Si la estadística del 7 a 1 fuera cierta, se supone que en estos momentos tendría de menos, siete mujeres disponibles para mi, sin contar, por supuesto, las que van sobrando de aquellos hombres que deciden casarse, volverse gays, sacerdotes o ermitaños. Pero bueno, seamos modestos y pensemos que me tocan las siete que desde un principio nos planteamos. Aunque la verdad, a últimas fechas, ese número impar que siempre me había agradado está comenzando a fallarme y en dónde más me duele.
¿Dónde se supone que debo ir a reclamar las siete que por cortesía de los cromosomas y la geografía me tocan?. Por qué con el respeto que me merecen, comienzo a creer que esos números que hablan de una superioridad de población femenina están erradas, o han sido alteradas por algún terrorista obsesionado con dotar de falsas esperanzas a los ilusos como yo.
Lo anterior, casi lo puedo asegurar con las pruebas fehacientes que mi propia experiencia me ha dado en los últimos diez días, periodo de tiempo en el que me he dedicado a estar más receptivo y alerta que nunca a cuanta mujer pase frente a mi. Los resultados, debo confesar, fueron francamente desastrosos y van desde la chica que en un banco casi le llama a un policía porque según yo le dirigía miradas seductoras (seguramente pensó que quería su dinero o era un maniático violador psicoenfermo sexual), hasta aquella guapa y atlética corredora con su perro que en un parque se me quedó mirando, se paro a un lado mío a hacer ejercicio y cuya historia con ella seguramente hubiera terminado bien de no haber sido por que mi perro (tres veces más pequeño que el de ella) se puso como loco e imprudentemente ataco al suyo, provocando una pelea que no terminó hasta que aquella guapa chica se retiró con todo y su desconcertado can. He vuelto al parque con la esperanza de volvérmela a encontrar y no he tenido éxito. Una de dos, o mi perro le cayó mal al suyo, o yo le caí gordo a ella.
Volviendo al tema principal. No sé que pasa, quizá vivo en la dimensión desconocida del anti romance, o un ladrón se robó ‘mis siete’; y no solo a mi, también a las decenas de idiotas que como yo, vemos como en antros, restaurantes, bares, eventos o en la calle misma, lo que menos predominan son mujeres. Si quitamos de esta ya de por si escasa lista, a las menores de 18 y mayores de 35 años, entonces yo, y el resto de solitarios estamos jodidos y sin más remedio que enfrentarnos unos contra otros, como cavernícolas, por los favores de la dulce dama a la que después de un fatigoso enfrentamiento, igual y ni le gustamos.
Ahora bien, siempre ocurre el milagrito de encontrarnos de vez en cuando con alguna mujer que sea de nuestra edad, linda, simpática y además, con un cuerpo de Diosa. Los hombres sabrán que esos minutos en el que divisas de lejos a una chica son suficientes para que la maquinaría de nuestro cerebro comience a trabajar en mil y un excusas para acercarnos, hablarle y con toda la suerte del mundo, conseguir su teléfono. Lo malo es que nada es eterno, y esos minutitos en el país de las fantasías se desvanecen y caemos de golpe en cuanto descubrimos que nuestra ‘vacante a Dulcinea’ viene con su novio que para colmo es más alto y más delgado que tú, viste mejor y a él la barba le sienta bien, no como a ti, que pareces preso recién liberado de la cárcel. Hagan el ejercicio y compruébenlo ¿cuántas de sus amigas están solteras?, ¿cuántos de sus amigos?. En una fiesta qué abundan, ¿hombres o mujeres sin pareja?. Insisto, las estadísticas están mal.
Si a la chica del Banco le parecí Hannibal Lecter y a la del parque mi perro y yo le parecimos inmaduros, el saldo es –2. Ahora bien, las otras candidatas que cruzaron por mi cabeza tampoco dejaron muy buenos dividendos: la prima de una amiga, cada que me ve se le olvida mi nombre; una locutora de radio, las dos veces que me he topado con ella ni un ‘hola’ pude dirigirle; la chica del messenger con la que me llevo de maravilla pero que vive en otro país más al sur. ¿Cómo va el marcador con estas tres nuevas bajas? –5.
Se diría que me quedan dos. Pues no, porque una de ellas es una vecina que sin razón aparente cree que me cae mal (y viceversa), y la otra, Paulina, la del post del 22 de julio nunca se dignó a contestar los mensajes que le mandé. Ahora si, -7.
Entonces, la vida no sólo me queda a deber a esas siete mujeres que me corresponden, sino que además ya me adeuda el doble de intereses. Comienzo a creer que esto de decirle Adiós a la soltería será más difícil de lo que esperaba, sobre todo porque ya no sólo tengo que pelear contra mi apatía y el no saber que quiero, sino que además, la lógica ya no está de mi lado. Malditas matemáticas que vuelven una vez más a mi vida para hacerme la vida imposible.
Con todo y todo, es sábado y puede ser que en la noche salga con unos amigos. Quizá sólo por esta noche los astros se alineen y me cruce con alguna de mis siete (que sospecho, el destino mando por error a Indonesia). Si pasa algo, luego les cuento.
6 comentarios:
jajajaja 7 mujeres? mmm te pasas hahahaa es muy dificil encontrar a una persona afine a ti!!! saluditos!!!
En el arte de encontrar pareja justo llega cuando menos se busca pero sigue divirtiéndote en tu aventura, esta bien tenemos - 7 busquemos entonces a las que le tocan al cura que éste no creo que aproveche a más de 2. Sino es así un consejo de ellos sería bueno. Otro detalle Manzanero creo que vive armoniosamente con 3 esos son los tipos que arruinan las estadísticas.
Oye tienes mucha razon al igual que Oscar Wilde "el hombre es un ser improbable" no es cierto amigo...? y vaya que es así por ejemplo yo conoci a una chica la cual ella me hizo la conversacion pero resulta despues de un tiempo que ni siquiera me miraba y ultimamente ya le hable y recien se digno a hablarme pucha que vacilante son las mujeres...
Parece que no son 7 para cada uno sino -7 =Þ
Abrazos a la distancia =)
mmmm creo que de algun extraño modo tienes razón. Pero hay un pequeño detalle y es que no sé si te a pasado, que recuerdas de pronto que tienes "guardado" en algún lugar ese libro que NECESITAS y lo buscas como loco por toda la casa, le preguntas hasta al perro y al gato por su paradero y nadie te sabe dar razones, y un buen día te haces a la idea de que NO lo vas a encontrar, y es justo en ese momento cuando abres la puerta de tu ropero y ahí en primera plana está ni más ni menos que el tan mentado libro...
bueno, creo que eso es justamente, lo que nos suele pasar a nosotros cuando estamos en planes de dejar la "soltería", nos esmeramos tanto en buscar ESO que tanto queremos(?)que pasamos por alto las cosas o las personas que realmente están ahí...
con esto no quiero decir que nos debamos conformar con lo primero que se cruce en nuestro camino, sino más bien que sería bueno prestar atencion a los pequeños detalles que nos rodean...
ya me hice bolas jajaja no más para variar un poquito jajaja
mmm creo que para tu salud mental es mejor que no me hagas mucho caso jajaja
besos niño gabriel =0)
Broder si encuentras a más de una, pasa la voz. No seas acaparador.
gabriel, tu eres a ver exquisitamente coqueto , exquistamente seductor y galante quien sabe mezclarlo con un toque de romanticismo ...
venga que hasta yo me hubiera cautivado .
mil beso a la distancia.
Publicar un comentario