lunes, 7 de noviembre de 2011

Todas las familias felices




Terminé de leer ‘Todas las familias felices’ de Carlos Fuentes, libro de relatos (o cuentos), una de las últimas creaciones del renombrado escritor mexicano. Y saben, me gustó.

De Carlos Fuentes podrán decirse muchas cosas, como los grandes creadores tiene seguidores, y sobre todo, detractores. Obviamente no me corresponde a mí juzgar la calidad de un autor del que yo quisiera ser al menos la mitad de talentoso. Lo que sí, es que ‘Todas las familias felices’ posee todo el estilo Fuentes. Relatos elaborados, ricos en descripciones y juegos de palabras, un manejo envidiable de los detalles y finales abiertos.

Cada uno de estos relatos muestran diferentes accidentes (¿o así es normalmente?) que diferentes familias van sufriendo: Odio, deseos de revancha, amantes, divorcios gay, reencuentros, relaciones que el poder corrompe, etc. Salvo un par de cuentos que caen en lo repetitivo o que no terminan por desarrollarse plenamente, el libro entretiene, en ocasiones te sacude y hasta deleita por su versatilidad: lo mismo narra una historia en un crucero por el mediterráneo, en un lujoso apartamento en la Ciudad de México o en las ruinas de Monte Albán en Oaxaca.

Mención aparte merecen los ‘coros’ que se intercalan entre narraciones. Estos versos libres nos adentran aún más en la realidad que viven las familias latinoamericanas (delincuencia juvenil, problemas con las ‘maras’, la noche de bodas, los niños de la calle). La mayoría crudos, algunos humorísticos. Al final sólo una constante prevalece: No hay familias perfectas, de cualquier manera todos tenemos algo decoroso (o rencoroso) que contar.

Un buen libro, recomendable para todos. Léanlo y luego me cuentan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi estimadísimo Gabriel Revelo, me temo que esta vez difiero de ti. Hace algunos años compré este libro y confieso que no terminé de leerlo. Nadie puede poner en duda la gran técnica y el exquisito manejo del lenguaje de Carlos Fuentes, pero a diferencia de sus libros de antaño actualmente pareciera que escribe sólo de oído.

Me explico, antes uno tenía la certeza que entendía el México y el entorno sobre el que escribía, en cambio ahora no siento eso. Sí, escribe sobre temas actuales, pero me da la impresión que ya no está en verdadero contacto con ellos, o por decirlo de manera aún más sencilla: su prosa no me resulta honesta y por ende me resulta vacía.

Bueno, en gustos se rompen géneros, pero el Carlos de hace años me parecía digno de todo elogio, el Fuentes de hoy me parece sólo una sombra del escritor de ayer, muy por de bajo de otras plumas nacionales, como Ortuño, Villoro, Fadanelli y Sada.

Por cierto, ya en otros temas, me enteré de tu nuevo trabajo, en realidad me parece un empleo fantástico y envidiable. Felicidades!!

Raúl Ortiz Torres

gabriel revelo dijo...

raúl: Gracias por la felicitación, en uno de los próximos post hablaré de eso.y bueno, respecto al libro... ahora que lo dices tienes razón, quizá Fuentes se quedó un poco atrasado en su concepción de lo que era México. La retrata bien, pero puede que le haga falta empaparse de cómo han cambiado las cosas. Qué difícil ser un escritor reconocido y tener que mantener siempre un buen nivel en sus letras.

Saludos afectuosos.