Grafología: Ciencia que describe la personalidad de un individuo y determina características generales del carácter, acerca de su equilibrio mental (e incluso fisiológico), la naturaleza de sus emociones, su tipo de inteligencia y aptitudes profesionales mediante el examen de la escritura manuscrita.
La
dinámica es simple. Escribes un par de líneas en una hoja y te cuentan lo que
tu firma y forma de escribir dicen sobre ti. Todo esto mientras disfrutas de un
cafecito y una rica crepa. Tal es el concepto de Grafocafé, un agradable sitio
que conocí el pasado sábado.
Ubicado
en el número 323 de la calle Galicia, en la colonia Portales de la Ciudad de
México, este acogedor café fue un agradable descubrimiento. Nuestra amiga
Brenda nos contó del lugar y decidimos ir en un grupito de amigos el sábado por
la tarde. Una vez que llegas eres amablemente recibido por el personal del
negocio. Desde ese momento te sientes como en casa.
Los
precios son accesibles. Por 150 pesos tienes derecho al análisis de tus letras,
a tomar un rico café (yo pedí el mío de chocolate blanco) y a un pastel. En
caso de que en lugar de pastel pidas una crepa salada, el precio asciende a
180.
Después
de acomodarnos en nuestros lugares, recibimos unas hojas blancas y las
instrucciones de escribir por lo menos cuatro renglones de lo que quisiéramos.
Unos minutos después, María Fernanda Centeno, nuestra grafóloga, recogió las
hojas y comenzó su análisis de cada una de ellas. Ésta era la mía:
Sobra
decir que ir a este sitio con personas a los que conoces es toda una
experiencia, pues puedes comprobar si lo que dice la escritura de cada quien es
o no real. Y saben, para mi sorpresa esta agradable grafóloga le dio en el
clavo a la descripción de cada uno.
En mi
caso, esto fue más o menos lo que me dijo:
Para
empezar la grafóloga me comentó que rara vez había visto una hoja tan compleja
como la que entregué (es que escribí en toda la hoja y hasta un dibujo hice).
Me dijo que soy sumamente creativo, que todo el tiempo tengo cosas dándome
vueltas en la cabeza y que esto bien encausado puede serme muy útil, pero
también puede hundirme y no permitirme salir adelante. Me comentó que soy mejor
jefe que subordinado, que tengo un carácter fuerte y que soy agradecido y
romántico.
También
soy independiente, propositivo, inquieto, auténtico e idealista. Soy optimista,
por un lado me estreso y me preocupo, pero por el otro tengo la capacidad de
levantarme de mis problemas sacando fuerzas de quién sabe dónde. Trabajo mejor
solo que en equipo y tiendo a ser perfeccionista y autocrítico. Incluso me
enojo conmigo mismo. Si algo se me mete en la cabeza soy necio y obstinado para
conseguirlo. En una relación soy controlador y a veces celoso. Es difícil que
me entregue y comprometa pues valoro mucho mi libertad.
Soy
desconfiado, un tanto hipocondríaco y tiendo a exagerar las cosas. Soy
sarcástico e irónico, tiendo mucho a la nostalgia y suelo regresarme al pasado,
de hecho, cargo algo que no he podido dejar ni cerrar ese círculo. Soy bien
administrado en todos los sentidos, siempre termino lo que inicio y soy
inteligente. Soy introspectivo y tengo un mundo interior muy grande. Soy
sonriente y amable, pero si me hacen enojar y lo deseo, sé qué decir para causarle
daño a los que me rodean.
Podría
dedicarme al diseño o a la mercadotecnia. A cualquier cosa que tenga que ver
con crear o dibujar.
Y la
verdad, sí... De hecho me gustó mucho todo lo que se dijo de mi. Después, a
quienes íbamos en pareja nos hizo un análisis de cómo es nuestra relación, y
esto fue lo que nos dijo a Tania y a mi:
Ambos
somos exigentes y siempre queremos tener la razón. Nuestra relación es apasionante,
aunque cuando nos enojamos tenemos peleas épicas pero también sabemos
comprometernos. Somos dominantes pero también nos impulsamos mutuamente para
seguir adelante. Aunque eso sí, ella manda en la relación.
Después
de nuestras respectivas lecturas, aun estuvimos un rato platicando con la grafóloga,
quien por cierto, a todos nos cayó muy bien. Es una chava amigable y
extrovertida que incluso es columnista de una revista y colabora con varios
medios.
Antes
de despedirnos hablamos de política. De acuerdo a las firmas de los presidenciables,
ella nos comentó que Peña Nieto se tiene muy poca confianza a sí mismo, López
Obrador es necio y a como de lugar quiere tener la razón, y Gabriel Quadri es
el más inteligente.
Así
concluyó está velada. De verdad no pueden dejar de ir al Grafocafé. Yo pienso volver
muy pronto. Da clic aquí para ir al sitio web del Grafocafé.
5 comentarios:
Chida la entrada, me gustaria que me analizaran mi escritura!
Bastante interesante, cada ves te conocemos un poquito más ;) Lastima que es hasta el DF
Te mando muchos saludos y un abrazote :D
Gracias anónimo. En realidad, si vives en la Ciudad de México basta con ir a este café para pasar un buen rato y que lean tu escritura. Saludos!!!
Ale: Gracias por leerlo. Si alguna vez vienes al DF no dejes de ir. Abrazos :)
Pues sí, le dió a mcuhas cosas en el clavo. Aunque no se me hubiera ocurrido que eres celoso y controlador. lo de trabajar sólo, se nota a leguas: el sólo hecho de tener –y mantener– un blog, habla de trabajo, dedicación, enfoque en la perfección, y sobre todo, de trabajo independiente.
Suena súper interesante, y a un lugar agradable para convivir.
Te mado un fuerte abrazo, y un cálido saludo, mi Gavilán. =)
jonás: A mi tampoco se me hubiera ocurrido ser celoso ni controlador jajaja. Te recomiendo que vayas, es un buen lugar. Gracias por estar al pendiente de este blog y de su humilde autor.
Hartos saludos!!!
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