viernes, 7 de diciembre de 2007

Zombie por un día


Nunca me han simpatizado los zombies, y no precisamente porque me den miedo o se roben mi tranquilidad, no, a mi estos muertos vivientes más que otra cosa me despiertan lastima, asco, repulsión. Vagar condenados a soportar una eternidad de limosna en las noches de luna, actuar sin real voluntad, ser un vegetal andante. Por eso, cada que veo una película de zombies, mi lógica no alcanza a explicarme el porque ‘los humanos’ huyen teniendo más inteligencia, fuerza y resistencia que los tristes pedazos de cartón andante.

Ahora soy uno de ellos. Mi piel luce maltratada, uno de mis ojos esta entrecerrado y tengo la pupila roja-negruzca y el parpado entrecerrado, camino sin conciencia, intento hablar pero mis palabras son incomprensibles y mi aspecto es más deplorable que de costumbre. Sin necesidad de haber muerto o sido mordido por estos seres malditos, mi estado ‘catatonico-zombiesco’ se debe a que ayer, contrario a todo lo que yo pensaba y a todos los pronósticos, logré entrar a la final Pumas-Atlante en el Estadio Olímpico Universitario, en la que grité, salté y me emocioné tanto, que al llegar a mi casa a la 1 de la mañana, me encontraba tan exhausto que me dormí inmediatamente. Lo malo, es que hoy entre a trabajar a las 5 de la mañana, más malo todavía, es que me levante desde las 3:45 de la madrugada, y lo peor, peor, es que tengo tres días y tres noches en las que en promedio he dormido tres horas por día. ¿checaron?, puros números tres.

Además de que me duelen todas las extremidades y de que tengo la garganta destrozada por tanto grito, debo agregar que me duele el ojo izquierdo debido a que soy tan idiota que ayer al subir al auto, sin querer me piqué el ojo con el palo de mi bandera del Atlante. Nunca me había dolido tanto el ojo como en ese momento, tanto que me tardé como diez minutos en poder abrirlo de nuevo.

Para completar el look, me siento lleno de polvo debido a que cada diciembre, a mi mamá le da por ‘remodelar’ la casa y se pone a mover todo de lugar y a hacer composturas siempre innecesarias. Así, toda la semana mi casa ha estado llena de albañiles, polvo, piedras y un caos absoluto. Tuve que desconectar momentáneamente la computadora, y presiento, que con tanto polvo y movimiento el internet dejará de funcionar… así que si me ausentó más de cinco días sin publicar ya saben por qué es.

Ahora escribo desde el trabajo. Tengo sueño y dudo pase algo que me entretenga. Volteó a mi alrededor, hago alguna broma que rompa la monotonía y vuelvo a sumirme en esta batalla por no cerrar los ojos… afortunadamente salgo en media hora.

Es asqueroso sentirse así, como zombie crudo (con resaca). Pero valió la pena. El haber pasado esa angustia junto a cientos de fanáticos del Atlante. Encontrar boletos sin necesidad de recurrir a la reventa. Entrar al estadio, hacerle saber a la porra del equipo local que aunque menos, tenemos igual o más agallas que ellos. Ver al equipo de mis amores jugando el primer juego de una final que se decidirá el domingo. Gritar todo el partido hasta que la garganta ya no emitiera más sonidos. Confirmar que tenemos a Federico Vilar, el mejor portero de México y de América en nuestro equipo. Ver que no soy el único enfermo por esta pasión de toda la vida llamada Atlante.

Escribo esto en el trabajo, y aunque no debería, en mi mente sólo queda espacio para estas líneas y para las mil y un imágenes que ayer retrate en mi mente y que ahora repito una y otra vez, y que ahora, más que nunca, hacen que éste más enamorado que nunca de mi Atlante.

0-0… y todo se decide en Cancún el próximo domingo por la tarde. Pumas no pudo hacernos daño en su casa, llegó el momento de hacer historia 14 años después. Se acerca la hora de mi salida, de marcharme a mi casa en destrucción a dormir todo el día hasta el domingo con ganas de que sea uno de los días más importantes de mi vida.

Sigo considerando la locura de irme a Cancún a pesar de que sea casi imposible encontrar boletos. (aunque también lo era aquí). Como siempre, les cuento.

10 comentarios:

sirako dijo...

cancún es lindo.

Alviseni dijo...
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Alviseni dijo...
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Alviseni dijo...
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Alviseni dijo...

ay jaja, im such an idiot. como no se queria pner l comment forcé con el click y me salio triple, y ahora borré de más y no dejé ni uno, ok:

lánzate a cancún. thats all ; ) suerte

Gonzalo Del Rosario dijo...

EL FÚTBOL ES OTRA COSA

YO SOY TAN APASIONADO COMO LO PUEDES SER TÚ

LO MALO ES QUE EN MI CIUDAD RECIÉN HABRÁ PRIMERA DIVISIÓN EL PRÓXIMO AÑO

CON LA UNIVERSIDAD CÉSAR VALLEJO

ESPEREMOS QUE LLEGUEN ALTO TAMBIÉN

QUE CAMPEONE EL ATLANTE!!!

Anónimo dijo...

joooooooooooo q envidia si te fueras

Jorge Atarama dijo...

Felicidades por el campeonato, aunque el partido no me gustó mucho, a las finales se volvió emocionante con ese golazo de valle, me acordé de ti y me alegré también por el título. Un abrazo y disfruta lo efímero de los triunfos.

k dijo...

Ah yo recuerdo, la primera vez que fui a un partido, de los Pumas en la porra ja, toda una experiencia. Nunca vi los goles, estaba más ocupada en intentar salir con vida. Ganó Atlante, qué tal.

gabriel revelo dijo...

sirako: lindo, y más cuando tu equipo se corona por allá.

alvi: no te preocupes, a mi mail me llegó el mensaje tal cual.

gonzalo: gracias por los buenos deseos... ¡¡¡somos campeónes!!!... efectivamente, el futbol es otra cosa.

pame: lo bueno de no haber ido es no provocar tu envidia je je.

jorge: gracias... ¿¿¿a poco lo viste desde Perú??? pues sí, el partido tenso como toda final, y al final el golazo de Ovalle valió todo(hasta un campeonato)

k: qué tal!!! debo reconocer que la porra de los pumas son un espectaculo aparte, además de un equipo digno y que también merecía ser campeón.