domingo, 20 de mayo de 2012

Cometas por el cielo chilango (mi primer concierto de LOVG)


Habrá sido por ahí del 2001 cuando compré su primer disco. Seducido por un par de sencillos que me habían gustado al escucharlos en la radio, me aventuré a comprar "El viaje de Copperpot", segundo álbum de estudio del grupo La Oreja de Van Gogh. Desde entonces comencé a comprar sus discos venideros y podría decirse que me volví su seguidor. Más de diez años después, por primera vez los vi en concierto.

Viernes 18 de mayo del 2012, Pepsi Center de la Ciudad de México, 20:30 horas. Para ser honesto no tenía mucha idea de qué esperar. Uno suele escuchar discos y llevarse grandes sorpresas o decepciones cuando escucha esas mismas melodías en vivo. Cada material de La Oreja de Van Gogh que fui adquiriendo a lo largo de los años me dejó más que satisfecho. Estar ahí valía la pena.

Con este grupo me pasa algo muy peculiar. Sus temas, más que canciones, las considero historias. Cada que compro uno de sus discos lo hago con la emoción de quien compra un libro de cuentos, ansioso por dejarme cautivar por la narrativa y creatividad en la que personajes y situaciones cobran vida. Antes que músicos, considero a los integrantes de La Oreja de Van Gogh como escritores de algunas de las historias que más me han cautivado y acompañado a lo largo de mi vida.

Mentiría si no dijera que La Oreja de Van Gogh y sus literarias canciones forman parte de mi educación sentimental. Por eso, después de acompañarme por años no me lo pensé mucho para ir a su presentación. Y saben, no me decepcionaron, al contrario, fue un C-O-N-C-I-E-R-T-A-Z-O.

Se sabe que una banda es virtuosa en tanto su música en vivo suene igual o mejor que en su disco de estudio. Y eso pasó con La Oreja. Melodías ejecutadas con maestría. Cada uno de los cinco integrantes daba lo mejor de sí, y eso se notaba en la respuesta del público, con quienes los españoles conectaron de inmediato.

Era una gran postal. Los integrantes de La Oreja de Van Gogh (a quienes tanto había visto, pero sólo en fotos) emocionando a cientos de personas que no dejaban de saltar y corear las canciones. Por el tipo de música que interpretan, llegué a pensar que sus conciertos estarían más orientados a la calma. Y sí, pero también hubo mucha energía. Fue de esos conciertos en los que el público raramente encuentra un espacio para sentarse y descansar.

"Deseos de cosas imposibles", "Muñeca de trapo", "París", "La Niña que llora en tus fiestas", "El Último Vals", "Cometas por el cielo", "Puedes contar conmigo" y por supuesto la mítica "Jueves". Escucharlas una y otra vez durante años. Adoptarlas como parte de los momentos importantes de mi vida y finalmente verlas ejecutar frente a mis ojos fue una gran experiencia. Ni que decir de Leire, la vocalista que con su maravillosa voz y presencia escénica me dejó gratamente sorprendido.

Aquellas historias que tanto me gustan, "leídas" en directo, adquieren una mayor emotividad y fuerza, y se clavan en el corazón de quien sin saberlo, esperaba ese momento desde hace mucho. Canción tras canción era una ráfaga de recuerdos-reflexiones-anécdotas que redondearon la noche.

De pronto, quien asiste a un buen concierto, siente su corazón acelerado y emocionado cuando éste recién termina. Así me pasó con esta presentación que se me fue como agua. Al final quedé con ganas de volver a verlos en vivo, no importa que tenga que esperar otros diez años para hacerlo.


Pd. Gracias a mi compañera de concierto, por darle sentido a las canciones y hacer de esa noche algo aun mejor. 

Aquí un video de no muy buena calidad,  grabado durante esa noche (no lo tomé yo).



El Pepsi Center

A pesar de esta maravilla de concierto, hubo un detalle que a los asistentes nos tuvo con cara de espanto durante todo el evento. La forma en la que se tambaleaba el segundo nivel del Pepsi Center. Yo que estaba ubicado debajo de ese piso puedo decir que más de la mitad del concierto esa estructura se cimbraba peor que si estuviera ocurriendo un sismo. Por tanta vibración a causa de los saltos de la audiencia las lámparas estuvieron a punto de caer sobre el público que se encontraba debajo. Incluso hasta caía polvito y pedacitos como de yeso.

El Pepsi Center no tiene ni un mes de haberse inaugurado y ya se encuentra en esas condiciones, ojalá y las autoridades de protección civil hagan algo al respecto. De no ser así, un día no muy lejano podría ocurrir una tragedia en ese sitio. Toco madera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola: muy lindo tu texto yo también soy super fan de LODVG,y bueno he ido a 4 conciertos(3 en el auditorio nacional y este) pero cabe señalar que el pepsi center es un lugar espantoso, creeme muchos pensamos que ocurriria una tragedia y fue dificil disfrutar el concierto, de hecho fans de Megadeth(quien proximamente estara ahi) se estan manifestando en facebook para que proteccion civil revise el lugar, es una pena que les den permiso de abrir lugares "patito" .

gabriel revelo dijo...

Gracias por tu visita y comentario. Espero vuelvan y los pueda ver en otro lugar, La verdad disfruté mucho el concierto. Y sí, ese Pepsi Center debería ser clausurado YA. Saludos!!!