domingo, 21 de octubre de 2012

Todos se van



Tiendo a padecer el paso del tiempo. Siempre he sido renuente al cambio y a ver cómo el paso de los años erosiona tanto a las personas como al espacio que hay entre ellas. Casi siempre alejándolas, pocas veces uniéndolas.

Esto me ha pasado varias veces con muchos de mis amigos. Cuando ya es demasiado tarde, noto que la distancia que nos separa se vuelve insalvable, y con algunos, las cosas se enfrían tanto que no vuelven a ser las de antaño. Como pocas veces ayer sentí este embate de la vida y sus circunstancias, cuando alrededor del medio día salí a pasear a mi perro, y al regreso vi a lo lejos a mi amigo Claudio. Tenía meses de no verlo. Nos saludamos y entré a mi casa.

A Claudio lo conozco desde siempre. Crecimos juntos, a sólo una casa de distancia. Los veranos de mi adolescencia los pasé con él y otro grupo de amigos (igual de entrañables) jugando futbol en el parque o en casa de alguno de nosotros, perdiendo el tiempo mientras compartíamos momentos que ahora sé, fueron irrepetibles.

En algún momento Claudio conoció a una chica y tiempo después vivieron juntos. Primero se mudó a un departamento en nuestra misma colonia, y después a otro más lejano. Pasó el tiempo y nuevamente regresó a la casa en la que creció.

Paulatinamente dejé de verlo.

Por medio de las redes sociales he sabido que ahora vive por un rumbo lejano y que tiene una relación estable con otra persona. Aún así, siempre guardaba la esperanza de que algún día volvería a vivir a su antigua casa.

Ayer comprobé que eso no pasará. Después de haber visto a Claudio, me puse a barrer el interior de mi casa. Ocasionalmente veía por la ventana que hacía. Así noté cómo en un camión de mudanza metían varias cosas que estaban dentro de su antigua vivienda. Un refrigerador, un comedor, sillas… ¡estaban vaciando esa casa, en la que tantas veces estuve sin imaginar que años después la vería en el abandono!

Entonces vi a su nueva pareja, a una pequeña niña y a otro muchacho. Todos se veían contentos. Dentro de la confusión que sentía, me agradó verlo contento. Terminaron de cargar el camión de mudanzas, y Claudio y sus acompañantes se marcharon.

Y yo en la ventana viendo todo como un espectador. El problema es que parte de esa película tiene que ver conmigo. Desde la ventana veía como una parte de mi pasado de desmorona sin que me atreva si quiera a salir y desearle buena suerte a mi amigo. A decirle un sincero 'te extraño' y un  ‘espero no perderte de vista’. Sin embargo algo no me dejó salir. Quizá el no querer verme demasiado sentimental o exagerado, quizá la pena, quizá el miedo de afrontar una despedida que no deseo.  

A varios de mis amigos de esa misma época los he dejado de ver.  Ahora, en el parque central de la colonia, justo en el espacio que ocupábamos como cancha ahí un castillo de plástico con resbaladillas. El mundo que por años viví se va desintegrando.

Supongo que debo aceptar que el tiempo pasa y es de lo más natural que las cosas cambien. Que quizá mi postura de renegarme al avance de la vida es ridícula e inmadura. Todo eso lo sé, es sólo que me cuesta aceptarlo y entender que la vida es continuo movimiento.

Y en ese transcurso se me va la vida como espectador. No sé por qué el tiempo y sus estragos siempre me hacen daño. Así somos los cobardes, o los ridículos, o los románticos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hola así son las cosas, todo es un constante cambio y no lo podemos detener pero si podemos mantener comunicación constante para seguir atesorando experiencias nuevas que en otra ocasión sean solo recuerdos.
como dicen EN TELMEX HABLALE

alba dijo...

LLegue hasta aqui segun yo "investigando" que habia en la red sobre leon larregui(zoe)y su relacion con los masones o algo asi y me tope con tu blog y estuvo muy "tenebrosa" tu resultado de la investigacion, pero ademas de eso el blog en si me dejo un buen sabor de boca para prueba lo de este mes de diciembre,tienes una buena y amena forma de redactar.

gabriel revelo dijo...

Alba: Gracias por leer el blog, espero que sea lo suficientemente interesante como para que lo visites frecuentemente. Un abrazo!!!