Mortal. Inmensa y engañosa, llena de seductoras promesas que nadie en su sano juicio quiere perderse. Quién me puede asegurar que en algún momento de su vida no ha caído en alguna de sus trampas… supongo que nadie.
Por más que vayamos por la vida con una bandera de ‘seres racionales’, jamás estaremos exentos de que la noche y su aliada la luna se las ingenien para de vez en cuando meternos en uno que otro lío. ¿Cuántos de nosotros,sólo bajo el amparo de la obscuridad, nos atrevemos a cruzar la barrera de nuestros propios limites éticos y morales? ¿Qué tiene la noche que convierte lo imposible en posible, arrojándonos al azar de un solo golpe y sin consideración alguna?
Si por si misma, la noche es territorio de lo inimaginable, esta se vuelve aún más peligrosa cuando se alía con el amor, su demonio favorito. Cuántas noches de insomnio, interminables y eternas, han puesto en riesgo nuestra integridad mental al grado de poner de cabeza nuestras ideas y optar por las opciones más descabelladas en pos de acercarnos un poco más a le ejecución del verbo amar. Una llamada, un menasaje inoportuno, pasarnos la madrugada entera afuera de una ventana sin hacer ruido, o simplemente, renunciar al descanso con tal de sumirnos por horas en repasar y repensar la suavidad y encanto de un rostro de mujer.
Una vez que, sonsacados por la noche, cometemos la imprudencia de inquietar los mares de tranquilidad por medio de frases o palabras, sabemos que el volado está echado y que los vientos nocturnos se encargaran de magnificar cualquier error y acierto hasta dimensiones insospechadas, de cambiarte y volverte otro. ¿Cómo pedir disculpas, con la llegada del día, de aquello que hasta a nosotros mismos nos resulta incomprensible? Cuando el argumento verás no tiene ni pies para sostenerse, la suerte es lo único que nos queda, y para colmo, los designios de esta son tan caprichosos como el universo mismo (aquel que como el amor, aterra por infinito).
Horas después, negar nuestras acciones será imposible. La luna y ella bastan como testigos de nuestra debilidad y cobardía que significa actuar al amparo de las sombras. Conmigo la noche no ha sido del todo vehemente conmigo, una y otra vez se las ha ingeniado para mostrarme facetas que ni yo sospechaba tener. Hace poco fue la última vez, dije lo que pienso más nunca digo por ese temor a apresurar las cosas y echarlas a perder; al parecer me equivoqué. Por más que se nos diga que siempre se debe decir la verdad, hay ciertos sentimientos, ciertas ideas que no deberían quedar al descubierto. Por más que la idea sea decirle a la otra persona que al calor de la noche nuestro deseo de protegerla, amarla y hacerla feliz sigue igual, o con seguridad, mucho más fuerte que en la noche.
Estrategias nocturnas al vapor para la conquista, lección 1: lo impulsivo no deja nada bueno.
No dudo que precisamente, escribir esto de noche sea producto de la noche. Son casi la 1 de la madrugada, a estas alturas poco me importa mi pudor, tanto que me desnudo por medio de canciones que expresa mejor que yo lo que al menos hoy me tiene partido en dos. A ver si mañana no me arrepiento por haber escrito esto… como sea, el mensaje es el mismo:
“yo te invito a ese lugar, dónde el amor no se equivoca”.
Por más que vayamos por la vida con una bandera de ‘seres racionales’, jamás estaremos exentos de que la noche y su aliada la luna se las ingenien para de vez en cuando meternos en uno que otro lío. ¿Cuántos de nosotros,sólo bajo el amparo de la obscuridad, nos atrevemos a cruzar la barrera de nuestros propios limites éticos y morales? ¿Qué tiene la noche que convierte lo imposible en posible, arrojándonos al azar de un solo golpe y sin consideración alguna?
Si por si misma, la noche es territorio de lo inimaginable, esta se vuelve aún más peligrosa cuando se alía con el amor, su demonio favorito. Cuántas noches de insomnio, interminables y eternas, han puesto en riesgo nuestra integridad mental al grado de poner de cabeza nuestras ideas y optar por las opciones más descabelladas en pos de acercarnos un poco más a le ejecución del verbo amar. Una llamada, un menasaje inoportuno, pasarnos la madrugada entera afuera de una ventana sin hacer ruido, o simplemente, renunciar al descanso con tal de sumirnos por horas en repasar y repensar la suavidad y encanto de un rostro de mujer.
Una vez que, sonsacados por la noche, cometemos la imprudencia de inquietar los mares de tranquilidad por medio de frases o palabras, sabemos que el volado está echado y que los vientos nocturnos se encargaran de magnificar cualquier error y acierto hasta dimensiones insospechadas, de cambiarte y volverte otro. ¿Cómo pedir disculpas, con la llegada del día, de aquello que hasta a nosotros mismos nos resulta incomprensible? Cuando el argumento verás no tiene ni pies para sostenerse, la suerte es lo único que nos queda, y para colmo, los designios de esta son tan caprichosos como el universo mismo (aquel que como el amor, aterra por infinito).
Horas después, negar nuestras acciones será imposible. La luna y ella bastan como testigos de nuestra debilidad y cobardía que significa actuar al amparo de las sombras. Conmigo la noche no ha sido del todo vehemente conmigo, una y otra vez se las ha ingeniado para mostrarme facetas que ni yo sospechaba tener. Hace poco fue la última vez, dije lo que pienso más nunca digo por ese temor a apresurar las cosas y echarlas a perder; al parecer me equivoqué. Por más que se nos diga que siempre se debe decir la verdad, hay ciertos sentimientos, ciertas ideas que no deberían quedar al descubierto. Por más que la idea sea decirle a la otra persona que al calor de la noche nuestro deseo de protegerla, amarla y hacerla feliz sigue igual, o con seguridad, mucho más fuerte que en la noche.
Estrategias nocturnas al vapor para la conquista, lección 1: lo impulsivo no deja nada bueno.
No dudo que precisamente, escribir esto de noche sea producto de la noche. Son casi la 1 de la madrugada, a estas alturas poco me importa mi pudor, tanto que me desnudo por medio de canciones que expresa mejor que yo lo que al menos hoy me tiene partido en dos. A ver si mañana no me arrepiento por haber escrito esto… como sea, el mensaje es el mismo:
“yo te invito a ese lugar, dónde el amor no se equivoca”.
7 comentarios:
me voy a tirar a la depresió, comeré helado como gringa deprimida y después moriré pues, nadie me dejó ni un comentario en esta entrada que con tanto cariño y dedicación hice...
buaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!
bueno, ya me voy.
HOLA:
NO HAGAS ESO A MI ME SUPER ENCANTO, ES MÁS TE CONFESARE QUE ME ROBE UN PARRAFO PARA MI NOVIO. ES ALGO SUPER ROMANTICO. LA PARTE DONDE ESTA LA CANCION DE ENRIQUE B. ESPERO NO TE MOLESTE.
GRACIAS DE ANTEMANO Y TE MANDO UN ABRAZO DOBLE.
ATTE.
LA HERMANA DE DELIRIO.
OTRA VEZ YO, COMO MI HERMANA SE QUEJO DE MI FIRMA TE DEJO MI NOMBRE Y UNA PETICION: OJALA SIGAS ESCRIBIENDO CON LIGAS PARA ESCUCHAR CANCIONES ROMANTICAS O.K
BESOS. ANGIE
angie. no me molesta, al contrario... muchas gracias por tu visita, que bueno que te gustó lo que leíste. prometo escribir próximamente algo con más ligas. cuídate.
yo apenas lo lei hoy, y me gusto pues me identificio mucho con lo que escribes, no dejes de hacerlo y tampoco caigas en depresiòn, se que no es facil pero intentalo ok?
te envio muchos besos!!
anónimo: quién eres???? ... no importa, quiero darte las gracias por este mensaje y por leerme. de corazón, sólo con detallitos así es posible salvar al amor.
Asi es Gabriel, perdoname por no firmar mis comentario pero ya lo voy a hacer.
Muchos besos. Elo.
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