Después de la boda de mi mejor amigo... después de los
días decembrinos que tan extraños y anormales son... después de varios días de
ausencia, vuelvo a escribir en este blog.
Podría hablarles de varias cosas. De cómo estuvo la
pachanga del bodorrio, de las fiestas y reuniones familiares, de la operación
de mi perrito Margarito y su asombrosa recuperación. Sin embargo, de lo que
quiero platicarles es de los días que pasé en el cine.
Confieso que uno de mis mayores placeres es ir al cine.
Gusto que aumentó considerablemente desde que ando con Tania, la cual es fanática
asidua al séptimo arte, y ha contribuido a que el autor de este blog acceda a
una gran cantidad de historias que lo han cautivado. Al igual que la
literatura, siento que las películas contribuyen a que viva muchas vidas en
una.
Ahora, aprovechando los días de asueto y ocio, fui 4
veces al cine en sólo una semana. Vi "El Hobbit", "Lo
Imposible", "Cloud Atlas" y "Una aventura
extraordinaria". Las cuatro muy diferentes pero maravillosas. Todas
entrañables y ampliamente recomendables.
Fue durante las horas que pasé en el cine cuando decidí
escribir este post. Fascinado entre las reflexiones, aventuras, tragedias y
maravillas de las historias, comprendí que es precisamente eso lo que me
cautiva del proceso narrativo: el contar algún suceso extraordinario que valga tanto
la pena que merezca inmortalizarlo de alguna manera.
Viendo las cuatro películas me di cuenta de que es lo que
quiero este año. Más allá de sentarme a inventar historias, escribirlas,
leerlas o verlas en una pantalla, lo que verdaderamente me gustaría sería
vivirlas. Salir de la rutina y embarcarme en aventuras extraordinarias. Qué me
suceda lo indecible, que la vida me
ponga a prueba y de una forma insospechada ponga ante mí las herramientas para
resolver lo que parecía imposible.
En "El Hobbit", Bilbo, un hobbit común y
corriente de pronto es invitado por el destino para emprender un viaje incierto
y peligroso, pero también maravilloso. Sólo de esa manera descubrirá el valor
que hay en su interior. En "Lo imposible" una familia de pronto se ve
abrazada por una tragedia sin precedentes, y la esperanza es la que les da el
coraje para sobrevivir en el mismísimo infierno. Ni que decir de "Cloud Atlas", historia maravillosa que transcurre a lo largo de varios siglos.
De esta cinta me cautivó cómo el destino y la vida de muchas personas están
interconectados, y como cada mínima acción afecta el curso de las cosas.
Con "Una aventura extraordinaria" reflexioné sobre la grandeza de
Dios y su forma perfecta de dirigir los hilos del universo.
Así, creo que este 2013 quiero dejar de estar tanto
tiempo en mi zona de confort. Leyendo en casa mientras afuera hay un mundo por
descubrir. No quiero dejar de devorar libros ni de escribir, pero también
quiero tener algo que contar, vivir algo tan impactante que no me quede de otra
más que narrarlo. Por supuesto, espero que en este blog se plasmen varias de
esas vivencias.
Siento que este 2013 cambiarán muchas cosas. Que sea, pues,
el año en el que me atreví.
Vida, me pongo en tus manos.
Parque de los Venados, Ciudad de México.
Enero del 2013.
1 comentario:
felicidades a vivir la aventura que es la vida.aprovecha tu entusiasmo, vitalidad y sobre todo tu creatividad.
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