viernes, 19 de febrero de 2010

Entrevista al Gabriel Revelo


Siempre me pasa igual. Primero digo que no… luego dudo… termino cayendo en la tentación. Mi caída en el Formspring no podía ser la excepción. Todo comenzó cuando escuché que había una especia de red social en el que cualquier usuario puede mandar preguntas a nuestra cuenta. Al ir respondiendo, vamos formando una especie de cuestionario que nos permite conocer más a la persona en cuestión. Algo así como una entrevista. En principio la idea no me pareció nada del otro mundo, pero después de ver los formsprings de algunos twitteros y bloggeros, me invadió la envidia y como niño berrinchudo dije: quiero uno de esos.

Y ya lo tengo. Tras 24 horas con mi nuevo juguetito me aventuro a decir que esto del Formspring es sólo una moda pasajera, pero no por eso debemos despreciarla. Quizá, el éxito de éste sitio sea un tanto aspiracional. ¿Quién no ha soñado con algún día estar rodeado de micrófonos y dar una entrevista? Seguramente todos. Sí, hasta tú que lees esto alguna vez te has imaginado contestando preguntas acerca de tu vida o un logro profesional, artístico o hasta deportivo. Además nos encanta hablar sobre nosotros y transmitir un poco más de lo que somos.

Así abrí mi Formspring. Tras responder varias preguntas me he sorprendido contando cosas que en la vida imaginé, y saben, me está gustando. Así que si tú, amable lector(a) quieres preguntarle algo al autor de éste blog, será un honor responderte. Ya no se trata de alimentar mi ego (bueno, poquito) o de creerme en una conferencia de prensa internacional (bueno, poquito), sino de que conozcan un poquito a la persona que se esconde debajo del personaje que a veces me suelo creer ilusamente en la red.

Para preguntarme cosas y deje ya de estarlos fregando, denle clic aquí:
y vuelvan cuantas veces quieran, prometo mantener actualizadas las respuestas.

2 comentarios:

XND dijo...

pues no es cierto... no esta actualizado .... #FAIL ¬¬
Atte: amigos en común

gabriel revelo dijo...

jonhy: trato de actualizarlo en las mañanas... vamos, hasta el día de hoy ¡lo he checado diario!