Hace más de un año estaba a punto de viajar de Cuautla
hacia la Ciudad de México. Eran las 10 de la noche y pese a las advertencias de
lo peligroso que podría resultar tomar carretera a esa hora, me aventuré y
realicé el trayecto.
No iba solo, me
acompañaba mi novia y dos amigos. Confieso que durante el camino iba inquieto.
El estado de Morelos cada vez registra más casos de incidentes relacionados con
el crimen organizado e ir un sábado por la noche por una de sus carreteras
llevaba implícito cierto riesgo.
Para empeorar las cosas, íbamos hablando sobre el narco y
la presencia de éste en gran parte del país, tema que nos sugestionó. Entonces
uno de nuestros amigos contó una anécdota que había escuchado y que nos tensó
aún más...
"Una familia
viajaba de noche por una carretera en el norte del país. Entonces una camioneta
comenzó a seguirlos en medio de la desolada carretera. Tras unos minutos la
misteriosa camioneta no sólo les dio alcance sino que les cerró el paso. De su
interior descendieron varios hombres con el rostro cubierto y fuertemente
armados.
-Somos los Zetas. Le dijeron a la familia.
Los hombres obligaron a los miembros de la familia a
entregarles todas sus pertenencias de valor, incluido el auto. Antes de
marcharse, a modo de advertencia amagaron con asesinar a los miembros de la
familia. Al final decidieron marcharse sin hacerles daño, pero dejándolos
abandonados en medio del camino.
Pasaron cerca de diez minutos hasta que pasó otro
vehículo. El padre de familia les marcó el alto y les pidió socorro. El auto
iba tripulado por 4 hombres.
- Por favor ayúdenos. Acaban de asaltarnos. Nos quitaron
nuestro auto y dinero, fueron los Zetas.
Los pasajeros de aquel auto se miraron entre sí, y le
dijeron a los miembros de la familia que los esperaran media hora pues irían
por ayuda. La familia volvió a quedarse sola por casi una hora.
Finalmente volvió el vehículo con los hombres que
prometieron auxiliarlos. Con sorpresa la familia vio que detrás también venía
el auto que horas antes les habían quitado. Los hombres bajaron con una bolsa negra. Le entregaron
las llaves de su vehículo al padre de familia al tiempo que le dijeron:
- Esos que les quitaron el vehículo no eran Zetas... Ya
pagaron por lo que hicieron.
El padre de familia no supo qué responder. Sólo atinó a
dar las gracias. Entonces nuevamente fue interrumpido por otro hombre que vació
la bolsa negra y de la que cayeron las 3 cabezas; eran de los hombres que los
habían asaltado.
- Nosotros sí somos los Zetas. Dijo otro de los hombres.
Entonces los Zetas se marcharon, dejando a la familia con
su vehículo y mucho más miedo. La familia esperó unos minutos y subió al auto
antes de marcharse, dejando a las cabezas sobre el asfalto como mudos testigos
de esta terrorífica anécdota.
No volvieron a ser sorprendidos aquella noche. Tardaron
varias semanas en atreverse a narrar lo ocurrido".
Hoy esta historia va de boca en boca sin que nadie pueda
decir si ocurrió o no realmente. Desde esa noche en la que escuché el relato no
dejo de recordarlo cada que viajo en carretera y me es inevitable sentir un
escalofrío.
Aquella noche llegamos con bien a casa, aunque cada que
traía un auto detrás me resultaba inevitable no sentir un escalofrío, y le
rogaba a Dios que esa historia no fuera sino una leyenda urbana.
4 comentarios:
mmmm, me intriga saber porque si eso fue hace un año, recuerdas hoy todo eso.
Por otro lado, pues uno si se sugestiona con todo eso, y mas tomando en cuenta que hoy en dia esta aun mas c@bron la delincuencia que hace un año, la cosa aqui es que imagino que hoy lo recuerdas con cierta gracia ese suceso aunque en ese momento estabas bastante nervioso...
No hubo un motivo especifico para sacarlo ahora. Desde hace varios meses tenía planeado subirlo pero no había tenido ocasión.
Saludos :P
si, se a lo que te refieres con postergar por alguna u otra razon un post, tengo uno con relacion a los gatos que no hago desde hace mas de 3 meses y no se me hace...
Terrorífico sí, Morelos es mi estado y es verdad cada vez hay as delincuencia y la sensación de inseguridad también crece, ¿que hacer en una situación así? y la mayor encrucijada para mí: ¿cual de los dos crímenes vas a denunciar? si aunque unos te robaron el auto a punta de pistola, los otros que armados por su cuenta recuperaron tu auto haciendo justicia por mano propia no dejan de ser también criminales sanguinarios.
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