miércoles, 15 de abril de 2009

La región más transparente


Toda mi vida aquí y sigo sin comprender este lugar que con cada paso, con cada minuto, se me presenta como totalmente nuevo. Aquí a los imposibles les da por volverse realidad y a las calles por ser escenario de un sinfín de historias que ni en un millón de años se alcanzarían a contar. Aquí dónde cada centímetro cubico, cada partícula, vive y muere a la vez con una prisa que nadie entendería. Aquí, en uno de los lugares más peculiares que tiene el mundo la tristeza lacera y el sol quema melancolía.

Vivo en la Ciudad de México. La más grande del mundo, que para bien o para mal, no se parece a ninguna otra. Esta ciudad es una galaxia con muchas estrellas conformándola. Esta la ciudad de los grandes palacios coloniales; la de la vida cultural con más museos y exposiciones que cualquier otra; la de los suburbios y barrios bravos; la de las grandes avenidas, puentes y pisos a desnivel en la que es imposible caminar; la desértica; la de los grandes jardines, parques y bosques; la de pueblitos pintorescos; la de los grandes edificios; la de los monumentos históricos; la de los puestos de tacos en cada esquina; la de los grandes conciertos y eventos deportivos; la azotada por la delincuencia; la que nunca duerme; la que fue hogar de Frida; la de las fiestas; la retratada en películas; la contaminada; la que se reinventa en la moda y adquiere un estilo propio, la que renació después de un terremoto; la de los corporativos y hoteles elegantes; la de Guadalupe; la que nunca está en silencio; la que se multiplica; las otras que aun no conozco pero que están.

Vivir aquí es el regalo de regalos para un escritor. Una ciudad así tenía que tener su propia novela en la que no nada más fuera el escenario de una historia sino la protagonista. Así nació ‘La Región más transparente´.

Escrita por Carlos Fuentes en los años cincuenta del pasado siglo, fue su primera novela, la que lo puso en la escena de la literatura mundial. No es para menos. Leerla es un prodigio que tontamente pospuse varios. Aun ahora, después de haber devorado las más de quinientas páginas que la conforman sigo extasiado. Uno puede ir leyendo historias en las que más o menos se encuentra, pero toparse con una novela en la que cada una de las realidades que nos rodean es desnudada hasta los huesos es fantasmagórico. No sólo es toparse de frente con lo que somos como individuos sino como sociedad. Todos en algún momento somos parte de alguna de las entrañables historias que se van entretejiendo ante el amparo y complicidad de una ciudad que siempre termina por cambiarle la vida a quien se cruza con ella.

Federico Robles, Norma Larragoiti, Rodrigo Pola, Pimpinela de Ovando, Manuel Zamacona, Roberto Regules, Hortensia Chacón, Rosa Morales, etc. Hablar de la historia central de la novela con tantos personajes es casi como querer describir de golpe todo lo que pasa en cada hogar de una orbe gigantesca. Todos en su soledad pero unidos en las venas palpitantes de la Ciudad de México. Todos bajo el amparo de Ixca Cienfuegos, personaje enigmático y misterioso, básico de la literatura mexicana.

Confieso que los meses que tardé en leer ‘La Región más transparente’ transformaron mi perspectiva de mi ciudad. Si antes ya la amaba por bella y excéntrica ahora la vivo más, la. No importa que tenga medio siglo de haber sido escrita, pues sigue siendo tan o aun más vigente que en aquel entonces. No sólo es una novela de calidad mundial escrita por uno de los mejores escritores del mundo, es además un tratado sobre la mexicanidad desde perspectivas que van desde la idiosincrasia hasta la psicología de nuestro país y una denuncia no hacía los círculos del poder sino hacía los defectos y virtudes de nosotros mismos. El florecimiento del México post revolucionario y el nacimiento del chic, la creación de grandes fortunas, la clase alta en decadencia. Esta novela podría llamarse ‘México’ y no le faltaría nada.

Otro detalle fascinante de esta novela es que no es necesario vivir o conocer la Ciudad de México para entenderla. El autor supo dotarla de un lenguaje y acciones universales que la hacen que igual se apasione un lector defeño que uno alemán. Por eso la recomiendo mucho. Siempre que puedo presumo mi ciudad… este libro les hará entender el por qué.

Hace unos meses estuve en la conferencia magistral de Carlos Fuentes por motivo del Homenaje Nacional por sus 80 años. Una emoción que aun no puedo dimensionar invadió mi cuerpo cuando el mismo Fuentes concluyó la conferencia leyendo uno de los párrafos más significativos de ‘La Región más transparente’:

Aquí nos tocó. Qué le vamos a hacer. En la región más transparente del aire.

Después todo el Auditorio Nacional se puso de pie y le aplaudió por minutos. La tarde que terminé de leer ‘La Región más transparente’ quise hacer lo mismo.

7 comentarios:

Alviseni dijo...

y leyendo la correspondnecia de julio cortázar (alfaguara) me enteré que cortázat fue de los primeros en encomiar esta novela, antes de que se volviera famosa.

aunque nunc ala he leido. supongo que es buena, como ya cortázar, y ahora tú, me lo sugienre.

saludos.

Eduardo Reséndiz dijo...

"Mi nobre es Ixca Cienfuegos, vivo en la ciudad de México..."

La novela es genial Gab0!!!

Pero también hay que hecharle ganas a nuestros motores orgánicos, suspirar mientras ahogamos nuetros escritos; y declamarlos en silencio... DejaR de S0ñaR?? --NuncA!!

Kiddo dijo...

Carlos fuentes es el equivalente literario de Rodrigo Gónzalez, con su innegable amor por la Ciudad de méxico, la aman, no a pesar de sus deficiencias, sino porque las tiene y las supera.
Me alegra regresar y volver a leerte.
Un gran abrazo.

Jessie dijo...

Puede ser, porque el DF y Alemania, mi papá me ha dicho que son ciudades de la Tierra, pero qué hay más allá de la Tierra. Yo soy de Céfiro. Bueno, al menos ya sé que si no puedo ir a la Tierra con ésta novela que decís ya pueso tener una idea de cómo es el lugar donde vivís.

También mi papá me ha dicho lo que vos decís, que el lugar donde vivís es grandísimo, tanto, que él se ha perdido cuando ha ido. Me ha dicho que es mucho más grande que Faren, y Faren es lo más grande que hay por acá, es más grande que Céfiro.

Pero lo único diferente es que decís que es lo más transparente, y mi papá dice que está algo contaminado y que cuando va, siempre que se baja del avión, tipo se marea porque dice que hay mucho smog.

Que lo más trasnparente y limpio (y lo admite) es Faren, y que Céfiro está en segundo lugar en limpieza del aire.

Te saludo y me despido

Atentamente:
Jessie (ahora ya sabés porque mi nuevo novio es de Faren, bueno esa es sólo una de las razones porque elegí al príncipe Sebastián como mi nuevo novio).

gabriel revelo dijo...

alvi: leéla, en verdad vale la pena. el texto a ratos es medio complicado, pero se gana muchísimo.

lalo: exacto, esto es de necios y valientes imprudentes... creo que encajamos en ambos.

kiddo: lugares como la ciudad de méxico tienen 'ese algo' que hace imposible no caer rendido por su encanto. me alegra que estés de vuelta, se te extrañaba.

jessie: lo transparente es el aire, antes no había contaminación y ese ambiente inmortal que viene desde que el df era tenochtitlan sigue estando presente.

Anónimo dijo...

Mira! Pensar que pudimos habernos topado en ese Auditorio Nacional aquella noche de Fuentes...
Empecé a leer la novela hace mucho. Por diversas cuestiones no la he terminado, y seguro tendré que empezarla de nuevo para no perderme entre sus páginas. Aquella noche en el Auditorio, más que alabar la obra de Carlos Fuentes, admiré sus ganas de contar la ciudad, porque tiene años que yo pretendo hacer lo mismo... A escribir sobre ella, antes de que nos acabe la influenza. Ja.

gabriel revelo dijo...

topo: es una obra seductora, te recomiendo que la leas de nuevo... y sí, empecemos antes de que la influenza nos alcance je je je.