Si mi blog y yo tuviéramos una relación sentimental, ya me habrían pedido el divorcio por abandono de hogar. O quizá ni es para tanto y cómo siempre exagero las cosas. Seis días, de domingo a domingo, fueron los que dejé a la deriva a este espacio que tanto me gusta.
Nunca, ni en la primera etapa de éste blog, ni en la actual (que en total suman ya casi dos años), habían pasado más de cuatro días sin que publicase algo. Lo malo es que siempre hay una primera vez y en esta semana, cargada de cosas, anécdotas y eventos, paradójicamente no escribí nada.
Supongo que un regaño en el trabajo, el prenderse con unos ojos de mujer, una borrachera de grandes dimensiones, un romántico viaje a coyoacán, una fiesta de graduación, una diarrea, una noche sin dormir, una fiesta en la azotea, dos intercambios navideños y muchísima confusión es lo que dejaron estos días. Y aquí está el dilema: tengo tanto que contar que me cuesta trabajo saber por dónde comenzar; y más aun, hay historias que no sé muy bien cuál fue, o cual será, su desenlace.
Generalmente uno de los problemas de sostener un blog es el encontrar temas interesantes para desarrollarlos, en mi caso el problema se invirtió.
Perdóname querido blog, por haberte dejado abandonado una semana entera sin hacerte caso ni a ti, ni a los otros espacios que suelo leer. Supongo que era hasta cierto punto dedicarme ha vivir un poco más, pues es eso más que nada, lo que hace a un buen escritor. Mejor que nadie sabes la confusión que se cierne sobre mi corazón y que es tan grande que quisiera guardármelo... aunque ya me conoces, tarde o temprano terminaré contándote todo.
Nunca, ni en la primera etapa de éste blog, ni en la actual (que en total suman ya casi dos años), habían pasado más de cuatro días sin que publicase algo. Lo malo es que siempre hay una primera vez y en esta semana, cargada de cosas, anécdotas y eventos, paradójicamente no escribí nada.
Supongo que un regaño en el trabajo, el prenderse con unos ojos de mujer, una borrachera de grandes dimensiones, un romántico viaje a coyoacán, una fiesta de graduación, una diarrea, una noche sin dormir, una fiesta en la azotea, dos intercambios navideños y muchísima confusión es lo que dejaron estos días. Y aquí está el dilema: tengo tanto que contar que me cuesta trabajo saber por dónde comenzar; y más aun, hay historias que no sé muy bien cuál fue, o cual será, su desenlace.
Generalmente uno de los problemas de sostener un blog es el encontrar temas interesantes para desarrollarlos, en mi caso el problema se invirtió.
Perdóname querido blog, por haberte dejado abandonado una semana entera sin hacerte caso ni a ti, ni a los otros espacios que suelo leer. Supongo que era hasta cierto punto dedicarme ha vivir un poco más, pues es eso más que nada, lo que hace a un buen escritor. Mejor que nadie sabes la confusión que se cierne sobre mi corazón y que es tan grande que quisiera guardármelo... aunque ya me conoces, tarde o temprano terminaré contándote todo.
6 comentarios:
feliz navidad espero ke todos tus deseos se cumplan y que pases en compañia de todos tus seres queridos esta navidad :D saluditos!!!!ke tengas buen dia!!
Feliz Navidad Gabriel, esta navidad es especial pues así nomás no la pasas con el Atlante campeón. Un abrazo desde Lima y que el próximo año continuemos gozando de la combinación feliz de tus palabras.
Ay, pues lo bailado ni un blog te lo quita. ¡disfrútalo!
:)
Un abrazote
Me da gusto ver que vives más. Poco a poco irás encontrando las palabras capaces de llegarle al punto exacto a los eventos vividos. No desesperes. Saludos.
nadia: felices fiestas para ti también, sabes que se te quiere por acá.
jorge: claro, lo del Atlante fue mi mejor regalo ja ja, saludos y mis mejores deseos para perú. un abrazo a la distancia.
lata: tienes razón ja ja, ya les contaré.
topo: así es queridisimo topo, ya cederán las palabras caprichosas.
great to have you back, im back too baby!! muajaja
Publicar un comentario