lunes, 5 de marzo de 2012

La mafia franelera

Por dónde se vea, la situación es incoherente: personas que te cobran por utilizar un pedazo de calle, que en teoría, es de todos. Bajo este argumento abusivo operan cientos de "franeleros" en la Ciudad de México, quienes con botellas, cubetas y hasta piedras apartan lugares para que sólo se estacionen ahí quienes paguen la cuota establecida por ellos mismos.

Su pseudo oficio siempre me pareció ilegal, pero realmente nunca había sufrido por su existencia hasta hace unos meses. A causa de mi trabajo algunos días a la semana me veo en la necesidad de estacionar mi auto en la calle de Magdalena, ubicada entre las calles Luz Saviñón y Romero de Terreros, a sólo unos metros de avenida Insurgentes Sur. Resulta que toda esa zona casi a toda hora está atestada de "franeleros".

La primera vez que me aventuré a llevar auto fue un viernes. Llegué unos 15 minutos antes de las 7 de la mañana. Aun había muchos lugares libres y ni un rastro de los franeleros. Aunque ya había varios lugares apartados con cubetas y botellas. Para evitar problemas me estacioné en uno de los lugares "no apartados" y me fui a trabajar. Cerca de las 5 de la tarde regresé por el auto. A diferencia de en la mañana, ahora la calle estaba llena de autos y un franelero cada 20 metros. Abrí mi coche y me subí con toda la calma del mundo. El franelero en turno no me dijo nada, pero podía sentir su mirada 'inconforme' a mi espalda.

A la siguiente semana volví a hacer lo mismo. Obtuve idénticos resultados. De nuevo les gané el espacio a los franeleros y de nuevo me mal miraron cuando me marchaba. Les apliqué la misma fórmula tres veces más. Los días que prefería llegar en Metrobús (la mayoría de las veces) estudiaba el modus operandi de los franeleros. Llegan poquito antes de las 7 de la mañana. De jardines o árboles cercanos sacan las cubetas y botes con las que apartan los lugares. Del mismo lugar agarran una escoba con la que barren el pedazo de calle del que se apropian. Supongo que tienen algún convenio con los vecinos o autoridades del lugar. Cerca del medio día es el cambio de turno, y los franeleros matutinos les ceden el espacio y clientes a los vespertinos. Obviamente los primeros le cuentan a los segundos que autos sí pagaron y cuáles no.

En una ocasión vi cómo pasaba una patrulla pidiendo dinero a los franeleros, prueba de que al menos los patrulleros de la zona están coludidos con esta mafia.

Un día dejé mi auto afuera de un edificio. Al recogerlo horas después, el franelero en turno se me acerco a decirme que por favor no volviera a dejar el auto en ese sitio. El reclamo se me hizo injusto. Valentonado le respondí que no era dueño de la calle y que cuando yo llegué no había ni una cubeta ni nada que señalara que el lugar estaba apartado. Al franelero le molestó mi actitud y enojado me respondió que ese lugar era 'para las visitas de los inquilinos del edificio', por lo que quienes dejaban su auto ahí, le dejaban las llaves de sus vehículos por si había que moverlos.

¡Ahora resulta! ¿Quién en su sano juicio le dejaría las llaves de su coche a un señor del que ni su nombre conoce?

Obviamente no le creí, pero en futuras oportunidades estacioné el auto hasta el otro extremo de la calle. Afuera de lo que parecía era una casa grande adaptada a un negocio. Obviamente no tapaba la entrada. En una ocasión, al dejar ahí el coche, otro franelero se me acercó furioso exigiéndome que mejor quitara mi vehículo de ahí, pues la dueña de la casa-negocio se enojaba de que lo dejara ahí, y que inclusive quería agarrarlo "a chingadazos", pero que gracias a su intervención no lo hizo.

Osea, ¡ya hasta le debía la integridad de mi auto al heroico franelero!

Según este temerario franelero, en aquel negocio le daban dinero para que les aparte el lugar a los trabajadores de esas oficinas. Averiguando descubrí que las instalaciones de ese lugar son parte de Grupo Comercial y de Servicios del Valle S.A de C.V. Si el franelero dijo la verdad, los señores de esta empresa también fomentan la corrupción.

En fin, que para evitar problemas, tampoco lo volví a dejar ahí, sino en otro lugar de la calle. Un día, al estacionarme llegó el franelero en turno para pedirme moviera mi carro para que pudiera barrer mejor. No le hice caso. Volví a dejar el auto en el mismo lugar hasta que un día se enojó y me exigió que ya no usara "sus" lugares, que ya la había agarrado contra él, que mejor me fuera a otro sitio. A la próxima lo puse en otra parte de la calle. Cuando fui por el auto, otro franelero me pidió que no lo dejara en esa casa, pues ahí vive una señora minusválida y necesitaban el espacio para subirla y bajarla del auto a su casa.

Y así un sinfín de pretextos. Cuando no era la vieja invalida, eran los vecinos del edificio o la dueña de la casa negocio. La situación comenzaba a cansarme, eso sin contar la desconfianza de dejar ahí mi coche y encontrarlo horas después con algún rayón, llanta ponchada o cristal roto.

Un día mi novia me hizo entrar en razón. Ya no quería estar preocupado y haciendo corajes cada semana. Una mañana negocié con uno de los franeleros. Me pidió 30 pesos. Al final me lo dejó en 25. ¿Y qué lugar creen que me da siempre? Afuera del edificio en donde se supone, los vecinos sólo permitían que se estacionaran sus visitantes.

Aun hoy me pregunto si hice lo correcto. Varias veces he pensado en ir a denunciar a los franeleros de esa calle, pero sólo de pensar que las patrullas del rumbo reciben dinero de ellos me desanima. Por otro lado, no sé que tanto dependan de ese ingreso esos sujetos y sus familias, ni si tendrían alguna otra oportunidad de empleo.

Y sin embargo da coraje tener que dar dinero por usar un pedazo de calle que en teoría es de todos. He escuchado que algunas veces (raras, por cierto) hay operativos en algunas zonas de la ciudad. Pero los franeleros (ya sea los mismos u otros) siempre regresan. ¿Qué hacer ante una mafia así? ¿Quién coordina la repartición de calles?

Sea como sea, el oficio de franelero para mí no es más que una actividad ilícita que unos maleantes, holgazanes y huevones aprovechan con el consentimiento de las autoridades.

Lo peor es que seguiré lidiando con ellos. A ver si no leen esto y mi auto termina pagando las consecuencias.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

hola¡¡ jaja la verdad es que cada palabra que leia te imaginaba pasando aquellos corajes y pues no lo habia visto de esa manera tal vez por que no tengo auto propio o porque no me ha tocado toparme con franeleros tan exigentes, pero en fin llegue a tu blog porque estoy en busqueda de un franelero que protagonice una fotografia,y siempre he visto a los ¨viene viene¨como personas que no tienen oportunidad de trabajo mas que esta y digo los entiendo pues estamos en México lindo y querido peor no los justifico.

gabriel revelo dijo...

Anónimo: Tu postura es muy valida y tienes razón, muchos de ellos no tienen otra posibilidad de ingresos, pero también hay otros que son unos vivales y abusivos. La solución luce compleja... ¿no crees?

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo en todo, no tenemos porque darles dinero, la calle no es suya, si no tienen trabajo pueden irse de ayudantes de albañiles, de carpinteros, herreros,etc. estás personas tan trabajadoras siempre, pero siempre necesitan ayudantes... digo si el pretexto es que no tienen trabajo ahí hay opciones, por otra parte, tienen la obligación de pagar impuestos los cabrones, y lo hacen? claro que no... seria estúpido y legitimador recibir ese dinero, lo que si es que pagan a policías, jefes delegacionales, diputados... por tener la protección y seguir fregandonos, te aconsejo leas la ley de cultura civica para que veas que inclusive se deben presentar a los franeleros al juev civico, aunque ahora el GDF ya los está legitimando entregandoles su chaleco de trabajador no asalariado del GDF!! que absurdo y que pendejada

gabriel revelo dijo...

Anónimo: Por desgracia es tanta la corrupción que no creo que llegué una solución. Para mi lo ideal sería poner parkimetros como en Polanco. Las calles se ven mejor, siempre hay lugares y sale más barato, pero conociendo la tendencia populista del gobierno capitalino, no creo que se eche a la mafía franelera encima.

Saludos y gracias por tu comentario!!!

Anónimo dijo...

En mi opinión la solución no es compleja, hay que exigir parquimetros en toda la ciudad...acabo de leer en el Reforma de hoy (2nov2014) la historia de un conserje asesinado por franeleros...todo porque los vecinos del sector denominado Roma Norte III no quiso los parquimetros y prefirieron seguir manteniendo a esta bola de holgazanes y los policias mafiosos que los acompañan...si los vecinos no son parte de la solución y aceptan los parquimetros entonces seguirán siendo parte del problema...Ya basta! Parquimetros para todo el DF!