viernes, 30 de marzo de 2012

El cine, la fábrica de diabéticos


Producto del ocio y mi ignorancia, esta es una de esas reflexiones chairas y sin sentido que luego me da por hacer. Antes de que lean la idiota conclusión a la que llegué, bien valdría la pena aclarar que no soy ningún experto en la materia que estoy por tratar, por lo que es perfectamente posible que mi hipótesis sea un planteamiento incoherente y sin sustento alguno.

Dicho lo anterior, ahí les va mi tonta teoría de por qué digo que el cine es una fábrica de diabéticos.

Una de las muchas veces que suelo ir al cine fui a ver "La Dama de Negro", cinta protagonizada por Daniel No-sé-qué (el que hacía de Harry Potter) y que podríamos catalogar dentro del género de terror y espantos. Debo aceptar que aunque soy un hombre de acción y aventura, hubo un par de ocasiones en las que brinqué en la butaca a causa de algún sustillo provocado por la trama de la película. En esa ocasión estaba tomando un refresco que me compré en la dulcería del Cinemex al que acudí. Entonces me entró la duda que dio origen a este post.

¿No se supone que después de un susto no se deben ingerir alimentos altos en azucares, pues esto podría disparar los niveles de glucosa y provocar diabetes?

"Comete un bolillito pal, susto", me dijo alguna vez mi abuela después de que se enteró que recién habíamos chocado en el auto. Según he oído varias veces, este pan "no dulce" ayuda a estabilizar las sustancias del organismo después de un sobresalto. Pero ¿qué pasa si al momento de vivir una emoción fuerte uno tiene un dulce en la boca o está tomando refresco? Son varias las veces que hasta he escupido un chicle a la calle después de dar un enfrenón mientras manejo.

Si imaginamos el número de refrescos y demás golosinas que venden en las dulcerías y lo multiplicamos por la cantidad de películas de suspenso que a diario se proyectan, entonces tendríamos un número aproximado de posibles diabéticos ¿no?

Entrada a la sala del cine para ver una pelí de espantos: 50 pesos.
Refresco 30 pesos.
Bolsa de Gomitas, 25 pesos.
Así volverse diabético de un día para otro saldría en poquito más de 100 pesos. ¡Bara bara!

Igual y estoy muy pendejo. Pero cuando he ido a ver una de estas películas y comienzo a exaltarme prefiero dejar de consumir cosas con azúcar hasta que ya me encuentre más tranquilo.

¿Y si mejor advierten en los cines que para ver películas de terror lo mejor es no consumir cosas azucaradas? Creo que no lo harían, ni modo que dejen de venderlas por los presentimientos idiotas y sin sentidos del autor de este blog. Pero mi teoría ahí está. De hecho me extraña que nadie más se haya percatado de esto antes.

Por lo pronto, si voy a una película de terror mejor tomo mi aguita simple y unas palomitas saladas. No vaya a ser la de malas y el susto me salga muy caro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la verdad ya me había preguntado eso
y mas como por ejemplo también cuando te espantan tus cuates y luego se echan unas golosinas o algún refresco.
gracias por compartir tu hipótesis ya que en Internet no sale mucho de esto ya trate de buscarlo.
gracias