sábado, 19 de septiembre de 2009

Beatlemanía


No hay mejor nombre que ‘Milagro’ para definir lo que mis oídos han vivido durante las últimas 72 horas. Sonoramente deliciosas, llenas de recuerdos y redescubrimientos. Me declaro preso, una vez más, de la Beatlemanía.

Para los millones de fanáticos de John, Paul, George y Ringo, la fecha clave fue el 9 del 9 del 9, día en el que se lanzó el videojuego Rock Band de The Beatles, así como los discos de estudio remasterizados del grupo. Para mí, en cambio, el momento cumbre fue el 15 de septiembre, fecha en la que mi sueño de tener toda la discografía del cuarteto de Liverpool. Nunca una celebración de independencia me supo tan británica.


La emoción de ir a las tiendas de discos, conseguir cada uno de los 14 discos compactos de la colección, angustiarse por el álbum Blanco ya está agotado en varios lugares, emocionarse cuando descubres que hay más Beatlemaniacos comprando discos y portando ropa con imágenes alusiva al mejor grupo de todos los tiempos. Abrir, como un ritual sagrado, disco por disco, disfrutar el olor a nuevo, deleitarse con el arte del diseño de cada caja y librito, repetirse una y otra vez que simplemente esos cuatro genios no tienen comparación. Verse sin querer en el espejo y darse cuenta que se sonríe como un feliz idiota. Y entonces llega el momento sublime: escucharlos… descubrir un sonido que antes se idolatraba y que con la mejoría sonora a causa de la remasterización, alcanza la perfección. Así empezó la locura que amenaza, y ojalá así sea, con no terminar.

Cada foto, cada detalle, cada nuevo sonido. Todo vale la pena. Uno, dos, los 14 discos. En esta celebración todos tienen cabida. Quienes coincidieron en tiempo con ellos, los que los conocimos gracias a la herencia musical de nuestros padres o las nuevas generaciones que a raíz de los lanzamientos del 9 de septiembre del 2009 se irán sumando al culto beatleriano. No hace falta ser un genio para darse cuenta que The Beatles va más allá de la música, el arte o la idolatría. Es historia viva, parte del soundtrack de la vida de la humanidad. ¿Quién no se ha estremecido al escuchar ‘Yesterday’, se ha puesto feliz con 'Yellow Submarine' o ha reflexionado con ‘Let it be’?

No importa quién se sea o la situación por la que se atraviese. La música de estos locos geniales es mágica. Cura el alma y la mantiene joven. Te hace cantar, moverte, ver las cosas desde otra perspectiva. Ignoro si algún día acabará esta vorágine maravillosa que ya lleva más de cuatro décadas. Lo cierto es que llevó tres días escuchando a The Beatles y siendo feliz.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah! ni son de mi época , tengo 13 añitos pero estos si que hacian música! Los beatles los mejores e incoparables. Saludos Muy bueno su Blog.

Gonzalo Del Rosario dijo...

wooooooooooooooooo

gabriel revelo dijo...

anonimo: gracias por tu visita. da gusto que alguien joven como tú valore la música del cuartero de Liverpool. vuelve cuando quieras.

gonzálo: yo llevó varios días con la misma expresión jejeje. saludos hasta perú amigo.