“Los perros siempre esperan a sus dueños”
Todos los comentarios que leí sobre este manga coincidían en algo: Quienes se adentran en esta historia invariablemente terminan llorando. Esa fue una de las cosas que me hicieron buscar esta edición especial publicada por editorial Kamite por varios días.
Además, también estaba esa curiosa portada que de entrada parece transmitir mucha alegría, pero que después de leer Hoshi Mamoru Inu (que en México fue nombrado como El perro guardián de las estrellas), me estruja el corazón cada que vuelvo a ver ese campo lleno de girasoles con un simpático perro en el centro.
Y es que El perro guardián de las historias dista mucho de ser un manga convencional. De hecho, su historia es muy simple y se aleja de las tramas complejas y enredadas de este tipo de publicaciones, quizá por, es más fácil que nuestras fibras más sensibles sean tocadas de forma tan contundente. Tan dolorosamente bello es este relato, que es imposible no sentir la necesidad de interrumpir la lectura para suspirar y controlar nuestras emociones con cada página que pasamos.
Este pequeño volumen está dividido en dos partes. La primera, que le da el título al manga, trata sobre Happy, un pequeño perro que llega a casa de una familia conformada por una pareja de esposos y su hija, donde tiene una vida apacible durante sus primeros años.
Poco a poco, Happy comienza a desarrollar una relación más cercana con “Papá” (así conoce al padre de la familia con la que vive), con quien todas las tardes sale a pasear. Tiempo después algunas circunstancias hacen que “Papá” y Happy tengan que iniciar juntos un viaje donde viven algunas aventuras y pasan varias dificultades, a pesar de las cuales ambos permanecen alegres y hacen que su relación se estreche aún más.
Aunque desde las primeras 3 páginas sabemos en qué terminará la historia, es en el cuerpo de la historia y en el camino hacia esa trágica conclusión donde radica el encanto de este manga. Son los detalles sutiles, los diálogos y las acciones en apariencia cotidianas, los que muestran esos pequeños sacrificios de amor que un hombre es capaz de hacer por su mascota y la entrega incondicional de un perro hacia su amo.
Y es que por muchas desgracias por las que pasemos, si estamos acompañados de un fiel amigo siempre tendremos motivos para sonreír.
Si tienes un perro no hay forma de no sentirnos aludidos en cada página, y no serán pocas las veces en las que sintamos la necesidad de ir a darle un abrazo fuerte fuerte a nuestra mascota.
La segunda parte del manga se titula Campo de Girasoles, y está conectada de forma sutil con la primera. Ahí conocemos a otro perro igual de entrañable aunque diferente a Happy y los sentimientos le dan paso a lo lírico. Así la historia alcanza su mayor punto poético y los círculos se cierran.
Y ya no quiero hablar más de la trama, en primer lugar porque, por más cosas que escriba no alcanzaré a transmitir la belleza y perfección de esta historia tan conmovedora; y además, porque no puedo recordar cada página de este manga sin que nuevamente quieran asomarse las lágrimas en mis ojos.
Tardé un par de días en reponerme emocionalmente después de leer Hoshi Mamoru Inu. A una semana de recibir esa cascada emotiva, la cara sonriente de Happy en esa hermosa portada me sigue poniendo nostálgico. Y ni que decir de ver a las estrellas en una noche despejada
Mi perro Margarito tiene 15 años y a veces también se queda mirando al firmamento sin explicación alguna. después de leer esta historia creo darme una idea de lo mucho que él me quiere. Y eso me hace sentirme muy feliz pues sé que por más que pase el tiempo el siempre me estará esperando.
Aunque no es tan sencillo encontrarlo, si se topan con Hoshi Mamoru Inu (lo venden en Sanborns) no dejen de comprarlo, les aseguro que lo disfrutarán mucho. Y sí, van a llorar.
Hoshi Mamoru Inu
Takashi Murakami
Editorial Kamite
1 comentario:
Mmmmm.... aunque soy un no lector soy de aficion por el anime y manga, aunque no soy adepto de llorar, quizas lo busque, ojala llore menos que con clannad...
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