sábado, 11 de julio de 2009

Vaso de colección

A veces me da por hacerle al coleccionista. Suelo ir por la vida recolectando cuanto artefacto singular o curioso. Guardando, almacenando, sin importar que carezcan de utilidad. Sin nada que esperar, más que la simple satisfacción de ser el feliz poseedor de tan especiales artilugios.

De entre todos estos objetos, uno de mis favoritos lo tomé sin permiso (ya ven que a mí la delincuencia no se me da) de la cantina de casa de mis abuelos. Y es que en cuanto lo vi no pude resistirme a tan deliciosa pieza de humor involuntario. La pieza en cuestión es este vaso de boda:


Vayamos por partes. Después de una profunda investigación con diferentes miembros de la familia, nadie recuerda ni a Eduardo ni a la tal Alejandra. No son ni familiares cercanos, ni lejanos. No son amigos o conocidos o socios de nadie. Si son unos completos desconocidos para todos, entonces… ¿no que fue una ‘inolvidable’ boda? Al menos dieron vasos de recuerdo para que las futuras generaciones nos burlemos de ellos. Pasemos a un detalle aun más aterrador: Alejandra y Eduardo son idénticos. Da miedo. Parece la misma persona. Mismo peinado de ‘libro abierto’, la mirada perdida, la boca alargada como de muppet. Estos dos por lo menos tienen (o tenían, igual y ya hasta se murieron) algún parentesco sanguíneo o de plano eso del ‘alma gemela’ no es tan cursi e irreal como muchos pensábamos.

La desgracia fue que por más vueltas que le di al dichos vaso (de un cristal bastante corrientito) no aparece la fecha del bodorrio, pero a juzgar por el look y la indumentaria de los novios calculo que la foto fue tomada a mediados de los setenta. Más datos impresos en el mismo vaso revelan que la fiesta tuvo lugar en un sitio llamado “Banquetes Miguel” que se encuentra en Tlalnepantla. ¡De seguro estuvo bien suave!

Solicito su ayuda para saber más del origen de éste vaso que desde hace unos meses tengo en mi poder. Quizá son los tíos, papás, amigos, vecinos, amantes o hasta los criados de algún lector de este blog. Cualquier información será útil para saber por qué diablos mis abuelos guardaban un vaso de la boda de unos ilustres desconocidos.

De cualquier manera peor estoy yo por guardar algo así. Pero seamos sinceros, ¿a poco no está increíble?

9 comentarios:

Chio dijo...

jajaja, que creepy ese vaso, pero epa! que el objetivo fue alcanzado, llegaron a la posteridad!

Anónimo dijo...

Hola! Con el pretexto de avisarte que yo tampoco conozco a los susodichos del vaso :-) aprovecho para dejarte saludos. Ya sabes aunque de repente no tengo chance de escribirte no dejo de leerte. Besos.

DELY

dKsh dijo...

Jaja desde q empezaste con aquello del coleccionista interior que todos tenemos me recordó mucho una peli q vi hace ya un buen rato que por cierto te recomiendo mucho (aunq no conozco mucho tu gusto en esto) se llama Everything Is Illuminated cuyo actor todos conocemos por L.. o.. t.. R... (Elijah Wood).
Cuando tengas tiempo vela ;D
Saludos!

Victoria dijo...

jajajajaja, me gusto muchisimo el vaso!!!! y no, no conozco a los susodichos pero si se parecen kñon!
que buena idea me das para algo que NO DEBO HACER el dia de mi boda.

gabriel revelo dijo...

chio: viendolo desde ese punto de vista tienes razón... les salió el plan.

dely: un gustazo saber que me lees. no te preocupes, nadie los conoce jaja.

mari jo: la buscaré, no he oido hablar de ella pero en cuanto tenga oportunidad le doy un vistazo.

victoria: si de casualidad llegaras a dar unos vasos así mandame uno para la colección. ¡saludos!

Anónimo dijo...

Jajajaja, qué risa con el vaso, Gabriel. Por ahí leí (o vi en algún programa de ciencia, who knows?) que la afición del hombre (dígase especímen del sexo masculino) por la colección de objetos (por singulares que sean, como un vaso de boda de unos desconocidos) tiene algo que ver con el primitivo espíritu de recolección relacionado con la caza. Involuntariamente estamos en busca de alguna presa para nuestra colección. Yo, incosncientemente, colecciono imágenes del internet, o postales de esas que dan con publicidad en varias partes, u objetos que juro que algún día usaré pero que están ocupando espacio útil... Si eso es cierto, suerte con tu cacería.
Saludos!

gabriel revelo dijo...

topo: en efecto, algo tenemos de coleccionistas y por lo mismo, esa tendencia de atesoramiento que bien llevada, es una delicia. yo también me la pasó buscando lo que sea. de igual forma, suerte en tu búsqueda. saludos.

XND dijo...

En qué momento una entrada sobre un 'inolvidable recuerdo' (concepto que por redundante, también viene a ser comiquísimo) se volvió un post de arqueología contemporánea. Jajaja, no se si esta transformación haya sido involuntaria, pero de no haberlo sido me parece magistral tu menra de transformar en tan pocas líneas un texto. :)

Espero postear opiniones más seguido por aqui. ;)

gabriel revelo dijo...

jonhy: gracias por tus comentarios. pues la verdad no sé... así salío. vuelve cuando quieras, ya sabes que eres bienvenido.