jueves, 3 de mayo de 2012

Chupado


¡Órale, qué te hiciste, estás delgadísimo!

¡Pasa la dieta, estás enflacando un buen!

¿Estás a dieta o haciendo ejercicio? ¡Te vemos más delgado!

Durante las últimas semanas he tenido que escuchar frases como estas y de paso, fingir demencia y cambiar rápidamente de tema. Y es que es cierto, he bajado de peso. 10 kilos en dos meses y medio. Ignoro si es mucho o poco pasar de los 85 a los 75 kilos en ese periodo de tiempo cuando mido 1.70.

Cualquiera en mi lugar estaría feliz de enflacar a ese ritmo. Pero yo no. Adelgazar es algo que nunca estuvo en mis planes. Tener kilos de más me importaba muy poco y ahora eme aquí. A cinco kilos de mi peso ideal y con mi ropa que me queda grande no estoy muy contento que digamos.

Sucede que desde mediados de febrero me encuentro sometido a una dieta extrema. No puedo tomar refresco, ni grasas, ni embutidos, ni pan dulce, ni irritantes, ni alcohol, ni frituras, ni chocolate, ni naranjas, ni calabazas, ni alimentos condimentados, ni lácteos, ni té negro, ni jitomate, ni alcohol, ni frijoles, ni café, ni un montón más de cosas ricas que hacen del comer una delicia.

Ya se imaginarán la de antojos que he acumulado en las últimas semanas. O la de veces que he muerto de envidia cuando veo a todos los que me rodean comer sin pena ni recato alguno.

Entonces ¿por qué carajos estoy a dieta?

Pues porque tengo el estómago lleno de úlceras gástricas. Esto lo descubrí debido a que tiene más o menos un año que padezco un molesto achaque del cual no hablaré por el momento. Cuando adelgazar es una consecuencia, y no un fin, el perder kilos no sabe muy bien que digamos. Es hasta perturbador.

Verse en el espejo y encontrarse frágil, andar subiéndose los pantalones que ya quedan guangos, y sobre todo, saber que uno está cambiando no por convicción, sino porque está enfermo de quién sabe qué cosa.

Con todo y eso la gente dice que me veo bien. Hay chamarras, playeras y camisas con las que antes parecía tamal mal amarrado que ahora se me ven bien. Esto en cierta forma es raro. Siempre había sido gordo. Unas veces más que otras. Nunca me caractericé por estar delgado, ahora mismo tampoco estoy hecho un palo pero por lo menos me veo más estético.

Y sin embargo, cambiaría estos kilos de menos por tener de vuelta la salud que desde hace un año se me anda escondiendo. ¡Yo tan joven y tan lleno de achaques!

:'(

Tampoco crean que me estoy muriendo, sólo es un problemilla al que espero darle solución lo más pronto posible. Les daría más detalles, pero me he prometido no contar todo lo que han sido estos meses hasta estar curado. Lo cual espero, ocurra muy pronto.

Mientras eso pasa, comeré pasto y hojas. Se despide el Gabriel más tilico y chupado que haya existido. Para la próxima que me vean, ya sabrán más o menos porque no estoy tan gordo como acostumbro.

4 comentarios:

XND dijo...

Pues, me da gusto y disgusto a la vez. Francamente si no existiera el "viernes grasoso en la ofcina" muy probablmente no tenfdrías ni las úlceras ni el sobrepeso. Ten en mente tus antecedentes familiares y recuerda la vida cuidados y padecimientos del buen Mario Revelo.

Te mando un abrazo amigo. Cuídese.

Anónimo dijo...

Que bien te vez y créelo tus achaques afortunadamente eso son y gracias a dios no tienes algo grave como mucha gente de tu edad tiene. Da gracias a dios que no tienes nada grave ni tienes que luchar por tu vida. Lo que si cuidate mucho y bajale a partir de hoy a la comilona. Te quiero. July y fam

Anónimo dijo...

Hola!!

Mira que yo se perfecto que eso de las dietas tanto que a la fecha sigo con los achaques del sobrepeso. Me alegra que tu constancia si de resultados.
Siento que hace años que no te leo pero como siempre es un placer hacerlo.
Espero no te hayas olvidado de mi.
Besos!

Dely

gabriel revelo dijo...

johny: jajajaja, pues en honor a la verdad tenía año y medio sin viernes grasosos. de hecho creo que las úlceras no fueron tanto por lo que comía, sino por las horas que dejaba el estómago vacío. Por fortuna es un problema muy diferente al que tuvo mi pa. Gracias por preocuparte y estar al pendiente.

July: tienes TODA la razón, por fortuna mi vida no está en peligro ni nada por el estilo :) Gracias!!!

Dely: Claro que no me olvido de ti. Lo malo es que mi dieta no es por gusto jajaja. Yo por mi preferiría seguir comiendo de todo aunque estuviera gordo, pero bueno, así es la vida. Un abrazo.