domingo, 11 de abril de 2010

De paseo por Orión


Ayer me di cuenta de lo pequeño que son los humanos. Una insignificancia ante la enormidad del universo. Debería bastarles con transitar, durante unos minutos, por las calles de cualquier ciudad en medio de la noche, para sentirse una pequeña partícula que, sin embargo, piensa, tiene libertad de movimiento y capacidad de creación. Si ya el mundo de por si es inmenso, ¿cómo pueden tan siquiera soñar con imaginar al menos una parte del universo y sus latitudes infinitas?

Están perdidos en medio de un gigantesco edén. Basta mirar al cielo y perderse en su
azul marino para ser testigos de uno de tantos milagros que nos rodean. Respirar, amar, el crecimiento de un árbol, la lluvia que moja la tierra. Todo forma parte de una estremecedora realidad por sí misma impactante. Entonces, si todo es tan mágico y cargado de energía ¿por qué deciden terminar con tanto brillo? ¿por qué siendo tan pequeños hacen tanto daño? Pobres hombres, llevan siglos perdidos en una oscuridad imaginada por ellos mismos. Añorando placeres, buscando dioses falsos y pruebas de su existencia. ¿Para qué buscar vida en otros planetas cuando ni siquiera pueden terminar de comprenderse y tolerarse entre ellos?

Dudo que estos seres inteligentes perciban que su mundo esta muriendo lentamente. Quizá mi visión, desde acá arriba es diferente. Tal vez, al no tener un corazón humano no entiendo del todo la maldad ¿o será ignorancia? No pertenezco a la humanidad, y esa probablemente sea la diferencia. Sólo soy una estrella que observa la decadencia de tú mundo.

3 comentarios:

XND dijo...

"¿Para qué buscar vida en otros planetas cuando ni siquiera pueden terminar de comprenderse y tolerarse entre ellos" - Sonaste a mi madre.

Los que buscan respuestas, generalmente sólo buscan éso: conocimiento. El problema es con quienes buscan -y encuentran- aplicaciones que sirven a intereses personales.

Ahí se jode todo.

En fin. Sí, es pequeño. Y sí, es frágil. Y sí... está descompuesto, pero no te preocupes. El universo es una maquina compleja que coloca todo donde debe estar.

"Estrellita, ¿dónde estás? Me pregunto, qué serás..."

gabriel revelo dijo...

jony: pues sí... al final todo se acomoda de forma natural... lástima que haya personas que disfrutan acelerando 'los procesos de la vida'.

Unknown dijo...

1:18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
1:19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
1:20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
1:21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
1:22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
1:23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
1:24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
1:25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

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Isaac Newton (1642-1727) , el célebre descubridor de las leyes de la gravitación universal, fue un gran hombre de ciencia y también un profundo creyente en Dios. Cierto día llegó a su casa un científico amigo suyo que decia ser ateo. Y al entrar al escritorio de Newton, le llamó la atención ver sobre la mesa una réplica en miniatura del sistema solar. Era un mecanismo muy interesante. Dando vuelta una manivela, se ponían en movimiento todos los planetas alrededor del sol.


Después de observar detenidamente el curioso mecanismo, el amigo visitante le preguntó a Newton:


-Dime, ¡quién hizo esta maravilla? - Nadie, esto se hizo solo -contestó Newton. - No me oíste bien - volvió a decir el amigo-. Pregunto quién fabricó este aparato.

Y Newton volvió a asegrurarle que no lo habia hecho nadie, que se había hecho solo, por casualidad. Finalmente, cuando el cientifico visitante se sintió burlado, Newton añadio: "Esta es apenas una burda imitación del sistema mucho mayor que tú conoces. Yo no puedo convercerte de que este juguete se haya hecho solo; y sin embargo tú insistes que el Sol y los planetas se hicieron solos, sin la intervención de un creador. ¿ Cómo pudiste llegar a esa conclusión tan contradictoria?

Como es de imaginar, aquel amigo ateo sintió en ese momento que Dios debía de existir. Un Ser superior domina y sustenta todo lo que su mano ha creado.