domingo, 5 de octubre de 2014

Así perdí 5 mil pesos por usar un cajero automático


Sábado 4 de octubre
14:05 horas

Estaciono mi auto afuera de una sucursal de Bancomer, en la colonia Viaducto Piedad. Para traer un poco de efectivo a la mano, entro al área de cajeros automáticos y saco 300 pesos de mi tarjeta de débito. Soy el único que se encuentra ahí. Hago la operación en menos de un minuto y abandonó el lugar.  

A los pocos minutos mi teléfono celular vibra un par de veces, como voy manejando decido no revisarlo.

14:15 horas

Dejo el auto a unas calles del banco, y camino junto con mi novia hasta la estación del metro Viaducto. Como vamos al mercado de La Lagunilla habíamos pensado que lo mejor seria ir en transporte público.

14:31 horas

Vamos entre las estaciones Bellas Artes y Garibaldi. De pronto el metro se detiene y se queda sin luz. Así estamos por varios minutos. Temo que empiece a temblar, aunque prefiero hacerme el valiente y mostrar una actitud relajada ante mi novia. Más tarde ella me confesaría que pensó lo mismo pero que tampoco me dijo nada para no preocuparme.

A excepción de un viejito que hablaba de política, el resto de los pasajeros guardamos un nervioso silencio.

14:39 horas.

Se reanuda la marcha del metro y en 20 segundos llegamos a la próxima estación.

15:20 horas

Ahora estamos en un departamento de una unidad habitacional del barrio de La Lagunilla. Un diseñador de modas le hace los últimos arreglos a un vestido que mi novia usará en una boda donde será Dama de Honor. Para matar el tiempo saco mi teléfono y reviso Twitter, Facebook y mis correos. Es entonces cuando veo que tengo 3 correos de Bancomer.

El primero es para notificarme que había sacado 300 pesos del cajero a las 14:05 horas. Esto no me causa mayor sorpresa pues desde hace tiempo el banco me manda un correo electrónico inmediatamente después de que ocurre alguna transacción en mi cuenta. Lo que me inquieta son los otros dos correos que recibí por parte del mismo banco.

El siguiente mail me informa que a las  14:06 horas el NIP de mi tarjeta de débito había sido cambiado. El tercero es aún más desalentador, pues me comunica que a las 14:09 habían sacado 5,200 pesos de mi cuenta. Si lo anterior es cierto, me han quitado todo lo que tenía en dicha cuenta. Por unos segundos me quedo en blanco y salgo del departamento para tomar aire y pensar qué hacer. Quiero llorar.

15:26 horas

Debajo de los mails de Bancomer dice que si no reconozco alguna de las transacciones llame al banco y justo eso hago. De inmediato me contesta un operador al que le relato lo sucedido. Entonces me pide que le de el número completo de mi tarjeta pero cuando la busco en mi cartera no la encuentro.

Para poder cancelar la tarjeta extraviada (lo cual a esas alturas ya me da igual, pues la cuenta ya no tiene más dinero) me piden varios datos personales, mismos que proporciono. Poco después ya tengo un nuevo número de folio para la reposición de mi "plástico". Al preguntar por mi dinero me dicen que tengo que esperar 24 horas para que los movimientos se vean reflejados en el sistema y pedir que se revise lo sucedido para ver si me pueden devolver o no la cantidad sustraída en contra mi voluntad.

Cuelgo la llamada y completamente desalentado entro de nuevo al departamento donde las Damas de Honor y los diseñadores platican animadamente. Me hacen una pregunta sobre otro tema que nada tiene que ver con mi desgracia y me uno alegremente a la platica fingiendo que nada ha pasado.

15:50 horas

Al salir de su prueba de vestido, mi novia me pregunta sobre los mails que recibí. Al contarle lo sucedido me ofrece su apoyo. Decido haberme el valiente y decir que todo está bien, aunque claro, por dentro estoy muy enojado.

Quienes se van enterando de mi desgracia me dicen que probablemente me regresen el dinero, que no me preocupe. Decido no hacerme ilusiones.

El resto de la tarde lo pasamos viendo zapatos para el vestido. Quiero olvidarme de lo sucedido pero no puedo. Si bien perder ese dinero no es cosa de vida o muerte, sí me sacará balance por varias semanas pues ya tenía claro para que lo tenía destinado.

Sábado 4 de octubre
Tarde - Noche

Después de la elección de los zapatos mi novia y yo fuimos a comer algo y después al cine. Ella se portó muy linda y en todo momento me ofreció su apoyo y ayuda.

Mientras veíamos le película llegué a la conclusión de lo que seguramente pasó: Al salir del cajero olvidé sacar la tarjeta del cajero y alguien se dio cuenta. Tanto por la hora del cambio de NIP, como del retiro, quien lo hizo observaba lo que hacia, pues entre mi retiro y el de las otras transacciones únicamente hay un minuto de diferencia.

No sé si esto fue lo que ocurrió pero me siento un idiota. Por un tonto descuido un aprovechado se quedó con mi dinero. Me da coraje porque seguramente vio cuando dejaba la tarjeta y en lugar de avisarme decidió sacar provecho de la situación.

Aún así me queda una duda: Al sacar el dinero en el cajero indiqué que deseaba salir. Al hacer esto, aunque deje la tarjeta es necesario poner nuevamente el NIP. Entonces ¿cómo le hizo quien tomó la tarjeta para hacer las transacciones tan rápido?

De momento sólo tengo teorías y suposiciones tontas. Lo único que puedo hacer es esperar a que pasen las 24 horas y volver a llamar al banco. Ya veremos qué pasa.

Domingo 5 de octubre

Intenté llamar a Bancomer pero su menú de atención en línea es una porquería. Cuando finalmente encontré la ruta correcta para que me atendiera un asesor, una grabadora me pidió que tecleara el número de mi tarjeta. Número que no recuerdo pues NO tengo la tarjeta.

Cansado de la situación decidí mandar al diablo a la humanidad entera. En este momento de mi vida los odio a todos.

* * * * *

Mañana iré al banco a que me den mi pedazo de plástico que de momento no sirve para nada pues no tiene dinero. Ahí mismo les platicaré lo sucedido y ver si de pura casualidad me pueden reponer el dinero. Aunque seguramente dirán que lo ocurrido será mi culpa y pus ya, peleishon time.

Eso sí, no me cabe en la cabeza cómo alguien puede quedarse con dinero ajeno y seguir su vida tranquilamente. Le deseo lo peor de la vida a quien tenga mis 5 mil pesos. Qué le aprovechen al muerto de hambre.

Sí, estoy muy enojado ¿se nota?

Por lo pronto me quedo con una frase que dice el personaje de Mario Moreno en la película Cantinflas:

"El dinero no es lo importante".

¡Eso espero!

Y también adaptaré la frase de una canción del maestro Alejandro Sanz:


"Sonrío y voy tranquilizando, la rabia de saber, que alguien mis 5 mil varos se está gastando".

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