domingo, 4 de abril de 2010

Where The Wild Things Are



te quiero tanto que te comería

Seré sincero, en estos momentos tengo el corazón hecho un guiñapo y no tengo para cuando curarlo. Que yo recuerde, es la segunda vez que al salir del cine termino así, la primera vez fue con Wall-E, ahora es con ‘Donde Viven los Monstruos’, película basada en el cuento infantil del mismo nombre, escrito por Maurice Sendak.



Hace un mes lo leí preguntándome que tan fiel sería una historia a la otra y sobre todo, como de una primicia tan sencilla (unas 20 hojas) podía desarrollarse algo tan complejo como una película. Tras esperar varios meses de espera, por fin llegó a México ‘Donde Viven los Monstruos’, y ya la considero una de las películas más hermosas que he visto en mi vida, capaz de llevarme de la alegría al llanto de una escena a otra. Cuando una historia logra arrancarnos suspiros y lágrimas es que nos tocó el corazón; en éste caso me lo sacudió hasta dejarlo sin razón.


Max es un niño incomprendido por un mundo en el que no encuentra su lugar. Una noche decide ponerse su disfraz de lobo y hacer travesuras, saca de quicio a su mamá y tras recibir un fuerte regaño, sale corriendo hasta el muelle, en donde escapa en un barquito con rumbo indefinido. Así llega a una isla habitada por temibles monstruos, los cuales intentan comerse a Max hasta que éste los detiene diciéndoles que él es un rey con poderes. Confundidos, los Monstruos lo nombran su Rey, comenzando así una aventura aleccionadora en la que una y otra vez se cruzan las fronteras de la inocencia y la madurez. Cada uno de los Monstruos representa un sentimiento humano y en cierta forma, una paradoja sobre las diferentes formas en las que nos relacionamos con los demás. Como dice el Spike Jonze, director de la cinta, esta es una película sobre la infancia y la confusión y la soledad que sentimos a esa edad.

Para muchos ‘Donde Viven los Monstruos’ es un tanto obscura y hasta cruel, sin embargo derrama ternura y amor en cada dialogo, en cada cuadro. La esperanza y la eterna búsqueda de la felicidad, la necesidad de sentirse parte de un grupo, la desintegración familiar, los celos, el amor, la amistad… todo contado desde el punto de vista de un niño y sus monstruos. Me resultó imposible escapar de tal combo sentimental. Debo confesar que varias veces me sorprendí llorando durante la proyección de la película, no es para menos, todos alguna vez hemos luchado contra un mundo en el que no podemos controlar lo que sucede, nadie puede escapar a las peleas y a la ruptura de alguna relación, alguna vez nos hemos sentido solos y buscamos escapar de ella de cualquier manera.



‘Donde Viven los Monstruos’ además está filmada con maestría e inteligencia. Los efectos necesarios son espectaculares pero justos, los monstruos imponen pero a la vez dan ganas de abrazarlos; eso sin mencionar los paisajes y tomas llenos de arte. Una obra fílmica así de completa merece celebrarse, verse una y otra vez, analizar las decenas de interpretaciones que guarda y disfrutarla, pues pocas películas son capaces de tatuarse en nuestras emociones. Lamentablemente sólo se ha estrenado con 20 copias en México, por lo que recomiendo que acudan a verla cuanto antes… no saldrán indiferentes del cine, se los garantizo.


De ser Max volvería una y otra vez a esa isla en donde a pesar del salvajismo todo es amor; ahí, donde jugar y trabajar unidos es sinónimo de alegría; ahí, dónde un abrazo dice más que mil palabras y donde los problemas se solucionan con cariño y aceptación; ahí, donde puedo ser un Rey o un monstruo; ahí, dónde viven los monstruos.

2 comentarios:

Taяuмвa dijo...

Aaaahhhh moría por que esa película por fin saliera en México. No leí tu reseña porque tengo muchas ganas de verla y no sé si podría enterarme de cosas que no quiero. Ahora que vaya a verla regresaré para leerla completa.

Saludos!

Victoria dijo...

sin excusa ni pretexto.. este fin la veo
gracias por la reseña