No sé si lo hacía por hacerme el interesante e
intelectual, o simplemente porque estaba chavo y era ignorante de la vida, pero
durante muchos años me dediqué a hablar pestes de los festivales musicales. Y no,
no hablo de esas porquerías de conciertos organizados por estaciones de radio
con música para niñas quinceañeras, y a los que con dolor admito que alguna vez
sí asistí.
Sí, he ido a muchos conciertos en mi vida, pero jamás a
un festival musical en el que diversas bandas e intérpretes se presenten en
varios escenarios durante varias horas y uno tenga la libertad de ver a quién
quiera. A pesar de que tenía mucho que varios amigos y compañeros esperaban con
ansias estos eventos y se emocionaban cuando se anuncian los carteles con los
participantes, nunca conseguí prenderme de ese entusiasmo que veía como
ridículo e incomprensible.
Porque claro, uno llega a una época en la que se cree
intelectual de izquierda y piensa que únicamente lo que se lee, escucha y mira
es lo que vale la pena. Así crecí creyéndome la última Coca Cola del desierto, escuchando
música romántica en español y a uno que otro representante anglo, de hecho,
quien me conoce bien sabe que soy muy fan de The Beatles pero también de
Alejandro Sanz… oh sí, así de raros son mis gustos.
A raíz de que hace un par de años entré a trabajar a un
famoso sitio de internet, he tenido que estar más en contacto con la música de
todo el mundo, y mi escaso gusto musical que entonces se limitaba al pop
comercial en inglés y español (qué oso estar escribiendo esto) poco a poco ha
ido cambiando. Por eso, con un poquito más de cultura musical, decidí que era
el momento de aventurarme e ir a mi primer festival de música. Y señores, el
pasado fin de semana fui al Festival Corona Capital 2013, por lo que a
continuación les narro mi experiencia…
Como en años pasados llegué a enterarme que los boletos
se agotaban con bastante antelación, mi novia y yo los compramos desde meses
antes del festival, eso sí, sólo adquirimos para el día sábado, pues ese día iban
los grupos que queríamos ver, además porque no estaban tan baratos o bien, qué
tal si la experiencia estaba gacha; además el sábado podía desvelarme sin broncas,
mientras que el domingo esto hubiera sido más complicado por aquello del
trabajo.
Finalmente llegó el día, me puse ropa más o menos cómoda,
agarré una chamarra y me fui a ver qué show con el Corona Capital. Al llegar al
Autódromo Hermanos Rodríguez lo primero que me sorprendió fue ver a tanta gente
entrando al evento. A pesar de que las presentaciones de diversos grupos habían
empezado dos horas antes, la gente seguía llegando en grandes cantidades. Yo
ingresé a las 4 de la tarde y eran ríos de gente quienes también lo hacían.
Lo primero de lo que me di cuenta, fue que me encontraba
rodeado de pura chaviza, la gran mayoría más joven que yo, que iban muy bien
producidos al evento: ropa de moda, las muchachas con shortcitos de mezclilla y
flores en la cabeza, y los hombres con sus playeras y camisas tipo mirrey. Y
yo, pus en mis fachas.
En fin, también me sorprendió ver tanto colorido
alrededor. Gracias a que la tarde estaba radiante, el vestuario de la gente, los
globos, los escenarios y muchos otros elementos dispuestos a lo largo del lugar
le otorgaban al festival un toque de alegría muy especial.
Pa´ los que les dio miedo ir o nomás frecuentan los
bailes de música naca tipo La Arrolladora Banda Limón, les platico: el Corona
Capital este año contó con cuatro escenarios, en los que al mismo tiempo se van
presentando distintos exponentes de lo mejor de la música actual a nivel
mundial.
Tras unos minutos en aquel universo extraño lo que más le
cuesta a quien es primerizo como yo es hallarse. De pronto ves gente bailando
por todos lados, tomando cerveza, yendo y viniendo de un lugar a otro y hablando
de bandas de rock que ni sabías que existían. Entonces escuchas música en uno
de los escenarios, y te acercas, y tímidamente comienzas a mover la patita o la
cabecita, y de pronto, sin darte cuenta, ya estás bailando y cantando aunque no
tengas ni idea de quién está en el escenario.
Eso fue lo que pasó con la primera presentación que vi,
de un tal Chris Lake, que era un DJ que la verdad puso buen ambiente e hizo que
todos se sintieran gringos en una playa californiana. Al terminar, vimos
completa la presentación de un grupo llamado The Dandy Warhols, en el cual
canta un güero con cabello largo, otro integrante del grupo era barbón y
también había una chava mafufa que se ve estaba en un viajesooote.
Después llegó el turno de Travis, un legendario grupo al
que con vergüenza admito que nunca le presté atención, pero que me conquistaron
con su presentación. No sabía la cantidad de canciones de ellos que ya había
escuchado y que identifiqué al instante. La verdad me emocioné y conmoví como
no jamás pensé. Gracias a que mi novia enloqueció y quería estar lo más
adelante posible, nos pusimos abusados y quedamos muy cerca del escenario,
donde no importaba estar apretujado, oliendo toda la mariguana que fumaban unos
chavos oaxaqueños que estaban a unos metros de nosotros o con un calor humano
sofocante, lo importante era ser parte de esa energía que es tan diferente a la
que se percibe en un concierto normal.
Al terminar Travis ya estaba enamorado del Festival
Corona. Lo que a mi llegada veía con extrañeza o haciéndole caras raras, ahora
me parecía increíble, todo esto sin haber tomado más que un refresco (aquí vale
la pena mencionar que comprar un refresco, o cualquier otra cosa, era todo un
show, pues los vendedores nunca jamás traían cambio).
Más fuimos a ver la presentación de Dinosaur Jr. un grupo
rockero muy vacilador que tuvo sus momentos buenos y hasta emocionantes. Hora y
media después, en ese mismo escenario salió Phoenix, grupo francés al cual
vimos muy pero muy cerca del escenario, y cuya actuación fue una autentica
locura. A sus maravillosas canciones se le tenía que sumar la calidad de las imágenes
audiovisuales de su espectáculo y la entrega de los miles de asistentes que
presenciaron su interpretación. En medio de esa locura me bastaba girar la
cabeza para ver a un mar de gente moviéndose al unísono, cantando y moviéndose como
si aquel fuera el último y más precioso momento de sus vidas.
Fue ahí cuando nos enteramos que a varios asistentes les
estaban robando sus celulares, así que tomé mis precauciones para evitar que
algún amante de lo ajeno me echara a perder la noche, eso sí, cada dos minutos
checaba que el iPhone siguiera en su lugar. Después me fui al Bizco Club, el
único escenario techado de todo el Corona Capital en donde vi parte de la
presentación de M.I.A. No obstante el cansancio quisimos quedarnos un rato más
para ver a Blondie en ese mismo sitio; la vocalista salió vestida como bruja y a
pesar de que ya está en edad de quedarse en casa a ver la comedia de las seis
de la tarde, escuché varios de sus éxitos y así cerré con broche de oro la
noche.
Salimos a la 1 de la mañana, destrozados pero felices y
con ganas de volver al otro año.
¿Mi primera experiencia en un Festival de Música? No sé
en los demás festivales, pero al menos éste me pareció excelso. A pesar de que
no falta el desadaptado que avienta vasos con cerveza, llega empujando a los
demás o se pone a robar celulares, el 98% de la gente es amable y va a
divertirse sanamente. En conclusión, me la pasé muy bien, conocí otras
propuestas musicales y me traigo en el corazón varios momentos memorables.
Corona Capital, nos vemos el próximo año.
3 comentarios:
Ya te habías tardado gabrielito. Mucho. Y qué mejor que un festival fresón como el Corona Capital, porque aunque tiene más tiempo, de realizarse, el Vive Latino, siempre es más salvaje. Ahí no hay población con ropita de mirrey. Y si lo hay seguro son comprados en Tepito. Y las chicas llevan atuendos todavía más marcianos que los vistos en el CC13.
Espero verte pues en el CC14 y quién sabe, si un día te animas, en algún VL.
Jhonny: Claro que iré al del próximo año. Al Vive Latino no lo prometo, aunque también me gustaría vivir la experiencia. Un abrazo.
Me caga la gente que va al Corona, pura pose, aunque como dice Xnd, para empezar está bien. A ver si te animas al VL la vibra y el contagio de energía es mucho mejor.
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