lunes, 25 de julio de 2016

Attachments


Hace más de un año leí Eleanor & Park, novela de la escritora Rainbow Rowell, que a pesar de estar orientada hacia un público juvenil y de narrar una historia de amor adolescente, me pareció profundamente triste, melancólica y llena de claroscuros. 

Después de leerla comencé a investigar más sobre la obra y trayectoria de Rowell. Así supe que si bien Eleanor & Park es su obra más popular, la mejor lograda es Attachments, novela con la que esta autora irrumpió en el mundo literario en el 2011. Tantos buenos comentarios escuché sobre este libro que me animé a leerlo. 

¿Mi veredicto? Attachments es una novela romántica ingeniosa, divertida y le da voz a toda una generación que hoy está entre sus veintes y treinta años. A diferencia de Eleanor & Park o de otras novelas de Rowell, Attachments va dirigida a los llamados 'adultos contemporáneos', a ese grupo de personas que ya trabajan en una oficina, que intentan descubrir hacia dónde orientar su vida y que se encuentran en el proceso de madurar a la fuerza y centrarse en la vida adulta, labor que a veces resulta por demás difícil. 

Attachments está protagonizada por Lincoln, un joven cercano a los 30 años que aún vive con su sobreprotectora madre y que trabaja por las noches en el área de seguridad informática de un periódico local, donde su chamba es interceptar los mails 'indebidos' que los trabajadores mandan desde sus cuentas de correo del trabajo. Así comienza a leer las conversaciones que sostienen Beth Fremont y Jennifer Scribner-Snyder, dos chicas que trabajan en otras áreas del periódico y a las que nunca ha visto. A pesar de que según el protocolo tendría que mandarles una amonestación por el uso indebido del correo interno, Lincoln encuentra esas charlas tan divertidas y profundas que prefiere no mandarles ninguna advertencia para seguirlas leyendo. 

Así, cada mail que intercepta hace que las vaya conociendo mejor y esté al tanto de sus vidas. Poco a poco la simpatía que siente por estas peculiares chicas se va transformando, hasta que comienza a sentirse profundamente atraído por una de ellas. Además del inconveniente de nunca haberla visto o no saber cómo es, Lincoln dista mucho de ser un hombre normal, lo que le genera mucha inseguridad: No tiene muchos amigos, es medio nerd, sólo ha tenido una relación seria (la cual terminó tan mal que lo dejó traumatizado), pasa sus sábados jugando juegos de rol y se tiene poca autoestima. 

La historia está ambientada en 1999, justo cuando internet comenzaba su auge y el mundo temía que las computadoras del mundo colapsaran con la llegada del nuevo milenio. De hecho, otra de las chambas de Lincoln en el periódico es prevenir este caos informático.  

Con una narrativa sencilla pero envolvente, Rowell se vale de varias licencias que favorecen la sensación de lejanía-cercanía que hay entre los protagonistas. Por un lado los diálogos de Beth y Jennifer son presentados bajo un formato estilo correo electrónico que se van intercalando cronológicamente con los pasajes donde interviene Lincoln. ¿Cómo lograr que ambos mundos terminen por juntarse? Eso no sólo se lo pregunta el propio Lincoln, sino que es una duda que acompaña al lector en gran parte del libro. 

Hace un momento dije que esta novela esta dirigida para un público más adulto, esto es precisamente por los temas que se abordan: La complejidad de encontrar a la pareja ideal, la insatisfacción laboral, la presión social por casarse o tener hijos, o la incapacidad de comprometerse con un proyecto de vida, entre otros tópicos, son reflejados tan bien que uno no puede evitar sentirse aludido constantemente. 

Attachments es una novela que disfrutará el lector de cualquier edad, pero son los treintones godínez quienes la encontrarán más entrañable. Si usted querido lector entra en este target, entonces no dejen pasar este libro, recientemente publicado en español. 

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