miércoles, 21 de noviembre de 2012

La Reina del Sur



“Sonó el teléfono y supo que la iban a matar”

Así de envolventes y cautivantes son las primeras líneas de “La Reina del Sur”, novela escrita por Arturo Pérez Reverte. Y justamente en esa tónica se desarrolla el resto de las páginas que la conforman. Sin dar descanso a los lectores, que fascinados atestiguamos la vida de uno de los personajes femeninos más cautivantes de la literatura hispana de los últimos años: Teresa Mendoza.

Por años estuvo en mis planes leer esa novela de la que cada vez hablaba más gente. Sin embargo, admito que en un principio (por ahí del 2003-2004) el tema del narcotráfico no me interesaba demasiado, quizá porque aun lo sentía como algo ajeno y muy alejado de mi vida cotidiana.

Durante los últimos años esto cambió. Quizá por la edad o porque la situación del país ha cambiado considerablemente, el caso es que a últimas fechas todo lo que rodea al narco ha llamado poderosamente mi atención. Algo tienen esas mafias y su modus operandi que cada vez hacen que busque más y más información al respecto.

Por eso, cuando un ejemplar de La Reina del Sur se cruzó en mi camino, no dudé en leerlo. Así fue como conocí a Teresa Mendoza, o mejor dicho, a las varias “Teresas” que a lo largo de la historia se nos van presentando. Y es que esta novela no habla propiamente del narco, sino de la capacidad de reinvención y transformación de una mujer a lo largo de 12 años emprende una loca huida através de tres continentes distintos.

Una carrera por preservar la vida, y en la que queda demostrado que son las circunstancias las que nos van moldeando. Uno no elije ser quién es, sino el resultado de lo que deciden que seamos quienes nos rodean.

Pero empecemos por hablar de la construcción de esta historia. La Reina del Sur nos muestra un soberbio manejo de los tiempos y técnicas narrativas al servicio de los personajes. Por un lado, atestiguamos cómo un escritor va reuniendo las piezas que ayuden a explicar cómo una joven sinaloense común y corriente, hasta cierto punto tímida, termina convertida en la legendaria Teresa Mendoza, una mujer llena de dinero, poder y dueña de una determinación y coraje que hace temblar al más feroz de los narcos. Por otro lado, se nos narra justamente esos puntos intermedios que ayudaron a que esta ‘La Mexicana’ se ganara el respeto de mafias y autoridades por igual.

Todo comienza cuando Teresa Mendoza recibe una llamada en la que le comunican que su novio, el “Güero” Dávila, un piloto de avionetas dedicado al traslado de drogas para un cártel, acaba de ser asesinado. Entonces ella sabe que sus horas están contadas y que debe escapar antes de que los enemigos de su pareja den con ella y corra la misma suerte. Así, desconfiando de todo y de todos, sintiendo la proximidad de ‘la situación’, finalmente pone a prueba su destreza y valor (atributos que jamás se imaginó tener), e inicia una persecución que terminará de forma espectacular años después.

La Reina del Sur es una historia de corrupción y narcotráfico con sabor muy sinaloense, pero también está impregnada del mediterráneo, de las lejanas costas marroquíes en donde el mar es escenario de un eterno juego de policías y ladrones. Este libro habla de que hasta en el mundo del contrabando hay reglas no escritas, que no se puede confiar en nadie, pero por contradictorio que parezca, también habla de lealtades.

Corridos, un lujoso yate blanco, cigarros y tequilas, una cárcel cuyo tiempo pasa entre libros, barquitos de madera a escala cuidadosamente tallados, una cueva con un autentico tesoro, un ruso y su peculiar amistad, un pistolero a prueba de todo, una roca inmensa cerca de la orilla del mar, un bar en Culiacán donde un hombre bebé solo y triste en las tardes, el miedo al gris de los amaneceres… eso y aun más existe en este lujo de narración

Reconstruir una vida a base de fotografías, de testimonios, de momentos significativos. Sorprenderse de la agilidad mental de quien supo construir un imperio a base de nada y esperó el momento exacto para cobrar venganza. Maravillarse por su capacidad de aparentar frialdad y seguridad, a pesar de estar muriendo de dudas y miedos por dentro. He ahí el encanto de esta novela maravillosa que por semanas me mantuvo con el alma en un hilo.

Terminé de leer este libro y aun dudo sí Teresa Mendoza existió o no. Hasta en eso Pérez Reverte ha sido un genio. Nos sembró una duda que muchos aun tenemos dándonos comezón en la cabeza. Para ser honestos, me encantaría que la leyenda de La Reina del Sur fuera real, sería un desperdicio si una mujer así no hubiera existido…

Pa’ que les digo que no, si sí. 

2 comentarios:

Jorge Atarama dijo...

Hola Gabriel tenías que ser un profesional de ciencia de la comunicación, por que al leer esta entrada me han venido tremendas ganas de devorar a la Reina del Sur. Saludos desde Lima Perú.

gabriel revelo dijo...

Jorge, qué gusto encontrarte nuevamente por acá!!!. La novela lo vale, de verdad échale un ojo, verás que te atrapa de inmediato. Un abrazo desde la Ciudad de México.