lunes, 30 de julio de 2012

La medalla de plata que hizo que un lunes por la mañana valiera la pena



Hoy volvió esa sensación que sólo cada cuatro años se puede vivir. Hoy, México ganó una medalla en los Juegos Olímpicos. Para ser más exactos, una plata en clavados sincronizados en plataforma de 10 metros, producto del esfuerzo de Iván García y Germán Sánchez.

La historia se escribió pasadas las 9 de la mañana en México (3 de la tarde en Londres). Aunque me encontraba trabajando, tenía bien presente la competencia, por lo que puntualmente seguía la competencia vía internet. Desgraciadamente las cosas no salieron muy bien en los primeros dos intentos de la pareja mexicana, quienes al termino de la segunda ronda ocupaban la última posición. Por mi mente pasó la idea de cerrar la transmisión y seguir trabajando sin distracciones, pero por masoquismo (o quizá intuición) seguí escuchando la transmisión mientras hacia otras cosas. Sólo cuando anunciaban que era turno de los mexicanos, volvía a la imagen para ver el clavado.

Entonces, a partir del tercer intento los mexicanos ejecutaron clavados con altos niveles de dificultad. Una acción arriesgada que por fortuna les trajo buenos dividendos, pues sus lances fueron casi perfectos. Así empezó una remontada que tuvo a gran parte del país con el alma en un hilo. Al terminar la cuarta ronda (de seis) Iván y Germán ya iban en la segunda posición, peleando férreamente con los chinos y norteamericanos. Entonces vinieron momentos emocionantes en los que afortunadamente la presión no hizo mella en los mexicanos, quienes al final se consolidaron en la segunda posición.

A esto siguió una inmensa alegría. Me recuerdo sonriente y feliz. Los tuits tanto de agencias informativas como de personas comunes comenzaron a fluir a una velocidad vertiginosa. Este lunes por la mañana distó mucho de ser el típico lunes por la mañana. Todo era luminoso y motivante. El país, dentro de su maraña de problemas, tenía una razón para sentirse feliz y orgulloso.

Después vino la ceremonia de premiación, y quienes aun pensábamos que lo ocurrido era un sueño nos convencimos de que lo sucedido era una dulce realidad.

Las horas posteriores a una medalla olímpica son raras. Todos hablan del triunfo. Uno no se cansa de ver una y otra vez las imágenes de esa competencia que nos puso en los primeros planos del mundo.

Este blog vive días raros. Quizá he abusado del tema de los Juegos Olímpicos, pero sé que en unos años, cuando quiera recordar lo que viví en estos días estas líneas me ayudarán a darme una idea de la satisfacción que sentí al ver elevarse mi bandera en una ceremonia de premiación.

Hoy se ganó una medalla de plata. Hoy no quiero hablar de nada más, sólo disfrutar el momento de gloria que el deporte nos regala. Ya mañana mi vida volverá a la rutina, y el blog también.

Gracias Iván, gracias Germán. 

2 comentarios:

Ale C. dijo...

Después de haberme entusiasme con el tiro con arco en equipo donde por unos puntos nos quedamos sin esa medalla de bronce, Y me emocione muchisimo, ahora que llegamos a obtener una de plata, pero yo aun sigo con ganas de que se regrese algún competidor con una de oro (Por que la esperanza es la que muere al ultimo)

Saludos ;)

gabriel revelo dijo...

Ale: Yo también me quedé con ganas de la medalla de tiro con arco, pero igual y en individuales cae. Y seguramente caera un oro en tae kwon do, ya verás. Saludos!