Pues ya
pasó. Finalmente se llevó a cabo la elección presidencial del 2012. Ya tenemos
un virtual ganador y muchas reacciones alrededor. No fueron mis primeras
elecciones, pero sí las primeras que vivo de una manera tan cercana.
Debido
a mi trabajo estuve siguiendo muy cerca el proceso electoral de este año.
Fueron tres meses de estar pegado a las agendas de los candidatos y de todo lo
que se desenvolvía alrededor de ellos. Sin embargo, sabía que el 1 de julio
sería un día clave en la historia del país. Por eso, en cuánto surgió la
posibilidad de ese día estar presente en el corazón del Instituto Federal
Electoral, cubriendo los acontecimientos, no me lo pensé dos veces y me propuse
para ir.
Mi
domingo 1 de julio empezó tranquilo. Desayuno, un baño y después ir a votar.
Preparar las cosas que llevaría al IFE y salir a casa de mi novia para ver con
ella el primer tiempo de la final de la Eurocopa. España vencía 2-0 a Italia
cuando llegó el medio tiempo y me despedí de Tania. Me tomó esta foto antes
de partir:
En el
camino llovía y había tráfico. En el radio escuché que España metió otros dos
goles y se alzó con el triunfo y la corona europea. Llegué al rumbo de Coyoacán
en donde quedé de verme con mi jefe y otro compañero del trabajo. Juntos partimos
rumbo al IFE.
Llegar
a nuestro destino fue todo un espectáculo. Tráfico, la entrada principal a las
instalaciones se encontraba bloqueada por manifestantes así que buscamos otro
sitio donde dejar la camioneta en la que nos desplazábamos. Por supuesto le
echamos su bendición rogando encontrarla ahí a nuestro regreso.
Caminamos
un buen trecho hasta una de las puertas alternas. Y finalmente, minutos antes
de las 5 de la tarde irrumpimos en el centro neurálgico del país, el sitio en
el que esa noche todo México ponía sus ojos. Entramos con nuestros gafetes y
encontramos una sala de prensa que imaginaba más grande, pero que de igual
forma era imponente.
Buscamos
un lugar en el cual instalarnos con todo y nuestras laptops, tomamos las
primeras fotografías, nos fuimos turnando para conectar nuestras computadoras
pues sólo teníamos un enchufe disponible. Comenzamos a reportear lo que
veíamos, sintiendo como los nervios aumentaban conforme se acercaban las 8 de
la noche, hora en la que comenzarían a surgir los primeros datos oficiales. La gente
que iba y venía, reporteros, edecanes, prensa y observadores internacionales. Aquello
ya era toda una experiencia.
8 de la
noche. La hora cero. Las pantallas de los extremos de la sala comenzaron a
mostrar resultados de cómo se iba dando el conteo de la captura de resultados
de todo el país. En tiempo real veíamos como esas cifras poco a poco iban
aumentando. Entonces fue la locura. Comenzó el mar de información, el quererle
ganar al tiempo y sacar los datos lo más rápida y oportunamente posible. Y así
lo supimos. Enrique Peña Nieto iba arriba en los porcentajes. De inmediato
surgieron reacciones en redes sociales, en medios de comunicación e incluso en
la misma Macro Sala de prensa en la que me encontraba.
Y
Josefina Vázquez Mota que reconocía que los resultados no le eran favorables, y
Quadri que hacía lo mismo. De eso me enteraba mientras la sala de prensa era un
hormiguero gigante. Unos observadores chinos (o japoneses) comentaban
maravillados lo que veían, incluso el embajador de Haití pasó a mi lado.
Cuando
dieron las 23:15 se hizo el silencio. El presidente consejero del IFE anunciaba
que de acuerdo al PREP, el priísta Enrique Peña Nieto llevaba la ventaja. La
decepción se hizo presente en muchas partes del país, pero no en la sala de
prensa, en donde la información fluía con más rapidez que nunca. Minutos
después Felipe Calderón, presidente de México dirigió un mensaje a la nación
felicitando a Peña Nieto por su victoria. Minutos después Andrés Manuel López
Obrador declaró que esperaría los resultados del miércoles para fijar su
postura.
La sala
de prensa comenzó a vaciarse. A la media noche el Himno Nacional, en su versión
larga, sonaba por cada uno de los rincones del IFE. No pude evitar sentirme
triste al escucharlo. A la 1 de la madrugada, ya del lunes, abandonamos esas
instalaciones y caminamos hasta la camioneta, que afortunadamente seguía
intacta. En el camino charlamos un poco de lo ocurrido y regresamos a Coyoacán,
De ahí abordé mi auto y regresé a casa.
Dormí
un par de horas, me levanté a trabajar un poco en casa (en la oficina me
dejaron hacerlo) y hasta las 5 de la tarde me di un baño. Lo admito, me dio
cruda post-electoral.
La
victoria de Peña Nieto, por más que fuera anunciada desde semanas atrás no dejó
de preocuparme y causarme rabia. El saber que el régimen priísta regrese al
poder no es alentador. Sin embargo, al paso de las horas e ido digiriendo lo
sucedido. Entendí que si bien hubo irregularidades en el proceso electoral, la
jornada de ayer fue limpia y al menos yo no veo fraude por ningún lado. Ganó
quien tuvo más votos y eso lo decidió la ciudadanía. Ni modo, habrá que
respetar. La democracia también se trata de aprender a perder. Aquí lo que
verdaderamente importa es la actitud responsable que ayer tomó la ciudadanía.
Si este
país se va a salvar y a ser mejor, será por sus habitantes y no por un
gobernante. Depende de todos el hacer nuestro trabajo de la mejor manera.
México somos todos, no un presidente.
Así fue
mi día de las elecciones. La lección es fácil: de todos depende cuidar a
nuestro México. Quien esté sentado en la silla es lo de menos.
2 comentarios:
El fraude de epn se dio regalando laminas, tarjetas de debito, despensas, y ofreciendo dineros a cambio de votos. Todo a la mas vieja usanza del PRI.
Hay que reconocer que tiene excelente imagen personal, pelo, trajes, pulcritud. Pero sabe su cuento perfectamente.
Lo que mas me pone triste es que pense Mexico habia cambiado, pero no somos un pueblo de memoria a corto plazo y nos basamos en lo que digan en la telepara ejercer nuestro juicio.
Descanse en paz Mexico.
J.P
JP: Concuerdo, el fraude (si es que hubo) se dio durante las campañas, no en el conteo de los votos. En fin, habrá que ver cómo nos va. Saludos!!!
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