martes, 11 de septiembre de 2007

Un post sangriento

Hace unas veinticuatro horas, estaba donando sangre para un familiar en el Hospital 20 de Noviembre.

Hace unas cuarenta, estúpidamente, dudaba sobre ir o no ir. ¿Miedo, flojera o inmadurez?.

Descarto la primera, ya que en el 2003 le doné plaquetas para mi papá en el Hospital Central Sur de Pemex y la experiencia en si me pareció bastante extraña pero nada dolorosa. Como las plaquetas son una sustancia incluida en la sangre (algo así como el ‘plasma’), a uno le conectan en cada brazo dos catéteres. Del primer brazo sacan la sangre, por unas mangueras viaja hasta una maquina que separa las plaquetas del resto del contenido sanguíneo y después, este regresa por otra manguera hacia el otro brazo, devolviéndonos así la sangre restante. El proceso dura más de una hora y es como ir a Disney. Aunque a uno le dan una pelotita para estarla apretando para facilitar el bombeo y le ponen una televisión para distraerse durante lo que dura ‘el proceso’, es inevitable centrar la atención en el ir y venir de nuestra propia sangre que, no sé por qué, al regresar a nuestro otro brazo se encuentra fría. Ya se imaginarán, a la media hora de estar ahí medio cuerpo siente escalofríos, y medio cuerpo posee la temperatura normal. Esa vez, fuera del inmenso frío (hacía un sol radiante y yo temblaba como en invierno) no sentí molestia alguna.

La segunda vez lo que doné fue sangre. Eso fue a principios del 2004 y no me gustó tanto como donar plaquetas, a pesar de que el procedimiento es mucho más breve y sencillo. En aquella ocasión fue en el Centro Medico Siglo XXI y durante la donación me comencé a sentir mareado simple y sencillamente por mi idiotez, pues claramente las enfermeras habían dicho que nos estuviéramos quietos y tuviéramos nuestra mirada centrada en algún punto... cosa que obviamente no hice. En cuanto comenzaron a extraerme la sangre me hice el gracioso y me puse a mirar para todos lados, intenté leer a distancia la revista que una de las enfermeras hojeaba a unos metros de mi, me puse a enfocar y desenfocar la mirada en las lámparas del lugar (sólo por el bonito efecto que lograba)... todas, tonterías que podría hacer en cualquier otro momento y que al momento no me aguante. Minutos después comencé a sentirme tan mareado que yo juraba que me vomitaría ahí mismo. Mi cara de altanería y seguridad con la que llegué se transformó en pánico por la marranada que estaba a punto de hacer: ser el único de los cerca de veinte donadores que nos encontrábamos en aquel cuarto que haría el ridículo. Con toda la dignidad que me permitieron las nauseas, le dije a una enfermera que tenía ganas de vomitar y amablemente me acercó un recipiente que afortunadamente no usé. Eso si, nadie me va a quitar la cara pálida y el ‘panchazo’ de aquel día. Después de la donación el mareo se esfumó por completo y ya no hice más niñerías.

Aproximadamente hace 39 horas, despedía al domingo cenándome tres quesadillas que me sabían a gloria, pues ya era consciente de que debía ir en ayunas a donar sangre. Como sabía que por el trabajo no podría ir hasta en la tarde, me preparé psicológicamente a pasar más de la mitad del lunes sin comer. Y sí, me preparé muy psicológicamente pero a mi estomago no le dije nada, así que por ahí de las 2 de la tarde (la donación era a las 5) mis tripas emitían sendos sonidos de protesta que todos los que me rodeaban distinguieron con toda claridad.

Tiene unas veintiún horas que decidí sí ir al Hospital y donar. Mi tía necesita sangre y si no puedo darle eso, ¿entonces qué?. El ayuno ya lo había hecho y según yo, estoy físicamente sano. Sólo serían unos momentos y un par de piquetes en los brazos.

Veintitrés horas tiene que entré al Hospital, llegué al Banco de Sangre, di mis datos y los de mi familiar. Pasé a que tomarán la primera muestra de sangre de mi brazo izquierdo y esperé unos minutos para que me volvieran a llamar.

En el periódico, la foto de una Britney Spears en los Premios MTV que antes arrancaba suspiros, y ahora lastimas, me llamó la atención. No está fea, y su cuerpo no está del todo descuidado... estaría excelente para ser el de alguna conocida o amiga, pero no para ser el de Britney. Ya no es lo que era, el mounstro del espectáculo se la comió y es una pena. En eso pensaba cuando escuché mi nombre y pasé a un chequeo medico. Me pesaron, he bajado un par de kilos con las desmañanadas del nuevo trabajo; mi estatura sigue igual, yo que tenía la esperanza de rebasar mi eterno 1.70. Después me hicieron un cuestionario sobre mi historial medico y mis hábitos de vida. Tras contestar con toda la honestidad del mundo que no consumo drogas, ni he tenido hepatitis ni enfermedades graves, que sólo me han operado una vez (de las anginas a los cinco años); que no sostengo practicas homosexuales, no tengo ni tatuajes, ni perforaciones, y que en general soy un Santo, salí del consultorio convencido de que aquel doctor sabe más detalles de mi vida sexual que nadie más en el mundo, y de que en realidad llevó una vida un tanto aburrida, pero sana, eso que ni que.

Veinticuatro horas han pasado desde que mis estudios médicos y de sangre demostraron que no estoy tan dado al traste y que a mis veinticinco me encuentro, al igual que mi sangre, de lujo. En mi brazo derecho me colocaron un catéter y en cuestión de minutos finalicé la donación. Esta vez no hubo ni escalofríos, ni mareos ni nada. Después de tomar los alimentos que en la misma unidad médica te dan para reponer al cuerpo lo perdido, y reposar unos cinco minutos, salí del banco de sangre.

Hace veinticuatro horas doné sangre y me siento muy bien. Las molestias por el ayuno, los cuestionarios médicos o los piquetes en los brazos son nada en comparación con la satisfacción que uno siente de haber dado parte de su vida a otra persona. En el 2000 mi Papá recibió la donación de un riñones por parte de mi tío Jorge. Hasta la fecha no he visto un acto de amor tan grande como el desprendernos de un pedazo de nuestro ser para regalarlo a quién lo necesita. Desde entonces comulgo con la cultura de la donación de órganos. Hubiera sido una deshonestidad e incongruencia no haber ido a donar sangre. Tanto esa vez que di sangre a mi prima, aquella en la que doné plaquetas para mi Papá o ahora, que fue para mi tía Rosa, me he sentido mejor conmigo mismo, mejor persona y un poco más humano.

Que me perdone Drácula...

10 comentarios:

giovanna dijo...

hola si tenés tiempopasa por mi blog que te deje algo que hacer.
saludos y que estes bien

Lata dijo...

Tooooo bloodyyy for me.
De verdad, estas cosas me bajan el ánimo, las fuerzas... el azúcar. Ya hasta me dolió nomás de comentarte. Snif.
¿Por qué LATA?
Jejeje, te juro que podría ser más interesante, pero no lo es. ¿Cuál es tu teoría?
Give it a shot...

www.latamoderna.ciudaddeblogs.com

Anónimo dijo...

Yo tambien doné sangre, por ahí de julio o principios de agosto, para la vecina de un amigo. El año pasado, por febrero, también done, para quién le sirviera, en una unidad móvil en la facultad de FyL de la UNAM. La primera (en orden cronológico) por altruista, la segunda porque me lo pidieron, y ambas veces con gusto. Tambien apoyo eso de la donación de órganos. Después de todo, de que le sirva a alguien a que se lo coman los gusanos, mejor que alguien lo aproveche.

Anónimo dijo...

Yo soy donante de órganos.. pero nunca he donado sangre...gracias a Dios, nunca un familar la ha necesitado. Claro está, que no solo lo haria por mi familia... Sabés? voy a empezar a hacerlo periódicamente... Gracias!! muy lindo post bonito!!

GOMÍS dijo...

Chale... Por qué tanta pregunta para donar sangre??? Qué pasa si alguien miente??? Debería de haber un mejor método... Que te hagan análisis antes de poder donar.

Yo tuve hepatítis, así es que no puedo donar... Y no me gusta porque mi hija y yo tenemos el mismo tipo de sangre...

Tú casi te mueres por donar sangre un ratito... Ahora imagínate a las mujeres que sangran 5 días seguidos y no se mueren... Por eso no confío en ellas. Ja!!!

Un abrazo

Gonzalo Del Rosario dijo...

Te confieso que no pude soportar este post, empero lo terminé, ya que le tengo una aversión tremenda a las agujas, los cuchillos y todo tipo de objetos punzo-cortantes.

Y en especial si es que me hablan de sangre, me hubieras visto en clase de anatomía . . .

Pero chévere, bien por ti que ayudas a la comuninad.

Sí que es una muestra de amor eso de dar, sino la vida, parte de tu vida a los demás.

Felicitaciones.

Fernando Nerú dijo...

Este es un post incoagulante y muy ameno.
para serte sincero nunca he tenido la oportunidad de donar sangre, aparte que me parece un tema muy delicado tengo un panico a los pinchazos, pero bueno un dia tal vez yo poase por esa situacion.
Un abrazo a loa distancia querido Gabriel.

Nadia dijo...

ke onda gabriel yo si ke le tengo mucho pavor a eso de la sangre guacalaaaa yo lloro si soy una mariconsota pero ke hahahaha saluditos ke disfrute su fin de semana!!!

gabriel revelo dijo...

les agradezco con el alma que se den sus vueltas por éste espacio...

gio: ya pasé, muy pronto lo tendrás---

lata: te juro que no duele, es más la fama que tienen esas cosas.

topo: siempre es bueno encontrar gente capaz de tomarse unos minutitos para darle algo a los demás.

pinky: toco madera porque nunca le dones a algun familiar. si donas altruistamente verás que bien se siente.

gomis: ja ja ja, es que las mujeres tienen más sangre porque son unas 'sangronas' (que pesimo chiste)... y bueno, la sangre si la analizan, al momento y al paso de una semana, puedes ir a recoger los resultados del analisis. para eso son las dos primeras muestras que toman.

gonzalo: yo también tengo esa fobia!!!! si veo un vidrio filoso me desespero y no quiero ni acercarme... pero en cuanto sabes que alguien lo necesita, creeme que dejas toda fobia de lado.

fernando: gracias, aunque más que ameno creo que provocó el efecto contrario a lo que quería originalmente.

nadia: como dice la campaña publicitaria en los centros de salud 'ver sangre puede dar miedo... necesitarla es aterrador'--- saludos y buen fin de semana!

Enakam dijo...

También estoy de acuerdo con la donación de sangre y órganos. Pero lamentablemente tuve hepatitis, así que no puedo participar!

Saludos!