jueves, 15 de noviembre de 2007

¿No soy como él?

Debe ser que el mundo sigue teniendo tantos
problemas, el motivo por el que ayer Dios te llamó para que te convirtieras en
uno de sus Ángeles.

A menudo decías, querida Tía Rosa, que me parecía mucho a tu hermano, que por cierto, era mi papá. Jurabas que soy su viva imagen, cada día el parecido era más asombroso e incluso en una ocasión me llamaste ‘mi hermanito’. Y me hacías el día, porque quizá ni tu ni nadie lo sabía, pero el que me digan que me parezco a él es el más grandioso cumplido que pueden hacerme.

Ahora mismo, a unas horas de tu partida, querida Tía, quería escribir acerca de ti y sobre ese extraño pesar del que el aire se vistió desde ayer en la noche... y sabes, no sé que decir. Probablemente te diría que efectivamente, puedo comenzar a parecerme físicamente a mi papá, pero para mi desgracia jamás seré como él. Si tuviera su inteligencia, su agilidad mental y su sentido de ver siempre lo positivo en lo peor de la vida habría sabido que decirte en aquellas tantas veces que en alguna reunión familiar nos topábamos y en las que era evidente que a pesar del esfuerzo que hacías por sonreír, no podías ni con tu alma. De parecerme realmente a mi papá, habría intentado hacer alguna broma, un comentario brillante o un pequeño chascarrillo que te hiciera reír y liberara en cierta forma y momentáneamente el dolor intenso que te paralizaba.

Decías que era como él, pero la verdad es que me falta lo más importante: saber que hacer y no perderme en ese silencio absurdo. Pero nada, tu partida me hizo darme cuenta que sigo sin saber nada de la vida, que en muchas cosas sigo siendo un niño y que hay veces en las que el miedo y las dudas me dejan congelado. Saber que desde años peleabas por tu vida, que seguías teniendo ganas de seguir en este mundo y que hasta el último momento seguiste siendo tú, me hace sentirme orgulloso de ti, y a mi un poco más alejado de lo que mi papá fue y sigue siendo.

La última vez que te vi estabas dormida en un cuarto de hospital, dude si entrar o no. Preferí dejarte descansar... hoy me preguntó si hubiera sido mejor entrar y decirte ‘algo’. ¿Ves como no soy como tu hermano? ¿Ves como ahora, ni con palabras soy capaz de encontrar algún consuelo que mandarte al cielo en una burbuja de cristal?. De ser como mi papá habría procurado ser un poquito más actor, y un poco menos publico.

En mayo de este año, en el marco de una fiesta de quince años me diste uno de los abrazos más emotivos de mi vida. No solo eras tú, era mi papá el que a través de mi te abrazaba y seguramente todo ese amor algo dejó en mi.

Ahora que tú, querida Tía Rosa, ya estás con él, quiero pedirles perdón a los dos por seguir sin saber cuando actuar como adulto, y por lamentablemente no parecerme a ustedes. Y eso, hoy me pesa en el alma.

Descansa y ríe mucho, allá, en dónde los sueños son un suspiro eterno.

11 comentarios:

SOL dijo...

ay gabo, que triste noticia, a la distancia, te envio un enorme abrazo, sé bien que las palabras en este momento SOBRAN, pero piensa que si ella, que lo conocio y amo por tantos años, lo veia reflejado en ti, no era solo por los ojos de algun color en especial, o los labios grandes o pequeños... ella lo vio en ti, en más que un cuerpo similar (a pesar de que lo dudes, por lo sagrado del recuerdo)...

ellos serán siempre nuetros heroes y nosotros somos una version un poco diferente y más nueva...

en fin, un abrazo gigante, fijo debio sonreir al saberse recordada con tanto cariño y con palabras tan hermosas, que se saben del alma

Anónimo dijo...

Lo siento Gabriel. Hace poco platicaba con una amiga blogger sobre la muerte, y sobre lo mucho que nos aferramos a la vida. Y al final no nos queda más que dejarnos ir. No es bueno vivir en el pasado. Lo que si es bueno es guardar todos esos recuerdos de la gente que se fue, y tenerlos a la mano. En cualquier momento nos sirven de inspiración, nos regalan una sonrisa, o como en tu caso, un cálido abrazo.

Lata dijo...

AY Gabrielito. Qué lindo texto.
Te mando un abrazo... ¡esto es un homenaje a la vida! Y de eso se trata, ¿no?

Anónimo dijo...

Hola Gabriel, ¡gracias por tu comentario!!! Me halaga mucho lo que dices: que al fin hallaste "un buen blog literario", ¡qué honor!
A mí también me encantó la experiencia de la FILIJ, lo pasé increíble, y esto que me dices ahora es re-reconfortante.
Yo hace tres días también tuve una pérdida muy dolorosa, no hay que perder de vista que lo que no nos mata nos hace más fuertes y que las cosas pasan por algo en el momento en el que tienen que pasar.
Te mando un beso y espero estar en contacto contigo a partir de ahora.
Un beso y un abrazo grandes y muchas gracias por todo!

Lata dijo...

Oye... me acordè de ti muchísimo con el post de estoy gordo (la imagen de Homero...) Ayer me fui de compritas y me acordé del pinche espejo tramposo... ¡carajo!
:(

Jorge Atarama dijo...

Al final la muerte es parte de la vida, es lo natural pero así como la vida misma es un vaivén de encuentros y despedidas, la muerte es una despedida más. Esperemos que haya más vida después y que renovados podamos volver a compartir con los seres que amamos pero mientras eso, valoremos a los que tenemos aquí, visitando y abrazando y no creando la muerte de las distancias sin verse.

Anónimo dijo...

Mmm, tuve que darle una segunda pensada a tu texto. No pienso decir que mientes al decir que tu padre fue grandioso, pero tampoco creo que tu seas tan pequeño como a veces crees que eres. Supongo que es difícil luchar contra el recuerdo de alguien tan grande para ti, pero no hay que achicarse. Ya sea como homenaje, o como sea, tratar de superar a quienes nos precedieron, además de coraje, da muestras de el gran ser que se es. Así que nada de disminuirse, que tus letras cada vez mejoran, y demuestras que también puedes ser muy grande.

Nadia dijo...

ahy gabriel supongo ke te ha sentir muy mal pero lo bonito son tus palabras para ella, kreo ke ella sabia ke la kerias, ahora solo falta ke superen poco a poco su partida y que piensen positivo te mando un abachooo grande y tu sabes ke me caes muy bien tambien cuidate mucho :D

Alviseni dijo...

Blogger Gabriel, entre más te leo más me identifico. He tendio casi exactamente la misma experiencia con mi familia, y me ha, hasta cierto grado, marcado. En mi caso no se trata de mi padre, más bien mi abuelo. En fin, no contaré la historia de mi vida. Me gusta saber que antes de su muerte le enseñé a él algo, algo que me gusta, y que pasamos tiempo juntos en una actividad abuelo-nieto antes de él morir. Tu recuerdo sigue siendo su vida.

Janbuk dijo...

Hola Gabriel, bueno antes que nada lamento la pérdida de tu tía, cómo es no? el dolor nos hace muy parecidos a todos, a través de tus líneas me he sentido muy identificada, además que el último post que escribí fue justo sobre este tema, entiendo tu pesar e impotencia, todos sentimos lo mismo cuando nos enfrentamos a la muerte, pero por suerte, Dios no permite que estas penas nos consuman y con el tiempo nos ofrece la resignación... yo aún la espero despúes de haber perdido a mi madre en una situación muy dolorosa, pero sé que poco a poco se dará.

Un fuerte abazito
y con un besito
te digo byecito

Janbuk

gabriel revelo dijo...

sol, topo, latita, wen, jorge, nadia bonita, alvi, janbuk y a todos los que leyeron éste post:

muchisimas gracias a todos por sus comentarios, creanme que cada uno de ellos me ha reparado el corazón. gracias, además, por darme ese empujoncito para por fin sonreír y ver que el mejor homenaje a los que se han ido es el vivir.

con mis más sincero y profundo agradecimiento,

gabriel...

pd. te lo dije lata, ¡¡¡esos espejos están embrujados!!!!