lunes, 31 de octubre de 2016

Harry Potter y el Legado Maldito


Como cuando recuperas algo que pensabas haber perdido hace mucho tiempo y que creías que ya jamás verías, justo así me sentí cuando comencé a leer las primeras páginas de Harry Potter y el Legado Maldito, octava entrega que la saga de Harry Potter, que sin embargo no es ni novela literaria, mucho menos película, aunque no dudo que en un futuro termine convirtiéndose en una. 

Quienes son fans de la saga seguramente no requieren mayor explicación, pero aquellos que no estén muy familiarizados con el universo Potteriano quizá no hayan entendido el párrafo anterior, y ahora mismo se encuentren confundidos sobre qué diablos es eso de Harry Potter y el Legado Maldito

Ok, les explico: Este título en realidad es una obra de teatro dividida en dos partes que se estrenó en Londres en junio del 2016. Fue escrita por Jack Thorne y está basada en una nueva historia original de la autora J. K. Rowling y el director de teatro John Tiffany. A la par de su estreno también se publicó un libro que no es otra cosa que el guión completo de esta puesta en escena. Lo interesante aquí, es que esta obra forma parte del canon del universo de Harry Potter, es decir, es considerada la octava parte.

A pesar de que el libro tiene el típico formato de un guión de teatro (con indicaciones técnicas sobre la posición que deben guardar los actores en el escenario, cómo se conforma la escenografía o los diálogos de cada personaje), su publicación se convirtió en un éxito instantáneo de ventas. Yo no fui la excepción y el primer día que salió la versión en español fui por mi ejemplar aún sin saber con qué me encontraría.

"A mí no me gustó, pero a ver a ti qué te parece", me comentó uno de mis contactos en Twitter cuando publiqué ya tenía el libro. Aunque no dejé que esta crítica influenciara mi lectura, temía que echaran a perder la historia por el afán de alargar la historia. Como miles de fans alrededor del mundo consideraba que el final de la séptima parte había sido redondo y que no hacia falta forzar un nuevo capítulo. No obstante el daño ya estaba hecho y para bien o para mal 10 años después me volví a encontrar con Harry, Hermione, Ron, y compañía, entre las páginas de un libro. 

La trama está situada 19 años después de la derrota de Voldemort en la batalla de Howgarts (sí, justo en la escena final de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, cuando Harry y Ginny Weasley se despiden de su vástago Albus Severus, quien está por tomar el expreso que lo llevará a su primer día de clases en Howgarts. Harry Potter, quien ahora trabaja en el Departamento de Seguridad Mágica, tiene otros dos hijos, James Sirius y Lily Luna, con los que lleva una relación cordial, a diferencia de la que tiene con Albus, con quien nunca ha podido comunicarse abiertamente. Durante el trayecto, antes de llegar a su destino, Albus conoce a Scorpius, hijo de Draco Malfoy, con quien desde entonces entabla una profunda amistad aún y con la rivalidad que sus padres tuvieron en el pasado. 


Las cosas comienzan a torcerse cuando ocurren varios eventos extraños: Albus es enviado a la casa de Slytherin por el Sombrero Seleccionador, hay rumores de que el hijo de Draco en realidad es hijo de Voldemort y Harry comienza a tener pesadillas terroríficas acompañadas por un intenso dolor de su cicatriz. Para colmo, conforme pasan los años Harry y Albus se vuelven más distantes y tienen varias discusiones en donde se dicen cosas hirientes, todo esto mientras una amenaza va ciñendo poco a poco el destino del mundo mágico sin que nadie se de cuenta. 

Podría parecer que en los párrafos anteriores revelé gran parte de la trama y no dudo que muchos lectores me hayan mentado la madre por 'echarles a perder la historia'. En mi defensa diré que lo narrado corresponde solamente al planteamiento argumental inicial, y que no eché a perder ninguno de los giros de tuerca ni de las muchas cosas que ocurren a lo largo de esta nueva historia. De hecho ni siquiera mencioné a Hermione o Ron, ni a otros personajes entrañables que aparecen en los siete libros originales pues prefiero que ustedes vivan la misma experiencia que yo cuando al ir avanzando entre sus páginas me iba encontrando con ellos. 

Y bueno ¿cuál es el veredicto?

Debo reconocer que esta historia no es la mejor que se ha hecho sobre Harry Potter, de hecho hay partes que se vuelven repetitivas o un tanto predecibles (el abuso de cierto artilugio mágico por momentos se vuelve un recurso barato para forzar conflictos), incluso algunos de los nuevos personajes no terminan por amarrar bien. Pero por favor, no se vayan con la finta, lo anterior de ningún modo quiere decir que Harry Potter y el Legado Maldito no valga la pena, pues aún con sus defectos conserva el encanto de los libros originales.

J.K. Rowling estuvo muy al pendiente de esta octava parte y se nota. El mundo mágico donde ocurre esta historia sigue siendo el mismo que conocimos hace más de dos décadas y que conquistó a varias generaciones. Yo que leí todos los libros y vi todas las películas puedo decir que en ningún momento sentí que este nuevo texto fuera ajeno al resto de las entregas. 

Quizá esta reseña no sea de lo más neutral. Y es que debo confesar que este libro me conquistó emocionalmente. Me desarmó volverme a topar con esos personajes que me acompañaron por años y que ahora están vueltos unos treintones agobiados por las preocupaciones de la vida adulta (aunque también fue tranquilizante comprobar que su esencia sigue intacta). Hay partes verdaderamente emotivas que estoy seguro cautivarán a los lectores de antaño y los hará derramar una que otra lágrima. 

Harry Potter y el Legado Maldito es una digna continuación a la historia del niño que vivió. Volví a ese mundo mágico en donde pasé tantas horas de mi adolescencia y en cierta forma recordé cosas de mí que ya había olvidado. Ahora sé que había extrañado al señor Potter. No es casualidad que este post haya sido escrito un 31 de octubre por la noche.

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