Escribo sin escribir, o al menos, sin poner mucha atención en lo que hago. Redacto estas líneas con la mirada más puesta en la televisión que en el monitor de la computadora. A unos minutos de que inicie la semifinal de la Copa Libertadores entre la Liga Universitaria Deportiva de Quito y el América de México. Que quede bien claro, NO LE VOY AL AMÉRICA, le voy al Atlante, pero la importancia del partido de esta noche me hace inevitable no estar al pendiente. Por eso, estar escribiendo para mi blog es algo que no estaba en mis planes.
Desde hace varios días tenía agendadísimo estar frente a un televisor sin hacer nada más. Según mis planes, en el transcurso de la tarde escribiría algo para éste espacio con toda la calma del mundo para poder así, estar desocupado y disfrutar del futbol como Dios manda: comiendo papas y refrescos aplastado en el sillón.
Lo malo es que por más que lo intenté “la maravillosa idea que me haría escribir un gran post” nunca llegó. Por más que pensé, medité y salí a caminar, nomás nada. Hay días así.
Dirán ustedes que mi problema es infundamentado, que no pasará nada si dejo de escribir por un día, pero quienes tengan un blog o compartan conmigo el vicio de escribir no me dejarán mentir: es tan necesario hacerlo, que cualquier otra cosa, pasa a segundo término. No importa si el tiempo se pasa y las palabras no llegan, el chiste es trabajar en ello o cuando menos, exprimirnos el cerebro una y otra vez. Esperar ese ‘chispazo’ que podría llegar en cualquier momento o morir en el intento.
En parte lo complicado de tener un blog es hallar de qué hablar y que esto resulte interesante a los demás. Que por momentos se tengan mil y un temas sobre los cuales escribir, y que paradójicamente, en otras ocasiones nuestra creatividad sea un desierto es una de esas bromas del destino que terminan por volverse una molesta astilla que no hacen daño, pero que vuelve insoportable. Se puede dejar de escribir por días y nadie morirá, pero el precio que se paga con la propia consciencia es aún, más insoportable que la astillita antes mencionada.
De modo que contrario a lo que muchos creen, mantener un blog más o menos no es nada fácil. La pelea es con uno mismo y aun así se lleva la de perder. Al igual que cualquier otro arte, la pasión de jugar con las letras no conoce la palabra ‘saciedad’. Un escritor (de cualquier ramo) que se encuentre satisfecho con lo que ha escrito y no sienta la urgencia de redactar ‘algo más’, simplemente debería pensar en otro oficio.
No podría dejar de ver el partido, que por cierto, ahora está en el medio tiempo; pero tampoco podía dejar de escribir. Qué importa si no disfruto plenamente del partido, seguramente el cargo de conciencia sería mucho peor si hubiera dejado este texto para después.
Pero eso se busca uno. Nadie dijo que tener un blog sería fácil.
Desde hace varios días tenía agendadísimo estar frente a un televisor sin hacer nada más. Según mis planes, en el transcurso de la tarde escribiría algo para éste espacio con toda la calma del mundo para poder así, estar desocupado y disfrutar del futbol como Dios manda: comiendo papas y refrescos aplastado en el sillón.
Lo malo es que por más que lo intenté “la maravillosa idea que me haría escribir un gran post” nunca llegó. Por más que pensé, medité y salí a caminar, nomás nada. Hay días así.
Dirán ustedes que mi problema es infundamentado, que no pasará nada si dejo de escribir por un día, pero quienes tengan un blog o compartan conmigo el vicio de escribir no me dejarán mentir: es tan necesario hacerlo, que cualquier otra cosa, pasa a segundo término. No importa si el tiempo se pasa y las palabras no llegan, el chiste es trabajar en ello o cuando menos, exprimirnos el cerebro una y otra vez. Esperar ese ‘chispazo’ que podría llegar en cualquier momento o morir en el intento.
En parte lo complicado de tener un blog es hallar de qué hablar y que esto resulte interesante a los demás. Que por momentos se tengan mil y un temas sobre los cuales escribir, y que paradójicamente, en otras ocasiones nuestra creatividad sea un desierto es una de esas bromas del destino que terminan por volverse una molesta astilla que no hacen daño, pero que vuelve insoportable. Se puede dejar de escribir por días y nadie morirá, pero el precio que se paga con la propia consciencia es aún, más insoportable que la astillita antes mencionada.
De modo que contrario a lo que muchos creen, mantener un blog más o menos no es nada fácil. La pelea es con uno mismo y aun así se lleva la de perder. Al igual que cualquier otro arte, la pasión de jugar con las letras no conoce la palabra ‘saciedad’. Un escritor (de cualquier ramo) que se encuentre satisfecho con lo que ha escrito y no sienta la urgencia de redactar ‘algo más’, simplemente debería pensar en otro oficio.
No podría dejar de ver el partido, que por cierto, ahora está en el medio tiempo; pero tampoco podía dejar de escribir. Qué importa si no disfruto plenamente del partido, seguramente el cargo de conciencia sería mucho peor si hubiera dejado este texto para después.
Pero eso se busca uno. Nadie dijo que tener un blog sería fácil.
9 comentarios:
si, tienes razón. a veces dan ganas de escribir para los demás y uno se esfuerza en escribir algo digno de leer, pero simplemente no sale nada.
es entonces cuando recuerdo le decálogo de onetti y entonces empiezo a escribir más para mí, y que ahí lo lea el que quiera, y si no les gusta, ni hablar.
o a veces se escriben varias cosas que el contendio empeiza a perder calidad, escrito tras escrito. tons mejor dejar d de escribir por días como que "recarga" la creatividad, se encuentra material, etc.
por eso a veces escribo idioteces, jeje bueno.
y cómo terminó el partido.
PD yo empecé a leer tu post anterior pero me distraje con los videos que linkeaste jaja.
Pues para no estar inspirado te salio bastante bien la entrada sobre como mantener un Blog y no morir en el intento.
Por cierto, me hizo reír bastante tu comentario anterior, lo siento tengo mucha imaginación y si te vi en pantuflas, viendo tele y con cuchara en mano deborando un litro de helado de chocolate.
Un beso!
Alviseni: Perdio el America, lo cual me hace muy feliz por ser una anti-americanista de hueso colorado.
Bueno para nosotros es bueno este vicio que tienes de escribir. Por cierto la final es entre LDU y Fluminense, quizá LDU tenga que aprovechar lo de la altura para sacar una buena diferencia de goles. Saludos desde Lima Perú.
mantener un blog es una locura
más fácil es ver fútbol internacional
doc alvi: también soy de los que piensan que es mejor dejar un poco de tiempo entre escrito y escrito, lo malo es cuando son tantas las ganas que se vuelve inevitable postear una y otra vez... supongo que el equilibrio perfecto se da al conciliar ambas formas.
deli: muchas gracias, la verdad es que lo del helado sí lo hice jaja... y luego se queján de que en México ya hay demasiado sobrepeso. como siempre, gracias por volver. pd. también soy antiamericanista.
jorge: gracias, intentaré seguir de vicioso. ojalá y gane LDU, tiene un equipo bastante equilibrado. ¡saludos hasta Perú!
gonzalo: tienes toda la razón... aunque eso de escibir es una locura hermosa (igual que el futbol), un abrazo hasta NY.
Nada facil Sr. Revelo. Uno escribe porque asi lo siente y cree necesario. Escribir "para otros" es todo un trabajo. Escribir "para uno" lo es aún más.
wilmer: exacto, uno mismo es el juez más duro y a la vez, el lector más dificil de complacer.
YO TE SIGO LEYENDO Y SIGO ENAMORADA AHORA NO SE SI DE TI O DE LO QUE ESCRIBES. BESOS
anonima: hasta mis letras tienen más 'pegue' que yo jojojo
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