Tenía media hora que el sábado se había convertido en
domingo. Pocas cosas espera uno que pasen a esas alturas de la noche, sobre
todo cuando se está en casa viendo televisión con ropa de dormir. En esas
condiciones me encontraba cuando sentí el primer empujón.
Fue como si me jalaran. A eso vino la sensación de subir
y caer. Todo eso en apenas un segundo. Después exclamé el clásico 'está
temblando'. Bajo esas circunstancias la rutina es más o menos la misma: todos se
quedan quietos por un momento y de ahí se miran las lámparas para comprobar si
hay movimiento en ellas. Y las sacudidas aumentaron. No había duda, temblaba y
de manera muy intensa.
Salimos de casa. Lo primero que hice fue mirar al cielo.
Entonces las vi: eran como truenos pero más luminosos, una especie de auroras
boreales de color verde que hacían su aparición una y otra vez.
Estaba a punto de grabar lo que sucedía cuando el sismo
aumentó su intensidad, haciendo que volviera a centrar mi atención en el movimiento
telúrico. Los vecinos salieron a la calle, todos con cara seria pero nadie
perdió la calma.
Segundos después todo terminó. Volvimos a casa e hicimos
lo que siempre se hace tras un temblor: intentar hablarle por teléfono a los
familiares (aunque las líneas se saturen y sea imposible comunicarse), prender
la televisión para ver qué dicen en los canales de noticias, y claro, checar
redes sociales.
Volví a recordar las luces. Para mi alivio no era el
único que las había visto, además de mi hermana, había varias personas que también
juraban haber visto esos rayos en el firmamento. En los medios no dijeron nada,
pero por todos los testimonios en redes sociales, estaba claro que algo iluminó
el cielo de la Ciudad de México.
Unos decían que fueron unos transformadores que
explotaron en algún punto de la ciudad. Otros lo atribuyeron a un fenómeno óptico
llamado Triboluminiscencia, que es la reacción química por la deformación o
fractura (mecánica o térmica) entre minerales y gases del ambiente, y que se
dice, puede presentarse en sismos. Por cierto, esta teoría no está del todo
probada.
También había quienes atribuyeron las luces al famoso
fenómeno denominado Haarp, que se dice, es un arma que tienen los gringos, y que
funciona usando fuerzas atmosféricas pueden ocasionar desastres naturales.
Estas luces han sido vistas antes y durante varios sismos alrededor del mundo.
De estas teorías de inmediato desacredito la de los
transformadores eléctricos explotando. Las luces que yo vi estaban a una altura
considerable y no al nivel de los transformadores. Un reflejo de cables y
descargas eléctricas en los postes de luz no se hubieran reflejado de forma tan
intensa ni luminosa.
La Triboluminiscencia podría ser, pero vi fotos de este
fenómeno y lo que vi en el cielo fue más intenso, grande, fuerte y hasta
terrorífico. Por eso, no creo que ese haya sido la causa.
Y Haarp... puede ser. Honestamente nunca había creído en
esta teoría, pero lo que vi se acerca demasiado.
2 comentarios:
llegue aqui por enlace de google tratando de hallar una respuesta a la misma incognita, en lo particular me parecio bastante incomprensible y extraño pues en mi memoria no recuerdo haber visto algo semejante, en particular creo que es una prueba de que la tierra es un ser integral con su atmosfera, en lo particular me vino a la mente un reportaje que vi acerca de un tipo de actividad electrica de forma invertida es decir en vez de que los rayos ( como los que aparecen en una lluvia) caigan, estos ascienden, por la velocidad en la que sucede esto pasa muy rapido y no es posible ver la direccion en la que se mueven... bueno esto solo es un algo que me recordo y que podria encajar si alguien sabe o tiene idea porqe la neta si me dio una sensacion extraña.
Francisco Javier PC
Fco. Javier: Podría ser, esta teoría que plantear también me parece coherente. Gracias por el dato, y sí, esto es algo muy raro. ¡Saludos!
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