viernes, 24 de diciembre de 2010

Palabras para ti, en la mejor noche del año


‘A mi desde que era niña me enseñaron a amar la navidad. Yo quiero que cuando me muera ustedes recuerden con cariño estás fechas y se acuerden de su abuela’… la frasesita anterior la he escuchado unas 200 veces en mi vida, cada una de ellas, acompañadas por esa voz dramática-sufrida que sólo las abuelas son capaces de usar. Total, que estamos a unas horas de que esa noche llegue. Cuando era niño gordo no podía dormir desde días antes. Actualmente no me vuelvo loco por esta fecha, pero si la disfruto mucho. Tengo una gran familia y en cierta forma, estas fiestas son el pretexto ideal para festejarnos. Realmente ahí radica el encanto de nuestra navidad.

No sé cuánto tiempo nos duren mis abuelos. En cierta forma sé que cuando ellos se vayan las cosas no volverán a hacer las mismas. Esta noche, mientras brinde con una copa llena de sidra Santa Claus pediré porque esta no sea mi última Noche Buena, tal y como la conozco. Además brindaré por todos ustedes, quienes han tenido el infortunio de leer mis letras y siguen volviendo. Los considero mis amigos y por lo tanto, personas importantes en mi vida. Qué estas fiestas les resulten maravillosas, que rían, coman rico, abracen y quieran mucho. Sólo soy un simple bloguero al que le da por creerse escritor, pero que desea un mundo mejor, un futuro mejor para nuestro México. No se puede cambiar el mundo en un día, pero sí podemos poner nuestro granito de arena porque nuestro alrededor quede intacto a esa realidad lacerante.

Total, toda la palabrería anterior es para desearles una Feliz Navidad. Que Dios los bendiga no sólo esta noche, sino siempre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una de las mejores navidades, no crees, todos juntos en familia y gracias a Dios aun con mis abuelos. Felicidades a ti y a toda la familia y gracias por todo eso que compartimos ese maravilloso dia. Feliz navidad. Tu prima Jully.

gabriel revelo dijo...

july: gracias a ustedes por ser una gran parte de mi vida. sin ustedes nada sería igual. los quiero.