miércoles, 13 de mayo de 2009

Atlante campeón y... ¡nos vamos al Mundial!


…y una vez más te descubriste casi a media noche gritando, preso de una alegría sincera nacida en lo más profundo de tu corazón. Después de 90 minutos pegado a la televisión, los nervios y taquicardia dejaron su lugar a ese grito ahogado que sabe a gloria y cuyo sentimiento es inigualable. Tu equipo es Campeón de la Liga de Campeones de la Concacaf.

Entiendes que todo valió la pena cuando ves a tu amado Atlante levantando el trofeo. Cuando estás más acostumbrado a ir a velorios que a bautizos poco importa si el partido fue deslucido o si el 0-0 quedó a deber espectáculo. Eres campeón a toda ley, vuelves a entender que nada se compara a ganar, que no hay nada como ser el número 1, el único, el mejor. Seguramente pasaran años y tu mente no podrá dejar de transportarte a la noche de anoche, a esos instantes en los que un silbatazo final del árbitro te hizo sentir en la gloria misma. Entonces los jugadores atlantistas, ahora y por siempre tus héroes, gritaban y saltaban eufóricos por la conquista de un triunfo más para el equipo mientras tú, hermanado en cuerpo y alma con ellos, hacías lo mismo.

Amaneces más enamorado de los colores de tu equipo. La mañana después de que el sueño se hizo realidad no dista mucho de ser diferente. Las primeras planas de todos los periódicos y secciones deportivas del país hacen alusión al campeonato atlantista y tú, aficionado de hueso colorado, dejas a un lado la crisis y compras los más que puedes. Y sonríes, pues lo mejor no es el, aun fresco y glorioso, pasado inmediato, sino lo que viene: gracias a la victoria de ayer, el equipo de tus amores jugará en diciembre ante los mejores equipos del mundo en el mundial de clubes en los Emiratos Árabes Unidos. Probablemente los rivales serán equipos como el Barcelona, Manchester United o Boca Juniors, aunque por ahora poco importa pues estás convencido que se puede con cualquiera. Pues así es tu equipo, acostumbrado a siempre plantarle cara a las dificultades y a poner en jaque a los grandes.

Preparas tu turbante, ubicas la ciudad de Abu-Dhabi en un mapa y te juras que el fin de año pinta para soñar aun más.

2 comentarios:

Karla dijo...

ehh???

gabriel revelo dijo...

jejeje... karla, siempre me pasa lo mismo cuándo hablo de fut.