martes, 11 de febrero de 2014

La verdad sobre el caso Harry Quebert



En julio del año pasado, durante una charla sobre formación literaria, una chica le preguntó a Ramón Córdoba, editor de Alfaguara, que novela recomendaba leer de entré las muchas novedades que habían salido al mercado. 

-  "La verdad sobre el caso Harry Quebert", me tuvo todo el tiempo confundido, mientras lo leía trataba sin éxito de adivinar quién era el culpable, respondió Ramón de forma contundente. 

Desde entonces me topaba con esa novela por todos lados: en las librerías, en las tiendas, en la sección de libros de los restaurantes y en las manos de mucha gente. Daba la impresión de que todo aquel que sumía sus narices entre esas páginas se volvía incapaz de separarse de esa historia. 

Tras semanas de traer en mente comprarlo, aproveché mi estancia en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para adquirirlo. Como el autor estaba por ahí, aproveché para que firmara mi ejemplar. Así, Joël Dicker, un joven suizo altísimo y amable estampó su firma en mi libro mientras no dejaba de sonreírle a todo aquel que se le acercaba. 

Empecé la lectura de La Verdad sobre el caso Harry Quebert al otro día, mientras hacia fila para entrar a una de las presentaciones de la FIL. Cinco minutos fueron suficientes para que fuera seducido por la historia y desde entonces no quisiera soltarla. Por semanas no importaba a dónde fuera: debía ir acompañado por ese libro de 660 páginas que por su extensión muchos veían con asombro, pero al que le tuve un inmenso cariño desde el primer día. 

Y es que sus más de 600 páginas jamás se me hicieron pesadas, al contrario, conforme avanzaba y me acercaba al final sentía ese pesar que sólo se experimenta con las novelas que nos marcan. 

¿Cómo definir esta novela maravillosa? 

Muchos dirán que es una novela detectivesca y con tintes policíacos, otros que es una novela de amor, y claro, de amistad, aunque tampoco faltará quién afirme que este libro trata sobre el ejercicio de escribir. Para ser justos habría que afirmar que esta historia es todo eso y más, pues también habla de correr y boxear. 

La historia comienza en el atardecer del 30 de agosto de 1975, con la desaparición de Nola Kellergan, una chica de quince años de quién nadie supo su paradero por más de 30 años. Finalmente su cuerpo es hallado en el jardín de la casa de Harry Quebert, un afamado escritor quién es culpado de su muerte. 

Así, Marcus Goldman, un joven escritor y discípulo de Quebert, se ve inmerso en una confusa red de sospechas e intrigas para encontrar la verdad detrás de la muerte de Nora y averiguar sí Quebert realmente es el culpable. 

La novela está llena de personajes muy bien desarrollados de los que uno termina por encariñarse, y que en conjunto construyen un relato complejo pero muy rico, en el que la trama transcurre en tres tiempos narrativos: 1975, 2002 y el 2008. 

Falsas pistas, muchos probables culpables y un rompecabezas que se arma hasta las últimas páginas. Esta historia está redactada de tal forma que juega con el lector en el buen sentido de la palabra: una y otra vez hace que dudemos de cada personaje, de cada elemento que nos parece fuera de lugar o anormal, y luego, una y otra vez nos cambia la jugada con varios giros de tuerca. 

Hacia mucho que un libro no me enganchaba de esta manera. Confieso que antes de empezarlo temía que todas las críticas positivas y ovaciones que había escuchado hacia Dicker y su novela me generaban desconfianza. Hoy puedo decir que todo halago hacia esta novela está más que bien ganado. Desde que lo inicié me volví adicto al libro. 

Terminé el libro hace dos días y aún podría hablar mucho sobre él, pero hacerlo sería injusto para aquellos que piensan leerlo o que están en el proceso. Únicamente me limitaré a decir que terminé este libro del mismo modo como se finaliza una carrera: agotado, cansado, pero con una sonrisa en los labios y una fe recobrada en la literatura. 

Ya sé la verdad sobre el caso Harry Quebert, ojalá y todos se animen y hagan lo mismo. No se arrepentirán, es lo mejor que he leído en el último año.

1 comentario:

Partido Social Player dijo...

gracias por la reseña, me abrio la curiosidad por leerlo..