jueves, 30 de septiembre de 2010

Tlacotalpan, 4 años después.


El 14 de abril de 2006, publiqué el siguiente post en mi antiguo blog:

Tlacotalpan sigue siendo ese lugar en el que hasta el aire huele a pasión y el paisaje, en cualquiera de sus puntos cardinales, se vuelve arte.

Pasando el poblado de Alvarado, a unos 60km del puerto de Veracruz se encuentra Tlacotalpan. Hasta esa tarde, la ultima y primera vez que había ido fue hace doce años. Declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, me habían contado que era un lugar de ensueño, aunque la verdad, no creía recordarlo así.

Por eso aproveché esa tarde de abril. Tenía unas horas de haber llegado al siempre cautivante puerto de Veracruz y tenía tiempo de sobra antes de dirigirme a Catemaco, mi destino final. Surgió así la idea de desviarnos a Tlacotalpan. El día estaba radiante, el auto corría como nunca lo hace en la ciudad y francamente me encontraba de buen humor (ingrediente necesario para animarse a correr cualquier aventura). Media hora después, mi humilde automóvil tomaba la desviación hacía el pintoresco poblado. Para quienes no tengan el placer de conocer este lugar, bastará con decirles que la magia comienza desde la carretera. Un caminito de dos carriles (que por cierto estaba en reparación) rodeado de vegetación, manglares y el río Papaloapan, que por momentos te da la sensación de ir flotando sobre aguas de un azul cielo impecable.

Cuando finalmente llegas a Tlacotalpan, comprendes que todos los comentarios acerca de su belleza se quedan exageradamente cortos. Basta caminar por su plazuela principal para que a uno se le encoja el alma. Gracias a Dios he visitado muchos poblados de mi México, pero ninguno se compara a Tlacotalpan, cuyas calles medio vacías nos dan tranquilidad total. Su iglesia, su parquecito cálido y acogedor, su kiosco y su capilla, todo en armonía.

Caminé por sus calles. Me deleité con sus casitas de una sola planta, todas pulcramente pintadas con colores brillantes. El pueblo es pequeño, y sin embargo me perdí entre tanto paisaje ensoñador. Sin saber cómo, llegué a la casa en donde, según una placa, había nacido Agustín Lara. ¡Con razón el ‘flaquito de oro’ le cantaba a la vida y al amor de ese modo! Cualquiera que tuviera esos paisajes inspiradores no podría hacer menos que enamorarse con cada atardecer. En una banquita, frente a la estatua de unos jarochos bailando, tomé un refresco a la orilla del Papaloapan, mientras pensaba en lo bello de este estado. Veracruz tiene algo, eso es definitivo. Gracias a Dios vivo en un país como México, siempre sorprendente, siempre amable. No importa cuánto más escriba, tendrían que estar ahí para que me entendieran del todo.

Tiempo después dejé Tlacotalpan y continúe mi camino. El radio sintonizaba una estación local, misteriosamente la canción
'Arráncame la vida' (del maestro Lara) comenzó a sonar, guiándome amorosamente por la carretera. A lo lejos, en mi retrovisor, Tlacotalpan se perdía.

Quisiera que el tiempo se detuviera en mis palabras. Volví otras tres veces a Tlacotalpan, encontrando siempre una infinidad de razones para inscribir sus paisajes en la memoria de mis momentos perfectos. Por desgracia hoy Tlacotalpan, mi Tlacotalpan, se encuentra en situación de emergencia. Las constantes y torrenciales lluvias que han azotado gran parte del país hicieron que varios ríos (entre ellos el Papaloapan) en el estado de Veracruz se desbordaran y causaran estragos e inundaciones. Por unas semanas buena parte de Tlacotalpan estuvo bajo el agua, incomunicado y en condiciones precarias. Su gente fue evacuada mientras las casas y templos del poblado soportaban estoicamente las corrientes de agua que amenazaban con doblegar sus estructuras.

Las imágenes de los noticieros mostraban aquellas calles en las que tantas veces he caminado convertidas en un río incontrolable. Los desastres naturales adquieren otra dimensión cuando los sentimos más cercanos y ocurren en lugares que amamos. Poco a poco y con el paso de los días el nivel del agua bajó. La población volvió a su pueblo querido y empezó la reconstrucción y limpieza de esas casas que no cedieron ante la fuerza del agua. Por desgracia en estos momentos, ante la amenaza de nuevas lluvias, esta gente noble y trabajadora han sido desalojados de nuevo ante el riesgo de más precipitaciones e inundaciones.



Escribo esto porque me duele lo que pasa. En mi caso es Tlacotalpan, pero seguramente muchos tienen lazos afectivos con los diferentes pueblos y regiones que hoy se encuentran en desgracia. Algo estamos haciendo muy mal como personas, como humanidad, para que la naturaleza se desequilibre así. No pretendo decirles que ayudemos en centros de acopio pues todos somos conscientes de nuestras responsabilidades. Lo aterrador de que ocurran estas cosas no es tanto lo que oímos o vemos en los medios de comunicación, sino el imaginar que algún día los vulnerables seamos nosotros. Ayudar desde nuestra trinchera, es lo único que puede quitarnos la impotencia de ser tan pequeñitos ante la fuerza de la naturaleza.

Volveré a ese rinconcito de sueños en la primera oportunidad. Todo esto que está pasando sólo es para que resurja más bello que antes. Espérame, prometo regresar.

4 comentarios:

Kiddo dijo...

Hola Gabriel.

Solo quería decirte que ayer escuche en la radio en Superama están vendiendo ya la COCA-COLA cherry que tanto te gusta. Me acorde de tí, y aqui estoy de vieja chismosa de lavadero, jiji.

Luego regreso con más calma.

Un abrazo.

gabriel revelo dijo...

Kiddo: también lo escuché y las he buscado. he ido a varios superama y no he tenido éxito =(, pero muchísimas gracias por el anuncio. seguiré buscando.

Manolo dijo...

Gracias por lo que respecta a mi ser como Tlacotalpeño, poco a poco se est{a saliendo adelante, la ayuda nunca sobre y como dices puede ser de muchas formas, esta es una de ellas. Cualquier fecha del año es buena para visitarle, pero podr{ia recoemndarte que te paes unas tardes noches de diciembre, por ahí del 16 al 31. Me estoy tomando el atrevimiento de reproducir tu parte de tu comentario en mi blog y el perfil del Face, pues se que este tipo de comentarios levanta el ánimo de mis paisanos. Enhorabuena y Saludos cordiales. http://www.facebook.com/tlacotalpan.perladelpapaloapan

gabriel revelo dijo...

manolo: qué bueno que poco a poco vayan saliendo adelante, espero que no nos olvidemos de lo que pasa por allá. gracias por la recomendación, siempre es apacible llegar a Tlaco e imagino que en diciembre es buena época. no te preocupes, es un honor que tomes parte de esta entrada. saludos y gracias por tu visita. ¡sigan adelante!