Si mis ojos no me engañan (y vaya que no es así), la de la fotografía es Avenida Reforma, y el monumento del fondo se trata de El Ángel de la Independencia. No es normal que el poster de una película internacional tenga como eje central la ciudad en la que uno vive. Menos aún, si la imagen presenta un emblema de la ciudad abatido por la desolación.
No me consta, pero dicen que Paseo de la Reforma es una de las avenidas más hermosas del mundo, más las múltiples veces en las que he transitado por ella me dicen que es cierto, quizá por eso el efecto es más impactante. Generalmente los carteles promocionales de las películas de caos, muestran a la ciudad de Nueva York o Tokyo, como escenario de diversas catástrofes, pero no a la Ciudad de México, que dicho sea de paso, luce hermosa aún con todo el dramatismo que la imagen le imprime. Pensar que en ese mismo escenario que muestra el poster he festejado triunfos de la Selección Nacional, caminado y disfrutado un sinfín de veces, hizo que por lo menos sintiera un cierto desconcierto al pensar que el fin del mundo podría agarrarme más cerca de lo que uno, gracias a las películas gringas espera.
Después de mi desconcierto inicial por ver un espacio tan emblemático de la ciudad, me sentí (una vez más) orgulloso del lugar en el que vivo. Y es que quienes me conocen sabrán que estoy perdidamente enamorado de mi ciudad. Ya después, investigando un poco por el interne’, averigüé que la historia no se desarrolla en la capital mexicana. Por eso me sorprendió encontrar estos otros dos carteles:
Las ciudades de Guadalajara y Monterrey también aparecen en la publicidad de “El Fin de los tiempos”. La Minerva y el Cerro de la Silla aparecen respectivamente, como elementos representativos de ambas ciudades. Están como para coleccionarlos, aunque la verdad el de la Ciudad de México sigue siendo el que más me gustó, tanto que ya estoy pensando la manera de cometer el acto vandálico de robarme uno de cualquier parada del camión. No sé si en cada país en el que se exhiba la película esta se promocione igual, vamos, ni siquiera he visto la película (¡invítenme!), pero de que el método de usar imágenes inherentes a cada lugar se me hace ingenioso y altamente efectivo.
No me queda más que ir al cine algún día de estos, la publicidad ha logrado su efecto comigo.
7 comentarios:
Yo estoy enamorado de Reforma. Varios fines de semana voy a recorrerla, a pie o en bicicleta, y me admiro una vez más de su belleza. No pierdo la esperanza de vivir ahí algún día. Puede que me equivoque, pero sí es la avenida más hermosa.
Mmm, coincido en que es hermoso el rumbo de Reforma, hace varios años de hecho moria por trabajar ahí, desgraciadamente los plantones y las interminables marchas han cambiado mis ganas ahora que diariamente me enfrento al tráfico del rumbo.
Aún así debo reconocer que en muchas tardes es reconfortable el mirar tan cerca el ángel de la independencia y que me encantan la colección de bancas que hay en el Paseo.
Saludos!
Aun no he visto el film, pero despues de leer este post lo buscare en la discotienda mas cercana.
Un abrazo fraternal para ti y los tuyos con mucho cariño.
Te invito a mi casa, donde eres y serás siempre bienvenido.
topo: sin duda alguna vivir ahí debe ser increible... y sí no es la más bella por lo menos está en el top 5. ¡saludos!
deli: en el ángel viví uno de los momentos más increibles de mi vida, hace unos meses, cuando el Atlante se coronó campeón ahí fue la celebración.
fernando: gracias como siempre. me daré una vuelta por tu blog en estos días.
Las hermanas de mi flaca fueron a ver la película. Yo no soporto los cines. No he reparado si en el cartel hay algo referente a Trujillo o en su defecto Lima, pero me parece una gran estrategia de Marketing.
gonzalo: sería bien interesante ver un cartel de Trujillo o Lima, ojalá existan y los puedas encontrar.
hace unos dia vi la pelicula. Me gusto mas la compañia que la pelicula misma. Eso de los ambientes variables me parece interesante...
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