que me embriagara de lo lindo. Ahora que lo pienso, no fue tanto lo que tomé ¿será un signo de prematura vejez, o la confirmación de que soy pésimo para beber y con cualquier cosa acabo perdiendo?

De cualquier manera éste sábado no precisa de explicación alguna, sabe muy bien que los recuerdos de una noche de viernes, en la que el alcohol y el amor se mezclan, jamás podrá tener coherencia. Justamente aquí, en el recuerdo de los acontecimientos que vuelven memorable una velada, es donde se encuentra la verdadera agonía de la resaca. Los efectos intoxicantes del alcohol en nuestro cuerpo, son nada en comparación con la espesa labor de asimilar lo sucedido cuando la música, el ambiente festivo de una reunión entre amigos y después, la oscuridad de una calle desolada nos da todo tipo de licencias. Sé es otro bajo los influjos de la bebida o simplemente nuestro 'verdadero yo' es cobardón y necesita pretextos para hacerse presente.

Y en ese punto infinito y sin retorno a la vista me encuentro. Entre confundido y dudoso, traigo decenas de imágenes a la memoria y sigo sin esclarecer nada. Lo cierto que es la noche de anoche dista de ser común y sus efectos amenazan con seguirme taladrándome la conciencia. Yo mismo me desconozco.

Si no entendieron nada, es normal. Ni yo puedo. Estoy crudo… y mi corazón también.

9 comentarios:

Alviseni dijo...

yo entiendo. pero de hecho hace tiempo que no me puedo emborrachar con cerveza, antes de llegar a ese estado de super borrachez me lleno o me da asco, entonces hasta ahí.

saludotes. abrazo. suerte. parcialmente ex-vecino (ya no vivo acá en la rodeo, al menos no la mayor parte del tiempo).

Ulises dijo...

Oh si, la cruda... no entiendo porque en ese estado hay un ataque de auto cuestión por casi todo... Ok, ojalá ya te hayas aliviado. BYE!

Lata dijo...

jejeje, borrachooooooooooo

S٥y DD dijo...

a la prox invita noo?... lo mejor para la cruda es no dejar que llegue jajajaja así que vuelvetela a conectar...saluditos!!!!!

drneon dijo...

Acostumbrate mi hermano, a menos que seas abstemio como Paco Ignacio Taibo II, la vida del escritor esta llena de bohemia y alcohol.

Mejor aún, domestica a la bestia... si pides Ron, pídelo campechano con mucho hielo, nunca confies en el traidor del vino tinto y lo más importante... siempre ten a la mano dos botellas de Gatorade y una caja de cafiaspirinas al día siguiente, creemme, nada te quita la cruda mejor que eso.

Saludos

soleil dijo...

Salud!

a veces, y solo aveces, pues perderse de uno mismo no es tan malo, quiza hasta sea un descansito, lo importante es que vuelba a encontrar... y eso no pasa hasta dias despues de la resaca.

Saludos!

Victor Montufar dijo...

Yo creo que todos hemos pasado por la maldita cruda, sin embargo siempre hay una soluciòn, en mi casa un consomè, caldito o llàmalo como quieras, con harto limoncito y su chile, y como dice un comercial, de que te levanta, te levanta. Saludos, Vic,

Jessie dijo...

Ay ay Gabrielito, pues la resaca es el castigo por embriagarte mucho, mirá, yo no lo he hecho, pero por lo que decís, y porque mi papá también se embriagó una vez y de eso me ha prohibido hacerlo, no se me antoja hacerlo.

Pero hay varios remedios, uno de ellos es el de provocarte el vómito, es horrible pero el más aficaz. Otro es una taza de coffee muy cargado. También podés comer muchos pimientos picantes, ó con una vaso con leche muy fría.

Te saludo y me despido

Atentamente:
Jessie, la princesa enfermera

gabriel revelo dijo...

alvi: a mi también me da asquito la abundancia de cerveza... pero ya encarrerado jeje... saludos ex vecino- a veces...

neri: pues ya salí y de manerá más o menos estoica y decente.

latita: ¿será?

dd: con gusto te invito, ¡faltaba más!

doc neón: gracias por los consejos. más vale irse haciendo de sus buenas mañas para que esas noches no nos den una que otra sorpresilla desagradable. como siempre, agradezco tu visita,

soleil: ya me encontré... bueno, eso creo, igual y nunca me he tenido.

víctor: se me antojó el consomé. para comprobar la veracidad de tu receta no me queda de otra más que volverme a embriagar y hacer la prueba jojo.

jessie: espero que falte mucho para tu primera cruda, o mejor aún, que nunca llegue. hay otras formas de divertirse. de todas formas, se agradecen tus tips anti-cruda.